lunes, 31 de enero de 2011

EL 73% DE ALIMENTO ES IMPORTADO

Expertos: el país carece de políticas que impulsen la competitividad

Rubén Migueles Tenorio | El Universal

La importación de alimentos para cubrir la demanda en México pasó de 10% en los 80 a una tasa de entre 30% y 40% actualmente, de los cuales 73% provienen de Estados Unidos, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de dicha nación (USDA).

Esta elevada concentración de las importaciones hace a México cada vez más vulnerable a los vaivenes de los precios internacionales, en particular a lo que se refiere a bienes básicos tan importantes como el maíz, por lo que especialistas coinciden en la necesidad de una política de Estado dirigida a fortalecer la producción y competitividad agropecuaria nacional y a diversificar el origen de nuestras compras de alimentos en el exterior.

El volumen de las ventas estadounidenses a México de granos duros (maíz, sorgo, cebada, centeno y avena), podría aumentar 60.6% para ubicarse en 16.7 millones de toneladas hacia 2020, de acuerdo con USDA.

En términos generales, la política comercial agropecuaria que ha seguido México en los últimos 20 años es correcta, pero no está complementada con una política de desarrollo productivo de largo plazo, que resuelva los problemas estructurales del sector y eleve la competitividad en el campo mexicano, advierte Luis Gómez Oliver, especialista del sector alimentario y consultor de la FAO.

El seguir apostando a las importaciones sin mejorar la competitividad de la producción nacional de alimentos hace a México más vulnerable a los cambios de precios mundiales y eso se reflejará en los precios de la canasta básica. Cambios a nivel mundial como la declaratoria de los biocombustibles de EU, el cierre de exportaciones de granos de China e India, así como el cierre de exportaciones por parte de la Comunidad Europea, nos estará pegando, afirma el investigador de El Colegio de México, Hugo García.

Seguridad vs. soberanía

Con la apertura comercial en la década de los 80 y la firma del TLCAN en los 90, México modificó su concepto de soberanía alimentaria, (es decir, producir lo necesario para cubrir la mayor parte del consumo nacional), por el de seguridad alimentaria, basado en el principio de ventajas comparativas.

En teoría, bajo este modelo México encontraría en el mercado mundial precios más baratos de los granos que necesita para cubrir su demanda de alimentos, cosa que no ha pasado; el país ha estado bajo el riesgo de las fluctuaciones de los mercados internacionales, como sucedió en 2007-2008.

Por lo menos en maíz es urgente que se apueste a la soberanía alimentaria, advierte García Raño. Hay que dejar de pensar que el mundo nos va a surtir de granos y eso debe de ser una política, así como tienen las políticas de control de precios estratégicos, así debería de ser la política de manejo de cupos, manejo de un inventario nacional a través de almacenes del gobierno y tener una política de precios internos, de estímulos a los productores de maíz que permitan regresar a la soberanía alimentaria, comenta el especialista del Colmex.

Políticas complementarias

Estamos entrando en un proceso donde la dependencia de las importaciones de maíz aumenta; hoy es de 35% y va a llegar a 50% en 2025, pero esto es en un entorno donde el precio del maíz va a ir al alza por los usos que tiene, de tal manera que siendo el maíz un alimento básico para la población, México debería protegerlo, recomienda Antonio Turrent, investigador del Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agrícola y Pecuaria.

“Fue un error abandonar la producción suficiente para cubrir la demanda de granos tan importantes como el maíz. Gobiernos como Japón, China o la India nunca permitirían perder la soberanía en la producción de arroz, o los estadounidenses y europeos la soberanía en trigo, que para ellos es lo importante”, comenta Turrent.

Para Gómez Oliver, es sano que las importaciones complementen la demanda nacional, pero no puede ser una política única, tendría que estar asociada a políticas que favorezcan el desarrollo y competitividad del sector, principalmente de los pequeños productores rurales que no cuentan con los apoyos para ser productivos.

Una importación sana de alimentos depende de diversificar el origen de nuestras compras y reducir la dependencia del exterior en granos tan importantes como el maíz, comenta el consultor de la FAO.

Cambiar el porcentaje de importación dependería de incrementar la competitividad interna.

En lugar de decir que vamos a controlar el mercado externo, vamos a hacer más competitiva nuestra producción, sugiere el experto.

RIESGOSA, LA REVALUACIÓN DEL PESO, ALERTA ORTIZ MARTÍNEZ

Terminó la cumbre de Davos sin mecanismos para controlar crisis ni el cambio climático
Es "inconveniente" una apreciación excesiva del peso, dice Ortiz Martínez
Frente a convulsiones sociales, concluyen que el crecimiento del mundo debe ser incluyente
El ex gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, consideró hoy aquí que si el peso continúa apreciándose las autoridades monetarias deberían intervenir para evitar efectos negativos sobre la economía.
"Una apreciación excesiva del peso es inconveniente", declaró el ex responsable del Banco de México (BdM), en el contexto de la clausura del 41 Foro Económico Mundial.
Ortiz, asiduo a la reunión en la que participó en calidad de profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), advirtió que “si la apreciación del peso continúa me imagino que las autoridades buscarán remedios.
"La combinación de una política monetaria expansiva a nivel mundial y el hecho de que muchos países se resisten a revaluar su moneda está provocando que los flujos de capital se dirijan a países donde existen menos restricciones para la apreciación de las monedas", explicó.
"México es uno de ellos y esto ha resultado en una apreciación del peso; sin embargo, ha sido bastante menor que la que afrontaron otros países como Brasil y Chile", indicó Ortiz. En su opinión “éste es el dilema que todos los bancos centrales de países emergentes enfrentan.
"Por una parte, los flujos de capital, sobre todo los de corto plazo, son inestables; han estado tratando de evitarlos con intervenciones en el mercado, controles de capital, pero estos controles e intervenciones en la mayoría de los casos han resultado a corto plazo", agregó. Recordó que "en México han estado interviniendo, comprando reservas".
Economías emergentes serán protagonistas de avances
Tras cinco días de discusiones, el Foro Económico Mundial de Davos concluyó con un cúmulo de problemas sin resolver, pero con la certeza de que el euro fue el ganador en estos días de deliberaciones. Los 2 mil 500 representantes de la política y la economía finalizaron esta cumbre edición 41, con una abultada deuda en la eurozona, sin mecanismos de control de la crisis ni acuerdos para contener el cambio climático.
Tanto Francia como Alemania defendieron la estabilidad del euro, rechazaron acusaciones de que la situación europea pasó de "aguda a crónica" y pidieron mejorar la competitividad de Europa.
Aunque en el comunicado final se afirma que la economía global no cayó en un precipicio y se espera un crecimiento en 2011, también se reconoce que éste se desacelerará respecto al año anterior. Sobre este aspecto se admitió en el documento que habrá volatilidad y muchos retos por delante. En un planeta socialmente inestable, con los disturbios de Egipto como telón de fondo, los capitanes de la industria hicieron un llamado "para que los pobres se beneficien con cualquier repunte de la economía global".
Presionados por la preocupación ante las convulsiones en ese país y Túnez, políticos y empresarios convinieron en que el crecimiento debe ser incluyente.
Sobre el particular, el director general del banco indio Icici, Chanda Kochhar, afirmó que el desafío consiste en crear suficientes instalaciones básicas como escuelas, carreteras y viviendas para asegurar que la expansión beneficie a todos.
Se reconoció que economías emergentes como China, Brasil, India y otras serán protagonistas del crecimiento económico este año, pues lograrán avances hasta de 7 por ciento o más.
Sin embargo, el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, señaló que el producto interno bruto (PIB) en Europa aumentará entre 1.5 y 1.8 por ciento y para Estados Unidos pronosticó un modesto 3 por ciento
Davos confirmó el cambio en marcha en la balanza del poder económico, con mayor participación de países emergentes como China e India en particular, pero también de Brasil y México por Latinoamérica. Dejó además la sorpresiva promesa de los grandes países de la Organización Mundial de Comercio de un acuerdo sobre la ronda de Doha de liberalización de intercambios comerciales en julio próximo.
En Davos muchas cuestiones quedaron sin resolver: las deudas descomunales no han disminuido, faltan instrumentos para controlar las crisis, no se logró frenar el aumento del costo energético y de la materia prima, mientras el medio ambiente sigue sufriendo.

