Jesús Alberto Cano Vélez /
Excelsior
El lento crecimiento de la economía mexicana en las últimas décadas, especialmente en lo que va del siglo XXI, nos ha generado un nivel de desempleo, subempleo y pobreza sin precedentes desde la Gran Depresión de los años iniciales del siglo pasado. Ahora amenaza con intensificarse por la suerte prevista para nuestros principales socios comerciales: por un lado, tenemos a una Europa seriamente enferma en lo económico, que especialmente en España, Italia, Irlanda y Grecia están aplicando políticas recesivas que consideran necesarias para buscar salir de su crisis. | |
Por otro lado, Estados Unidos, con pocas posibilidades de lograr sus acostumbrados altos ritmos de crecimiento en el futuro próximo, está ahora contemplando aplicar una segunda dosis a su política monetaria expansiva para evitar caer en recesión. Simultáneamente, los latinoamericanos, China continental y otros asiáticos siguen con sus políticas promotoras de desarrollo para compensar los efectos de los contagios económicos que los amenazan, y no obstante ello, están desacelerando sus ritmos de crecimiento. |
Mientras
tanto, las autoridades mexicanas siguen aplicando su estrategia de desarrollo,
que ha privilegiado la estabilidad macroeconómica, como propósito central, sin
variar su política económica, insensibles a la pobreza y desigualdad
crecientes, y a la vulnerabilidad que sufre la mayoría de los mexicanos.
Vivimos dramáticamente la crisis financiera, hace tres años, cuando fue la
mexicana una de las economías que más se contrajo en su crecimiento y en la
generación de empleos, por lo que no podemos estar satisfechos con un
crecimiento de tres por ciento, como nuestras autoridades lo tienen previsto.
De ahí que El Colegio Nacional de Economistas en sus recientes reuniones
regionales, conjuntas con los colegios de los Estados, recomendó al gobierno
federal hacer todos los esfuerzos para —con políticas públicas bien diseñadas y
aplicadas— aplicar un Nuevo Proyecto Nacional de Desarrollo que tenga como
metas: mayor crecimiento con igualdad y estabilidad. Considera el Colegio
Nacional de Economistas que todos los instrumentos de política deben estar
alineados para garantizar, de manera simultánea, más crecimiento, más igualdad
en la distribución del ingreso y entre regiones del país y estabilidad de
precios en la economía, que haga posible que la generación de empleos sea
sostenible por muchos años.
Recomendaron
aplicar políticas públicas explícitamente diseñadas para lograr mejores niveles
de ingreso en la población, con la ampliación de la cobertura de seguridad
social y atención médica para todos los trabajadores y sus familiares.
Son
momentos difíciles en todo el mundo y debemos ajustar nuestras políticas
económicas y sociales y dejar de seguir las consejas neoliberales, surgidas del
ahora muerto Consenso de Washington promovido por el segundo Bush, que
los mismos estadunidenses ya han abandonado.
*Presidente
Nacional del Colegio Nacional de Economistas
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