Los logros de la economía chilena son muchos,
pero no deben atribuirse a un solo partido, sino a la continuidad que varios de
ellos
le han dado a las políticas exitosas.
"(Chile) es un ejemplo del éxito de
combinar mercados
con regulación apropiada”
Joseph Stiglitz Premio Nobel de Economía
14.4 por ciento es la tasa de pobreza en Chile
4.7 por
ciento se espera
que crezca este país
en 2012
7 Sitio de Chile en el ranking de libertad
económica de Heritage Foundation
Por Eduardo Flores – Reporte Índigo
El viernes pasado, el Ministro de Desarrollo Social Chileno, Joaquín
Lavín, anunció que la tasa de personas en pobreza se había reducido de 15.1 por
ciento a 14.4.
Se trata de una tendencia presente desde 1990, cuando se empezaron a
recoger datos de pobreza en la nación andina, pues la tasa se ha venido
reduciendo desde su punto inicial de 38.6 por ciento.
Es el síntoma de una economía manejada responsablemente. El PIB se
incrementó en 6 por ciento el año pasado y 6.1 en el 2010.
Incluso para este año, donde las
condiciones no se ven muy favorecedoras, Chile tendrá una de las tasas de
crecimiento más altas del continente: 4.7 por ciento, según estimaciones del
gobierno.
¿A quién le deben
el repunte?
Por supuesto que un logro tan trascendente no llega solo ni de la noche
a la mañana.
Tanto los políticos de derecha que están en el gobierno, como los de
tendencia de izquierda que han manejado al país en tiempos pasados, atribuyen
el logro a sus respectivas políticas.
Pero los políticos no tienen que discernir por mucho, pues a pesar de lo
que la cultura popular y muchos afirman, las políticas económicas que Chile ha
implementado en el pasado son, en esencia, de corte neoliberal.
Desde la caída de Pinochet en 1990, Chile ha elegido a 5 gobiernos
diferentes, todos cambiando poco las políticas económicas implementadas por el
dictador.
De hecho, el presidente actual, Sebastián Piñera, encaja en el perfil
derechista a la perfección: un empresario con posgrado en la Universidad de
Harvard y cuya fortuna se estima en más de 2 mil 400 millones de dólares.
En el índice de libertad económica, que pondera una serie de
consideraciones importantes para las políticas neoliberales, Chile ocupa el
séptimo lugar a nivel mundial, incluso por encima de Estados Unidos y México,
que ocupa el lugar 54.
Este índice lo publica la fundación Heritage, una de las más influyentes
en Washington y cuyas inclinaciones son de derecha económica.
Incluso Joseph Stiglitz, Premio Nobel de economía y fuerte crítico de la
derecha económica, describe a Chile en su libro “Globalización y sus
Descontentos” como una excepción a los resultados adversos del libre mercado en
países en desarrollo.
El liberalismo chileno también es evidente en su apertura comercial con
el mundo.
Según datos de la Organización de Estados Americanos, Chile es el país
con más tratados comerciales de todos sus miembros.
El país también ha servido como ejemplo para otros. Un caso es la
reforma de pensiones de 1991 que impulsó a otros países a privatizar sus
sistemas de pensiones.
Ejemplo para México
Y aun bajo crisis, si se compara con México, Chile ha salido menos
lesionado.
En un estudio académico auspiciado por el Buró de Investigación
Económica de Estados
Unidos, una organización de economistas independientes, se encuentra que
Chile se recuperó de sus episodios de crisis más rápidamente que México.
Entre estas razones, según los expertos, resaltan las reformas bancarias
y las privatizaciones que se habían hecho en Chile previo a la crisis y que se
realizaron en México hasta décadas después. Los autores concuerdan, según la
evidencia empírica: solo las reformas explican de manera significativa las
diferencias entre México y Chile en sus respectivas crisis.
Mientras que Chile estuvo dispuesto pagar los costos de reformar a su
economía, y dejar quebrar empresas que eran ineficientes, como paradojicamente
dicta la lógica liberal, México las mantuvo a flote mediante intervenciones
públicas, lo que solo terminó por prolongar la crisis.
Alineado a la derecha
Hasta sus problemas más recientes hablan de un Chile mucho más
derechista que lo que muchos están dispuestos a aceptar.
Las huelgas estudiantiles que estallaron hace algunos meses no se
quejaban de un gobierno que hiciera mucho, como sucedería en un estado de
izquierda, sino porque no hacía nada.
El sistema educativo en Chile es mayoritariamente privado, lo que ha
hecho que se mantenga competitivo a nivel mundial, pero ha excluido a muchos de
poder estudiar.
Ciertamente Chile tiene sus problemas, pero es preciso reconocer que se
trata de una economía que ha funcionado mejor que la de cualquier otro país de
América Latina en las últimas décadas.
Su ingreso por persona es mayor a cualquier otro país de la región y
consistentemente supera a México tanto en resultados educativos como en índices
para iniciar negocios.
Es importante reconocer que la continuidad en la buena política
económica ha sido logro de tanto izquierdas como derechas.
Ambos fueron sabios en mantener las buenas políticas económicas de
administraciones pasadas, incluso si estas fuesen, en el ámbito económico, más
identificadas como liberales que socialistas.
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