GRIETAS EN EL AMBIENTE O GRIETAS EN LA ECONOMÍA MEXICANA

Desde hace ya un buen rato tenemos un peso mexicano muy fuerte, incluso más allá de lo que debería ser.
Jesús Alberto Cano Vélez / Excelsior
Presumimos de la firmeza económica de México por doquier, a quien nos quiera escuchar, pero desestimamos las inmensas fisuras que han surgido en nuestro edificio productivo y sus relaciones internas de precios relativos, por políticas públicas evidentes y comprobables.
Por ejemplo, desde hace ya un buen rato, tenemos un peso mexicano muy fuerte; más allá de lo que debería ser, vista la relación de los niveles de precios entre México y nuestros socios comerciales, especialmente Estados Unidos, que representa cerca de 80 por ciento del comercio bilateral.
Para haber llegado la relación cambiaria a esas alturas, tres políticas públicas han compartido la principal responsabilidad; y esas son:
1) La promoción en el exterior para que inviertan en México, sin ninguna restricción;
2) La fijación de la tasa de interés principal del sistema, en niveles altos; y
3) Querer seguir utilizando el tipo de cambio como instrumento anti-inflacionario, para drenar liquidez de la economía.
Respecto del primer punto, es importante distinguir el resultado de las promociones:
1) Las entradas de capital para las empresas, por un lado. Y por el otro:
2) Las entradas de capital para invertir en instrumentos financieros, atraídas por las tasas altas de interés en México, especialmente las SIN RIESGO, como los Cetes, que ofrecen un rendimiento alrededor de 4.5%, cuando en Estados Unidos las tasas en los productos equivalente no pasan de uno por ciento y sus alrededores.
De ahí la explicación de las entradas masivas de capital, que han estado abultando la reservas internacionales del Banco de México, y que no tienen ningún uso o beneficio para México, salvo para dar la sensación de firmeza en su uso mediático.
Ese dinero, o su parte gruesa, es capital golondrino, que levantará vuelo, apenas se aprecien problemas con el tipo de cambio.
Y ahí es donde se cierra el círculo, porque si bien nos dicen que el tipo de cambio está flotando, sin embargo el uso de la política de tasa de interés parecería tener la meta de atraer capital financiero (golondrino) al país, con efectos secundarios de elevar la demanda de pesos en el mercado cambiario y abaratar, por tanto, el precio del dólar.
Luego también resulta que la planta productiva nacional está siendo seriamente dañada por el peso que resulta TAN FUERTE, porque promueve importaciones que compiten con productos mexicanos más caros, porque los del exterior vienen subsidiados por el dólar barato. Esa fortaleza cambiaria también reduce la demanda de exportaciones mexicanas, porque los productos nacionales, valuados en moneda extranjera, resultan muy caros y se venden menos.
Y para acabarla de amolar, la diferencia entre los precios de los productos mexicanos y los extranjeros en nuestro mercado interno hace que las tiendas estén atiborradas de productos extranjeros, aunque sean vendidos por empresas extranjeras en México. La diferencia fundamental es que se produjeron en el exterior y con ese peso fuerte estamos creando empleos allá, en vez de en México.
Luego entonces, ¿cómo fue que México llegó a registrar un récord en el crecimiento de sus exportaciones en 2010, como se reportó recientemente?
Primero: porque fue consecuencia de la recuperación de la economía norteamericana. Los motores del impulso fueron:
1) Las ventas de petróleo.
2) La exportación de minerales cuyos precios subieron mucho en los mercados de commodities el año pasado
3) Bienes manufacturados —especialmente los relacionados con automóviles y auto partes, que ya respondieron a un importante saneamiento de la economía norteamericana, y con crecimiento de su consumo interno, gracias a la política anti crisis del Presidente Obama—.
PERO, del otro lado de la moneda, el año de 2010 fue también un año que registró máximos en nuestro déficit comercial, si se excluye el petróleo. Fue US$45 mil millones, el monto más alto en algunos años.
Lo delicado es que ese déficit con el exterior representó la NOVENA alza mensual consecutiva. Quiere decir que el dólar barato nos está llevando a comprar mucho en el exterior y ampliar la grieta que se presenta en la economía.
*Presidente Nacional del ColegioNacional de Economistas.

