El aspirante republicano califica de "lamentable" el trato
recibido por Israel
Si ustedes no quieren que EE UU sea la nación más fuerte de este
planeta, yo no soy su presidente".
Mitt Romney, candidato republicano
Cristina F. Pereda
Washington / El País
"Desde Berlín hasta El Cairo o las Naciones
Unidas, el presidente ha presentado su visión de Estados Unidos y su lugar
entre el resto de naciones”, afirmó Romney. “Hoy vengo aquí a compartir mi
perspectiva”. El aspirante republicano acusó a Obama de poner en peligro las
vidas de los soldados norteamericanos, complicidad con la proliferación de
armas nucleares en Irán y de tratar de manera “lamentable” a un aliado como
Israel. En el ámbito doméstico, Romney criticó las filtraciones de información relacionada con asuntos de seguridad y que califica de
"despreciables" porque traicionan los intereses nacionales. Y añadió:
"¿Qué tipo de Gobierno publicaría esa información solo para obtener rédito
político? El mío no lo hará".
El exgobernador de Massachusetts alegó que la
política exterior del presidente ha contribuido a debilitar su poder en el
exterior y que nunca se avergonzaría del poder de Estados Unidos. “No lo veo
como un lugar estratégico más en el mapa, un poder más que equilibrar”, afirmó.
“Creo que nuestro país es la mayor fuerza de bondad que el mundo haya conocido
jamás y que nuestra influencia es más necesaria ahora que nunca”.
Las palabras de Romney, pronunciadas apenas 24
horas después de que el presidente compareciera ante el mismo foro tras un fin
de semana marcado por el tiroteo en Denver, Colorado, contrastaron directamente con
la política internacional adoptada por el presidente Obama. Mientras que el
presidente ha apostado por forjar más alianzas con otras naciones, dejando
atrás decisiones unilaterales e implicando a los líderes de otros países, el
aspirante republicano, sin embargo, defiende que el siglo XXI debe ser “el
siglo americano”.
“Este presidente ha disminuido el liderazgo de EE
UU y estamos sufriendo las consecuencias”, dijo Romney. “El mundo es peligroso,
destructivo, caótico. Y las dos personas que compiten para ser vuestro próximo
comandante en jefe deben ofrecer respuestas a los desafíos a los que nos
enfrentamos”.
La lenta recuperación económica —el mayor obstáculo
para la reelección del presidente— es, para Romney, otro signo de debilidad de
EE UU en el extranjero. El exgobernador, que alegó que "un mundo justo y
en paz depende de una América fuerte y segura", criticó los recortes
impuestos por Obama en el Departamento de Defensa y que han llevado a reducir
su presupuesto de manera importante. “Es devastador. Yo no permitiré que vuelva
a ocurrir”.
En el ámbito de la diplomacia, Israel protagonizó
uno de los ataques más concretos de Romney a la política de Obama. “Al
presidente le encanta dar lecciones a nuestros amigos israelíes", declaró
el candidato, que intervino ante los veteranos en la víspera de un viaje que le
llevará a Israel, Reino Unido y Polonia en los próximos días. “Ante las
Naciones Unidas, [Obama] habló como si nuestro aliado en Oriente Próximo fuera
parte del problema. El pueblo israelí merece mucho más que lo que ha recibido
del líder del mundo libre”, criticó Romney, que calificó como “lamentable” el
trato recibido por Israel.
El aspirante por el Partido Republicano también
criticó la retirada de las tropas de Irak y Afganistán, en lo que considera una
decisión tomada “por intereses políticos” y sin escuchar las recomendaciones de
las autoridades militares. "EE UU no puede ser neutral en las
consecuencias del conflicto sobre Oriente Medio", afirmó. En su discurso
del día anterior, Obama defendió la retirada como uno de los triunfos de su
mandato, recordando que durante la campaña de 2008 prometió que terminaría “con
honor” el trabajo iniciado en las dos guerras. “Y he cumplido”, agregó.
A pesar de que el presidente hizo mención a la
guerra contra Al Qaeda, la muerte de Bin Laden en mayo de 2011, los esfuerzos
diplomáticos para impedir que naciones como Irán logren hacerse con armas
nucleares, así como la implicación de otras naciones en situaciones como la
caída de Gadafi en Libia, Romney dejó fuera de su discurso los grandes
conflictos internacionales, como el de Siria, o la relación con China y Rusia.
El candidato sí se refirió a la situación en Egipto para ofrecer su
colaboración con el nuevo gobierno, aunque alertó: “no seré cómplice de la
opresión ni la inestabilidad”.
Romney
agradeció a las tropas el servicio prestado en las guerras de Irak y Afganistán
y cerró su discurso prometiendo que tomará todas las medidas necesarias para
proteger a la nación y devolverle lo que considera como un prestigio perdido.
“Es muy sencillo. Si ustedes no quieren que EE UU sea la nación más fuerte de
este planeta, yo no soy su presidente. Ustedes ya tienen ese presidente”.
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