INDOLENTE Y VORAZ BUROCRACIA FEDERAL

México SA
La Presidencia gastó 5,900% más
Carlos Fernández-Vega / La Jornada
Con la H burocracia mexicana de plano ya no se sabe si lo conducente es reír (por la pomposa cuan recurrente firma de acuerdos y decretos de "austeridad" que más tarda en firmar que en incumplir) o llorar (por el creciente cuan voluminoso costo que para las finanzas públicas representa su mantenimiento), porque a pesar de que cada día ofrece peores servicios, pésima atención a los ciudadanos y nulos resultados a la patria, a ésta cada día le resulta más oneroso su mantenimiento.
En el último trimestre de 2010 la burocracia nacional –especialmente la dorada– le costó a esa patria ofendida y a los mexicanos que la mantienen más de 88 mil 700 millones de pesos, sólo por concepto de prestaciones (independientemente de salarios, sueldos, viáticos, guaruras y conexos), más de 20 por ciento de incremento con respecto a igual periodo de 2009. Cierto es que al final de ese lapso se pagan aguinaldos y otras "compensaciones", pero un año y otro la diferencia en monetario se aproxima a los 16 mil millones de pesos. ¿Quién pagó cotidianamente alrededor de 986 millones de pesos en prestaciones para los siempre eficientes "servidores públicos"? Los mexicanos en el lapso de referencia, como si sobrara el dinero en este país.
Así, con el dato oficial de octubre-diciembre de 2010 (aportado por la Secretaría de Hacienda en su informe trimestral a la Cámara de Diputados) y para felicidad de la mexicanada silenciosa, a lo largo de 2010 de sus bolsillos salieron cerca de 240 mil millones de pesos para alimentar el barril sin fondo que significan las prestaciones de la indolente cuan voraz burocracia federal (no incluye el costo estatal y municipal por el mismo concepto). En 2009 se destinaron unos 211 mil millones de pesos para cubrir este renglón; en 2010 casi 240 mil, una diferencia (favorable a las tres veces H, desde luego) cercana a 14 por ciento.
El gasto en el cuarto trimestre de 2010, por el concepto citado, rompe récord. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2007 la austera Presidencia de la República (donde se firman los acuerdos y decretos de "austeridad") erogó 3 millones 318 mil pesos por concepto de prestaciones a los que allí laboran, incluido el inquilino de Los Pinos; en igual periodo, pero de 2010, la cifra se elevó a 198 millones 522 mil pesos, un incremento cercano a 5 mil 900 por ciento entre una fecha y otra. De ese tamaño es la "austeridad" a la que se comprometió el susodicho morador de la residencia oficial.
Un poco de historia sobre la pregonada "austeridad", alguna vez condensada en este mismo espacio: apenas 48 horas después de sentarse en Los Pinos, el nuevo inquilino organizó pomposo acto en la residencia oficial donde firmó uno de sus primeros decretos de gobierno, el de austeridad, como lo denominó, porque –citó Felipe Calderón– decía don Benito Juárez que bajo el sistema federativo "no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala".
Tal decreto obligaba a reducir 10 por ciento los sueldos netos del propio inquilino de Los Pinos, sus secretarios de despacho y la cadena de mando descendente hasta los titulares de unidad y puestos equivalentes, y justificó la decisión porque "hoy los ciudadanos demandan de los servidores públicos el ejercicio de un buen gobierno; es decir, velar por los intereses de la nación y ser responsables en el uso de los recursos de los mexicanos. Por eso mi gobierno se regirá por estrictas reglas de austeridad y eficiencia. Por ello, aplicaremos y promoveremos medidas de austeridad en toda la administración pública".
Pasó el tiempo, y el inquilino de Los Pinos firmó más decretos, puso nuevos topes y fomentó leyes relativas a la famosa "austeridad", pero mañosamente dejó abierta una puerta por donde prácticamente se cuela todo, absolutamente todo, menos la austeridad. Por la vía de las llamadas "prestaciones a servidores públicos" que laboran en la Presidencia de la República (y demás entidades del gobierno federal), Felipe Calderón y amigos que lo acompañan se sirven con la cuchara grande, y el gasto de la residencia oficial en ese renglón lo documenta la propia Secretaría de Hacienda.
De acuerdo con dichas cifras, el candado de austeridad aparentemente funcionó bien en todo 2007 y en el primer trimestre de 2008, pero a partir del segundo trimestre de ese mismo año, con los tambores de la crisis comenzando a retumbar, el gasto por prestaciones a servidores públicos se disparó, aunque el relativo a salarios de altos funcionarios se mantuvo dentro de los lineamientos del decreto del 3 de diciembre de 2006. En el primer año de estadía en la residencia oficial, los "servidores públicos" que allí laboraban obtuvieron prestaciones por un total de 11 millones 93 mil 183.17 pesos, con un promedio diario de 30 mil 392.28 pesos; en 2009, el año del "catarrito" y del desplome económico, las erogaciones por tales prestaciones para los mismos "servidores públicos" sumaron 457 millones 603 mil 190.8 pesos, con un promedio diario de un millón 253 mil 707.37 pesos, un incremento de 41.25 tantos entre una y otra fecha. Ya para 2010 el austero gasto por "prestaciones a servidores públicos" en la Presidencia de la República acumuló 470 millones de pesos.
Y para que a nadie se le olvide, especialmente al emisor del siguiente comentario, va uno de los primeros compromisos: "durante décadas las autoridades han demandado a la ciudadanía ajustarse el cinturón, y la ciudadanía lo ha hecho. Hoy el gobierno tendrá que ser el primero en aportar este esfuerzo; la sociedad reclama de todos los servidores públicos una mayor conciencia sobre el uso de los recursos que son de los mexicanos" (Felipe Calderón, 3 de diciembre de 2006, en la firma del decreto de austeridad).
Y allí están los resultados.
Las rebanadas del pastel
Un solidario abrazo para Cristina Barros, ante el comportamiento verdaderamente porril del Gobierno del Distrito Federal, prácticas que obviamente no debe desconocer Marcelo Ebrard.


ACOMODO Y ESTRATEGIA

León Bendesky / La Jornada
Al Banco de México y a Hacienda les han salido bien las cosas en cuanto a los registros que exponen la situación de estabilidad financiera. La inflación se mantiene en los rangos –aunque sea laxos– que se fijan en los criterios de la política monetaria, y el peso se aprecia frente al dólar, al tiempo que las tasas de interés no muestran presiones al alza.
A estas manifestaciones de la estabilidad financiera corresponde, sin embargo, un entorno económico donde el crédito no fluye a las empresas de manera constante, y mucho menos suficiente, y la dinámica de la actividad económica sigue dependiendo del nivel de la demanda en Estados Unidos. Los índices generales de la productividad y, por lo tanto, de la competitividad son bajos, y persiste una fuerte concentración en los mercados.
Lo que se pone de manifiesto en la economía mexicana es, cuando menos, un escenario contradictorio. No obstante, en términos macroeconómicos la imagen es favorable. No importa que ese ambiente que se mira de manera agregada no sea la suma de las partes que lo componen. La disociación es un fenómeno al que no parece ponérsele demasiada atención.
Los precios según se miden por el Índice de Precios al Consumidor crecieron 4.4 por ciento en 2010. El número puede parecer reducido, pero el efecto general es una pérdida del poder adquisitivo cuyo efecto, además, es diferente entre los distintos estratos de ingreso entre la población. Este nivel de inflación tiende a disociarse, también, de la repercusión real que tiene en el bolsillo de los consumidores.
El tipo de cambio se ha apreciado de manera constante desde principios de abril de 2009, cuando el dólar llegó a costar más de 15.11 pesos hasta un nivel de 12.35 pesos al cierre del año pasado. Esta tendencia sigue y ahora el dólar en su cotización oficial se vende en alrededor de 12.10 pesos.
Este proceso de apreciación está estrechamente vinculado con la acumulación de divisas en el banco central. En mayo de 2009 las reservas valían unos 73 mil millones de dólares y hoy suman casi 118 mil millones.
Las reservas no se han acumulado por un exceso de las exportaciones sobre las importaciones, no son resultado de una mayor capacidad competitiva. Su origen está en la entrada de capitales que fluyen por los rendimientos y las garantías que pueden obtener. La diferencia entre el costo de obtener dinero en Estados Unidos o Europa y ponerlo en México provoca altos rendimientos financieros.
A pesar de las particularidades de las actuales condiciones económicas mundiales, esta es una experiencia similar a la de 1994, y habrá necesariamente un ajuste más adelante, aunque no sea de la magnitud de la crisis de 1995.
Si la estabilidad está sostenida en condiciones eminentemente financieras, sin un correlato en el terreno productivo, no es más que dable pensar que cuando ellas cambien, por ejemplo, con el aumento de las tasas de interés que eventualmente habrá en los países que resintieron más la crisis de 2008, no podrán mantenerse.
Las autoridades financieras del país parecen suponer que el abultado nivel de las reservas internacionales será un colchón con resistencia suficiente para amortiguar los cambios en las condiciones de los mercados y las nuevas pautas de las corrientes de los capitales. También se han abastecido de líneas de crédito para apoyar la estabilidad tal y como está definida hoy, pero lo que no puede negarse es que todo esto entraña un riesgo que puede ser elevado y que ocurre en un escenario de gran volatilidad y mucha incertidumbre.
El tipo de cambio opera, pues, una vez más como ocurrió en 1994, como una especie de "ancla" del nivel de los precios. Pero ya no sirve como mecanismo de ajuste de las cuentas financieras del país, es decir, que ni la apreciación ni la depreciación del peso frente al dólar impactan de modo efectivo en las corrientes de las exportaciones y las importaciones y, de ahí, en el nivel de la actividad productiva.
Para los productores nacionales que venden en el mercado interno y para los que exportan, la apreciación del peso resta competitividad a sus empresas; favorece a los importadores y también afloja la presión sobre la inflación. Por otro lado, una depreciación del peso no repercute de modo decisivo en las posibilidades exportadoras. El tipo de cambio es un instrumento débil de la política monetaria y de la política económica en general.
Esto se puede ilustrar con el hecho de que un solo renglón del catálogo del comercio exterior del país, a saber, aparatos mecánicos, calderas, partes, máquinas y material eléctrico, representa 38 por ciento del total de las exportaciones (no sólo las manufactureras), pero al mismo tiempo significa esa misma proporción de las importaciones y está vinculado directamente a los planes de producción de empresas fuera del país.
El acomodo de la política monetaria como prioridad es muy distinto de una estrategia para el crecimiento.

EL EMPLEO FORMAL (IMSS) EN 2010

Reporte Económico
David Márquez Ayala
El número de trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2010 fue en promedio anual de 14.5 millones (530 mil más que en 2009). De ellos, 12.6 millones eran trabajadores permanentes y 1.9 millones eventuales (Gráfico 1).
Con base también en promedios anuales de asegurados, en la década 2000-2010 se crearon en total 2.1 millones de empleos (210 mil al año en promedio, escasamente una quinta parte del mínimo necesario), de los cuales 1.5 millones fueron permanentes y 578 mil eventuales.
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CAMBIOS MUNDIALES QUE NOS AFECTAN

Manuel Camacho Solís / El Universal
México está anclado a una visión mundial de hace 20 años, cuando Estados Unidos, después de la caída del muro de Berlín, terminó siendo el centro de un mundo unipolar. Un país con la importancia de México debe reconocer los cambios que le afectan y no puede limitar su acción a una visión unidimensional, como ha ocurrido con el tema de la seguridad. Necesitamos volver a mirar al mundo para fortalecer nuestro desarrollo interno.
Cuando en 1989 cayó el muro de Berlín y se desintegró la Unión Soviética, se sacó la conclusión de que Estados Unidos había quedado como la única potencia, hegemónica, lo mismo en la economía que en la política y el dominio militar. El paradigma de economía de mercado y democracia representativa parecía plenamente consolidado.
El ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York cambió esa percepción. Generó temor y dio origen a dos guerras (Afganistán e Irak) que han terminado siendo costosísimas para Estados Unidos. En paralelo, el mapa geoeconómico del mundo ha ido cambiando con rapidez. El crecimiento de Asia marca la tendencia. En unos cuantos años, China y la India, con las otras economías exitosas de Asia, se han convertido en un gran motor de desarrollo. En pocos años se ha trasladado una buena parte de la planta industrial, y de las reservas monetarias, de Occidente a China.
El motor del crecimiento mundial —con las poleas del consumo norteamericano, el ahorro y la inversión asiática y el peso creciente de la innovación— también ha tenido su atorón con la Gran Recesión de 2008, que fue provocada por los excesos del libre mercado y la falta de adecuada regulación.
El conjunto de estos desarreglos de la economía y la política mundial han repercutido en el poderío de Estados Unidos. Ya no es la potencia del mundo unipolar de hace 20 años. Tiene un problema serio en Afganistán, en Paquistán, en la frontera con México, en los posibles cambios geopolíticos que terminen produciendo las insurrecciones populares en sus relaciones con países árabes que son sus aliados; en la potencia de su economía lastimada por el desempleo, la crisis inmobiliaria, el déficit y la dependencia financiera respecto a los grandes tenedores de los certificados de su tesorería, desde China hasta los exportadores petroleros del Medio Oriente. La propia situación de Europa limitará por un largo tiempo su crecimiento. En América del Sur, su presencia es menor ante la integración de esos mercados y su diversificación.
Este conjunto de cambios mundiales —en la economía y en los equilibrios políticos mundiales— debilitan a Estados Unidos, pero no le cierran avenidas de adaptación y reajuste que le permitirían seguir desempeñando un papel crucial en las próximas décadas.
Para nosotros, lo que está ocurriendo en el mundo, desde luego, nos afecta. La recuperación de la economía estadounidense, aunque moderada, nos empieza a ayudar por la vía del crecimiento de las exportaciones y del cambio en la tendencia declinante de las remesas de los últimos dos años. Sus riesgos también tendrían consecuencias para nosotros. El cambio en la agenda bilateral y su concentración en los asuntos de seguridad ya está teniendo impactos internos significativos.
Una parte importante de la solución a los problemas internos de México, como siempre ha ocurrido, tendrá que ver con la manera como leamos lo que está ocurriendo fuera, y nos adaptamos a esas transformaciones. En materia económica y de seguridad, México tiene que revisar a fondo sus decisiones para encontrar nuevas oportunidades de desarrollo en su asociación bilateral y multilateral, así como nuevos componentes que permitan integrar una estrategia de reconstrucción del Estado y el mejoramiento de su seguridad interna. La situación mundial ha cambiado y lo seguirá haciendo. Toca ahora reconocerlo, aprovecharlo y tener el liderazgo político necesario para renegociar con el mundo a partir de las prioridades de nuestra agenda interna.


EE UU Y LOS BRIC

El auge de los BRIC es una gran oportunidad para esa economía estadounidense en fase de recuperación
Los mercados del mundo emergente serán los motores de la actividad mundial
JIM O'NEILL / EL PAÍS
Ahora que nos acercamos al décimo aniversario del concepto BRIC (Brasil, Rusia, India y China), me preguntan con frecuencia cómo se verá afectado EE UU por el auge de las nuevas potencias económicas. ¿Acaso el creciente poder económico de los BRIC, y en especial de China, marca el fin de la supremacía de EE UU?
Antes de intentar responder a esta pregunta, miremos primero en qué estado se encuentran las economías de EE UU y los países BRIC. Actualmente abundan las concepciones poco fundamentadas sobre EE UU. Algunos apuntan que la mayor economía del mundo ha sufrido daños permanentes como resultado de la crisis financiera y señalan su elevada tasa de desempleo, sus consumidores excesivamente endeudados y su fuerte dependencia del capital foráneo. Indudablemente, la crisis crediticia ha tenido un enorme impacto negativo sobre las personas y las empresas, pero no creo que los atributos fundamentales de la economía estadounidense hayan quedado destruidos para siempre. De hecho, la evolución de la productividad, junto con la dinámica demográfica relativamente buena y la fortaleza de los balances de las empresas, hacen prever que EE UU podría encaminarse hacia un crecimiento cercano al 3%. EE UU también se ha beneficiado de la contundencia de la respuesta de las autoridades y de las medidas de dinamización, que ha permitido a la economía cobrar impulso en su recuperación gradual.
Desde una perspectiva macroeconómica, el mayor problema al que se enfrenta la economía estadounidense es la tasa de ahorro, que en algún momento ha rondado el cero. Sin embargo, la tasa de ahorro ha mejorado de forma constante después de que la crisis tocara fondo y ahora se sitúa en el 5% y 6%. Esto es un progreso real, aunque sigue sin llegar al nivel del 8% y 10% que, en mi opinión, necesita alcanzar EE UU.
En lo que respecta a los BRIC, considero que su situación fundamental sigue siendo tan sólida como siempre, impulsada por su demografía favorable, sus constantes mejoras de la productividad, sus crecientes niveles de renta y el rápido crecimiento de su demanda interna. Este último factor reviste una importancia especial, ya que muchos temieron, cuando parecía confirmarse que lo peor de la crisis había pasado, que el mundo no sería capaz de salir adelante sin la fuerza del consumidor estadounidense.
¿Puede la debilidad del consumo estadounidense compensarse con el auge del consumo interno en los países BRIC y otras economías de crecimiento? Estoy totalmente convencido. De hecho, preveo que el consumidor BRIC podría tener el mismo peso que el consumidor estadounidense antes del final de esta década, tanto en términos reales como nominales. Cara al futuro, el conjunto de los BRIC podría aportar hasta un billón de dólares de consumo real adicional de media cada año hasta 2025*. La espectacular expansión de las clases medias (y altas) será el gran motor de estas cifras.
Así pues, ahora que estamos siendo testigos de la pujanza de los BRIC en los mercados internacionales, ¿qué pasa con EE UU? Creo que el auge de los BRIC representa una oportunidad enorme para esa economía estadounidense en fase de recuperación. Si EE UU se posiciona como un potente exportador estará en una situación excelente para beneficiarse del desarrollo del consumo en los BRIC. Pensemos en lo siguiente: China ya se ha convertido en el mayor mercado automovilístico del mundo por ventas. En 10 años, podría convertirse en el mayor mercado aeronáutico del mundo y, en 15 años, podría ser el mayor mercado de productos de lujo del planeta. Además, la tendencia de crecimiento del consumo no se circunscribe a China: juntos, los consumidores de los países BRIC podrían ser los grandes motores de los mercados mundiales de automoción, lujo y viajes en las décadas futuras*.
Esto crea ingentes oportunidades. Las empresas estadounidenses ya están llevando sus potentes marcas y redes de distribución a los mercados de crecimiento del mundo con el fin de satisfacer el crecimiento de la demanda de diversos productos y servicios. Las oportunidades en el plano de la demanda son variadas: no solo fabricantes de coches y productos de lujo, sino también servicios financieros y empresas de atención sanitaria. A medida que los BRIC sigan creciendo y desarrollándose, los mercados de capitales también se beneficiarán. Las nuevas ofertas de valores, las privatizaciones y las ampliaciones de capital contribuirán a la profundización de los mercados de capitales de estos países.
En paralelo al crecimiento continuo de los BRIC, EE UU podría emerger como un poderoso exportador que tiene en la exposición a los mercados de crecimiento una de sus grandes bazas. Al dejar de depender exclusivamente de la demanda interna, EE UU podría tener ante sí más alternativas de crecimiento. No cabe duda de que esto sonará a gloria a los observadores que solo oyen las voces proteccionistas que salen del Capitolio. Sin embargo, en el mundo real las cosas están cambiando y la confirmación la encontramos en los balances de las principales empresas de EE UU, pues muchas de ellas obtienen una parte cada vez mayor de sus ingresos de los llamados mercados emergentes.
Como ocurre siempre, estos escenarios optimistas también están sujetos a riesgos. Los BRIC no son inmunes a las alteraciones del crecimiento económico ni a las convulsiones geopolíticas. Uno de los riesgos concretos asociados al auge del consumo es el medio ambiente. Más coches, más aviones y más demanda de recursos naturales podrían, sin duda, suscitar más amenazas para el medio ambiente. Por suerte, algunos países BRIC y N-11 (Los next eleven, u once siguientes: Bangladesh, Corea del Sur, Egipto, Filipinas, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Turquía y Vietnam) se están tomando esta amenaza muy en serio. Brasil ya es un líder mundial en tecnologías limpias, y el Gobierno chino ha fijado ambiciosos objetivos de eficiencia energética para los próximos años y está cerca de alcanzar algunos de ellos. Obviamente, los esfuerzos en pos de la eficiencia energética también crearán oportunidades para las empresas estadounidenses innovadoras que puedan exportar conocimiento y servicios a este sector de rápido crecimiento.
Lo que sí me parece claro es que los BRIC y otros mercados de crecimiento del mundo emergente serán los motores de la economía mundial y esto no debería verse como una amenaza para EE UU. Más bien al contrario: EE UU también puede ayudar a que los sueños de los BRIC se hagan realidad. -
*Goldman Sachs: The Rise of the BRIC and N-11 Consumers.
Jim O'Neill es presidente de Goldman Sachs Asset Management (GSAM).

UNA REFORMA INJUSTA Y CON TRAMPA

IGNACIO ZUBIRI / EL PAÍS
La reforma de las pensiones que se va a llevar a cabo es simplemente reducir a medio y largo plazo las pensiones. Las medidas básicas que se proponen además de injustas (el coste del ajuste recae sobre los trabajadores) son insuficientes para garantizar la sostenibilidad del sistema. Por ello la reforma esconde una trampa, denominada factor de sostenibilidad, que es una puerta a más reducciones en las pensiones futuras. La reforma, por tanto, dice: se bajan las pensiones y si en el futuro no da para pagarlas con los niveles actuales de cotización (que no dará), se bajarán más.
La reducción inicial de las pensiones se apoya en dos medidas básicas. Primero, aumentar progresivamente el periodo sobre el que se promedian los salarios para calcular la pensión inicial. Cuando acabe el proceso (10 años) se incluirán en el cálculo 10 años más que ahora. Segundo, aumentar progresivamente (15 años) la edad de jubilación hasta los 67 años. Esta medida se atenúa permitiendo que quienes hayan cotizado 38,5 años puedan seguir jubilándose a los 65 años, añadiendo excepciones y computando años adicionales de cotización por causas varias.
La primera medida hace que para calcular la pensión inicial se incluyan salarios reales más antiguos que, en general, son más bajos que los salarios reales recientes. La pérdida promedio será alrededor de un 1% de pensión por año adicional que se incluya en el cálculo. Esto implica una reducción del 10% de la pensión al final del proceso. La reducción será mayor para quienes hayan estado en paro en los nuevos años incluidos y menor para quienes hayan estado en paro en los últimos años (sin estarlo en los años añadidos). En algunos casos, estos últimos trabajadores pueden incluso aumentar su pensión. El aumento de la edad de jubilación reduce la pensión vitalicia en alrededor del 10%. Las concesiones de última hora minoran el impacto de esta medida, porque una parte sustancial de la población cumplirá los requisitos para seguir jubilándose a los 65 años. Los más perjudicados serán quienes han estado más años en paro.
Tomando como base las estimaciones de la comisión es probable que, una vez las medidas estén funcionando plenamente (hacia 2050), la reducción en el coste de las pensiones sea inferior a tres puntos del PIB. Este ahorro es menos de la mitad del necesario para garantizar la solvencia a largo plazo del sistema (si no se aportan más recursos). Por ello, las medidas básicas de la reforma no garantizan la solvencia a largo plazo del sistema. Entonces entrará en juego el factor de sostenibilidad. Sus efectos dependen de cómo se diseñe. Si efectivamente restablece el equilibrio financiero, la reducción adicional de pensiones puede ser sustancial.
En el recuento final, pierden los trabajadores porque de entrada se dejan hasta un 20% de pensión vitalicia a cambio de nada, y en el futuro pueden dejarse mucho más. Ganan las instituciones financieras que, a pesar de haber demostrado ser más expertas en cobrar comisiones que en dar rentabilidad, venderán más planes privados (parcialmente financiados con dinero público vía IRPF). Pierden los sindicatos porque han demostrado su falta de fuerza y liderazgo. Solo han logrado retrasar y reducir marginalmente el recorte. El Gobierno gana porque verá legitimada su actuación reciente por unos sindicatos que criticaron muchas de las medidas que ahora apoyan. También será alabado por las instituciones internacionales a pesar de que las medidas aprobadas no afectan a la salida de la crisis porque tardarán más de veinte años en reducir el gasto significativamente.
La reforma de las pensiones se ha basado en una premisa ideológica presentada como técnica: las pensiones deben financiarse solo con cotizaciones a los tipos actuales. Esto implica que todo el ajuste debe ser vía reducción de pensiones. Frente a esto, se podría haber hecho una reforma que repartiera el coste adicional de las pensiones de forma justa entre generaciones, individuos y tipos de renta. Los trabajadores hubieran soportado su parte del coste, pero a cambio se habría dotado al sistema con más recursos (cotizaciones, impuestos, fondo de reserva, deuda). -
Ignacio Zubiri es catedrático de Hacienda en la Universidad del País Vasco.

domingo, 30 de enero de 2011

CRECIMIENTO DE LA DEUDA PÚBLICA DUPLICÓ EL DE LA ECONOMÍA EN 2010

Se incrementó en 11%; llega al máximo histórico de 4 billones 218 mil millones de pesos
En el último año los pasivos con el exterior se elevaron en 13 mil 233 millones de dólares
El endeudamiento del gobierno federal se disparó en 2009 al asumir el costo de los Pidiregas
Israel Rodríguez J. / Periódico La Jornada
En 2010 el saldo de la deuda total del sector público federal se ubicó en un nuevo máximo nivel histórico para establecerse en 4 billones 218 mil millones de pesos, lo que significó un aumento (entre deuda interna y externa) de 11 por ciento, es decir, el doble del crecimiento alcanzado por la economía mexicana durante el año pasado, de 5.3 por ciento.
De esta manera, el endeudamiento neto total del sector público federal, que incluye a los organismos bajo control presupuestal directo, como son la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y la banca de desarrollo, se ubicó en 30.9 del producto interno bruto (PIB), nivel superior en un punto porcentual respecto del observado al cierre de 2009.
De acuerdo con los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, al cuarto trimestre de 2010, difundido por la Secretaría de Hacienda, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en su versión más amplia (que incluye las deudas interna y externa, las deudas de CFE y Pemex, el rescate carretero, banca de desarrollo, rescate bancario y Pidiregas) ascendió a 4 billones 817 mil 385 millones de pesos, equivalente a 35.2 por ciento del PIB, monto superior en 0.6 puntos porcentuales con respecto del nivel observado al cierre de 2009.
Más colocación de bonos
Durante 2010 la deuda interna neta creció 326 mil 827.3 millones de pesos, al pasar de 2 billones 594 mil 133.2 millones de pesos en diciembre de 2009 a 2 billones 920 mil 960.5 millones de pesos para representar una proporción de 21.4 por ciento con respecto del PIB, cifra superior en 0.9 puntos porcentuales respecto de la observada al cierre de 2009.
La deuda interna está integrada por los bonos gubernamentales como Cetes, Bondes, Udibonos, Bonos de Desarrollo, entre otros, que coloca el gobierno federal entre el público inversionista para completar el financiamiento de su gasto operativo.
El plazo promedio de vencimiento de la deuda interna presentó un aumento de 0.86 años (309 días), al pasar de 6.34 a 7.20 años en el mismo periodo. Lo anterior, como resultado de la nueva estrategia implementada a partir del primer trimestre de 2010, en la que se modificó el programa de subasta de bonos gubernamentales incrementando la colocación de valores de largo plazo y manteniendo en los niveles anteriores la colocación de valores de corto plazo.
Por su parte, la deuda pública externa neta, que comprende todas las obligaciones contraídas por el gobierno federal con acreedores extranjeros y pagaderas en el exterior tanto en pesos como en divisas y cuyo pago representa una salida neta de recursos del país, creció 13 mil 233.2 millones de dólares, unos 163 mil 430 millones de pesos con un tipo de cambio promedio de 12.35 pesos. Así la deuda externa neta pasó de un saldo de 91 mil 721.9 millones de dólares al cierre de 2009 a 104 mil 955.1 millones de dólares al 31 de diciembre de 2010.
La relación deuda externa neta a PIB, se situó en 9.5 por ciento, nivel superior en 0.1 puntos porcentuales respecto de la observada al cierre de 2009. La estructura porcentual de la deuda interna es equivalente a 69.3 por ciento y el restante 30.7 corresponde a la deuda externa.
Los informes oficiales precisan que el monto del endeudamiento total del sector público federal, considerando la deuda interna y externa, se situó en 425 mil 991.4 millones de pesos.
Es importante señalar que el endeudamiento del gobierno federal se acentuó después de que en 2009 la deuda contraída por el sector energético, principalmente de Pemex para financiar la ampliación de su infraestructura mediante los proyectos de impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas) pasó a ser contabilizada y reconocida como deuda federal.
El gobierno federal justificó los altos niveles de endeudamiento aplicados durante el año pasado, al señalar: "Durante 2010, la política de crédito público continúo siendo un factor que contribuyó a la estabilidad y recuperación de los mercados financieros nacionales tras las inestabilidad observada los años precedentes, como consecuencia de la crisis financiera internacional".

SEGURIDAD, MÁS PRESUPUESTO QUE A SALUD, CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN CONJUNTO

Hubo 15,273 homicidios, el mayor número en lo que va del sexenio
Israel Rodríguez J. / Periódico La Jornada
Durante el año pasado el gobierno federal destinó al gasto para seguridad 112 mil 155 millones de pesos, monto superior al que se destina al sector salud y a ciencia y tecnología en conjunto, revelan informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Pese a que el gobierno canalizó una suma cercana a uno por ciento del producto interno bruto (PIB) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar), Procuraduría General de la República (PGR) y a la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSP), el número de homicidios en ese mismo año fue de 15 mil 273, el mayor en lo que va de la administración del presidente Felipe Calderón.
Los anexos de los Informes sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, al cuarto trimestre de 2010 precisan que para el sector salud se destinaron 87 mil 616.6 millones de pesos, después de una disminución de 2 mil 276.3 millones de pesos al presupuesto original.
Para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se canalizaron apenas 15 mil 969.3 millones de pesos, después de una ampliación de solamente 22 millones 700 mil pesos. Así, en conjunto en estos dos importantes rubros totalizaron un gasto de 103 mil 585.9 millones, lo que significa 8 mil 568.9 millones por abajo del presupuesto total destinado a la seguridad pública.
Los informes de la SHCP precisan que en 2010 la Secretaría de la Defensa Nacional ejerció la mayor proporción del gasto destinado a la seguridad con un presupuesto de 52 mil 597.5 millones de pesos, después de que se le autorizó una ampliación de 8 mil 900 millones con respecto al presupuesto original.
Después le siguió la Secretaría de Seguridad Pública Federal, con un ejercicio del gasto por 30 mil 192.3 millones de pesos, luego de una reducción de 2 mil 200 millones de su presupuesto original.
En la Secretaría de Marina se ejercieron durante el año pasado18 mil 432.4 millones, tras una ampliación y autorización de 2 mil 400 millones de pesos. La Procuraduría General de la República, por su parte, aplicó 10 mil 932.6 millones, después de una reducción de su presupuesto original por 849 millones de pesos.
De esta manera, solamente estas cuatro dependencias vinculadas a ofrecer seguridad a la población mexicana tuvieron a su disposición un total de 307.2 millones de pesos diarios durante todo el año pasado.

UN CASO DE MAYOR PRIVATIZACIÓN ELÉCTRICA

Antonio Gershenson / La Jornada
En el artículo 27 de la Constitución se dice que "Corresponde exclusivamente a la nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público."
Al modificar la ley reglamentaria, en tiempos de Salinas, se violó este párrafo constitucional. Se dijo, en el artículo tercero, que “no se considera servicio público:
“I. La generación de energía eléctrica para autoabastecimiento, cogeneración o pequeña producción;
“II. La generación de energía eléctrica que realicen los productores independientes para su venta a la Comisión Federal de Electricidad;
“III. La generación de energía eléctrica para su exportación, derivada de cogeneración, producción independiente y pequeña producción;
“IV. La importación de energía eléctrica por parte de personas físicas o morales, destinada exclusivamente al abastecimiento para usos propios.”
Empezamos por el párrafo II, de los "productores independientes". Como le venden electricidad a la CFE, y ésta la vende como servicio público, pues ya contradicen la Constitución, en vez de reglamentarla. Con esto se viola el primer "exclusivo", la generación.
Pero ahora se viola otro. La empresa trasnacional Sempra Energy les vende electricidad que generó en México a empresas privadas, en Mexicali, como Bimbo y Jumex. Traslada su electricidad a Estados Unidos para su venta allá, pero también regresa, importa, una parte, para vendérsela a empresas como Bimbo y Jumex.
Se encubren estas operaciones diciendo que uno sólo exportó (párrafo tercero del artículo tercero de la ley) y el otro sólo importaría (párrafo cuarto). Pero esto es poner la ley reglamentaria por encima de la Constitución, pues en realidad es una sola operación, con la misma electricidad. Y se viola el tercer "exclusivo", distribuir. Y claro, se sigue violando la exclusividad de la generación para prestar el servicio público.
Sempra ha cometido, además, numerosas violaciones a las leyes, lo mismo que los funcionarios que la han apoyado en todo. En este diario se han publicado varios de estos hechos.
Sempra empezó a instalar en la playa Costa Azul, en Ensenada, una planta para regasificar gas licuado, comprado al extranjero. Leyes y normas obligaban a Sempra a tener una zona de exclusión de mil hectáreas, y una de amortiguamiento de otras 3 mil. Se trataba de reducir daños a los vecinos y a la naturaleza.
Pero el dueño de un terreno importante en el área, Ramón Eugenio Sánchez Ritchie, no llegó a acuerdo económico con Sempra y no quiso vender. Autoridades y Sempra hicieron una verdadera estafa. Falsificaron la firma de una señora, ya muerta, que fue dueña del terreno antes, la cual supuestamente cedía el terreno. Hubo dólares para las mordidas necesarias a funcionarios. La policía desalojó al dueño y el proceso de Sempra siguió como si nada.
Sin embargo, cuando el juicio recorrió todo su camino, reconoció la propiedad al dueño real. Este dueño tuvo que irse a vivir a San Diego, ante las amenazas. Sin embargo, en el año 2010 Sempra tuvo que devolver el terreno al dueño, y el juicio también levantó los cargos que le habían hecho.
Sempra ya no cumplía los requisitos legales, pero, como siempre, el dinero lubricó a los funcionarios involucrados, y Sempra sigue como si nada. Cometiendo faltas como la mencionada al principio y otras.
Hace unos días se puso al descubierto, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, entre otras cosas, que el gasoducto que tendió de su planta regasificadora a su planta generadora de electricidad en Mexicali fue con el recubrimiento del asfalto recién tendido para eso, del Boulevard 2000, en Ensenada. Esta obra se construyó con fondos federales.
Total que Sempra tiene todo un sistema eléctrico, que incluye violaciones a la Constitución por varios lados. Sin cumplir las normas, tiene una planta para regasificar gas licuado importado; tiene generación de electricidad en su planta; tiene transmisión del gas y de electricidad y vende electricidad a por lo menos dos empresas mexicanas.
Viola casi todo el texto de la Constitución que habíamos citado: "generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público".
Es correcto, como se acordó en el Congreso, que la Auditoría Superior de la Federación investigue violaciones a las leyes como estas.

EGIPTO: EPÍLOGO DE UN ALIADO SUPERESTRATÉGICO DE EU

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme / La Jornada
La revolución del jazmín del paradigma tunecino expande su aroma juvenil en los cuatro rincones del mundo árabe de 25 países y territorios con 360 millones de habitantes (ver Bajo la Lupa, 16, 19 y 26/1/11).
La revolución del jazmín, una revolución genuinamente juvenil de supervivencia, ha conjugado dos hambrunas (la material y la espiritual) y ha inspirado a los desempleados universitarios famélicos de Jordania, Yemen y Egipto (by the time being): interconectados por las redes sociales y la espléndida cobertura de la televisión qatarí Al Jazeera.
La revuelta (intifada) en Egipto estaba escrita en el muro y solamente faltaba el detonador del paradigma tunecino.
La satrapía de Mubarak ostenta(ba) la peor mezcla de dos infiernos: autocrática en lo político y neoliberal en lo económico. Curiosamente, desde la instalación de la república hace 59 años, que derrocó a la monarquía sostenida por Gran Bretaña (GB), sus únicos cuatro presidentes, todos militares, no han acabado bien (Neguib, Nasser, Sadat y Mubarak).
Antes de su explosión ya existían señales ominosas que no fueron tomadas en cuenta por el ancien régime de Hosni Mubarak –con una satrapía de 36 años (si se agregan sus seis años anteriores como vicepresidente del asesinado Sadat)– en el poder omnímodo de un monopartido, el oficial Partido Nacional (sic) Democrático (sic), cuya sede ha sido incendiada como adelanto del porvenir.
Más allá de su alianza con el hipermilitarismo de EU y GB, además de su apoyo a Israel en su infanticidio de palestinos de Gaza, existieron tres señales fatídicas: 1. protestas de los obreros del delta del Nilo por las alzas de los alimentos en 2008 que condujeron a la creación libertaria del internauta Movimiento del 6 de abril, sin ninguna afiliación política y aliado al grupo de miserables (literal) Kafaya (¡Ya basta!); 2. descarado fraude totalitario en las recientes "elecciones" legislativas, y 3. matanzas, sumadas de su asfixia cultural y política, de los coptos cristianos (10 por ciento de la población).
Si se tardaron los jóvenes egipcios en rebelarse legítimamente, a fortiori, Obama –ya no se diga sus variados antecesores– se demoró mucho más en percatarse de que uno de los óptimos aliados intemporales de EU en la región, el octogenario Mubarak, es uno de los peores déspotas del planeta, quien deseaba colocar de sucesor a su hijo, el banquero Gamal, anterior ejecutivo de Bank of America en Londres, quien se benefició con la ola privatizadora neoliberal.
Egipto se encuentra ante un clásico "fin de antiguo régimen". Las horas de Mubarak están contadas y cantadas, pero, a diferencia de la defenestración del autócrata tunecino Bin Alí Babá, su caída tendrá consecuencias trascendentales en la geopolítica medio oriental que pone en tela de juicio, si no en la picota, al eje EU-GB-Israel-Egipto.
Su trascendencia geopolítica –el más poderoso ejército árabe y décimo lugar militar mundial– radica tanto en representar el puente entre África y Asia como en su posesión del superestratégico canal de Suez, que conecta el mar Mediterráneo al mar Rojo y al océano Índico, donde transita un sustancial porcentaje del petróleo regional.
Egipto, país vibrante y asiento de varias civilizaciones miríficas superpuestas, representa el corazón y la mayor población del mundo-árabe (23 por ciento del total), en su aplastante mayoría juvenil: 60 por ciento menor a 30 años de edad.
La juvenil revolución del jazmín y sus aromas irredentistas epitomiza también una genuina "revolución demográfica" en el mundo árabe, en particular, y en el islámico, en general.
En Egipto, 4.3 por ciento de la población tiene más de 65 años, segmento demográfico al que pertenece Mubarak, con 82 años.
Su recién nombrado vicepresidente (cargo vacante desde que Mubarak accedió a la presidencia hace 30 años), teniente general Omar Suleiman –superespía responsable de los torturadores Mukhabarat (servicios secretos)– tiene casi 75 años, también con patología física (amén de la siquiátrica, consustancial de los verdugos).
El recién nombrado primer ministro, mariscal de aviación Ahmed Shafik, tiene 69 años.
El jefe del ejército (ministro de Defensa en el despedido gobierno de Ahmed Nazif, tecnócrata millonario y de familia monarquista), mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi Soliman, tiene 75 años.
Se trata de una autocracia de bisabuelos (dicho respetuosamente) que reprime y suprime a sus bisnietos con una brecha de tres generaciones: ¡gerontocracia infanticida!
Casi 60 por ciento de los egipcios, de 30 años de edad para abajo, aún no nacía cuando Mubarak accedió, primero a la vicepresidencia y, luego a la presidencia, de lo que se desprende su desconexión mental con la realidad ambiental humana, lo cual le permitió durante dos eternas generaciones la tríada de EU-GB-Israel por conveniencia geopolítica y globalista financierista.
Estoy en total desacuerdo con la tesis muy occidentaloide de que el mundo árabe vive su "momento Berlín". ¡Para nada! Su momento es singularmente tunecino.
La caída del muro de Berlín y su ola libertaria en las antiguas repúblicas soviéticas beneficiaron más que a nadie a EU y a GB. Hoy el caso es al revés: EU y GB pueden sufrir una severa derrota estratégica en Medio Oriente.
Un editorial del británico The Guardian (29/1/11) –que no oculta su preferencia por un gobierno de transición del muy respetado (más que popular) Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y anterior director de la AIEA– aduce que "la revolución (sic) amenaza no sólo al régimen de Mubarak sino, también la estrategia que EU y GB han construido en Medio Oriente".
Simon Tisdall (The Guardian, 28/1/11) sustenta que "la Casa Blanca se tambalea en la cuerda floja egipcia", ya que a EU lo que menos le importa es el advenimiento de un gobierno "democrático", sino uno "amigo": más allá de la teoría, "en la práctica (sic), EU apuntala un sistema autoritario por razones de interés personal". ¿No es lo mismo que ha ejercitado EU en México desde hace varias generaciones?
Haaretz (27/1/11) describe la angustia geopolítica de Israel: "Ministro israelí: el régimen de Mubarak prevalecerá en Egipto a pesar de las protestas". El ministro del gobierno de Netanyahu que pidió el "anonimato (¡supersic!)" sugirió "ejercer la fuerza (¡extrasic!)" para que el "aparato de seguridad retenga el control". Nada nuevo del gobierno de Netanyahu que todo, al estilo de Calderón, lo desea resolver por la vía militar.
Lo mejor: dos días más tarde, las familias de los diplomáticos israelíes en Egipto habían huido en un vuelo especial (Stratfor, 29/1/11).
EU ha pasado al control de daños y optará por el escenario menos nocivo a su interés geopolítico.
Existen varios escenarios (que ulteriormente desglosaremos): desde un golpe militar abierto o subrepticio (con el teniente general Sami Anan) maquillado luego por el "síndrome Honduras" de elecciones teledirigidas, pasando por un gobierno de transición (encabezado por El Baradei o Amer Musa), hasta elecciones "libres" donde los Hermanos Musulmanes pueden descollar.
Su pesadilla: la revolución jomeinista de 1979 en Irán.

SAMUEL RUIZ, EL MEDIADOR

Gerardo Unzueta / El Universal
“Sin él —ha dicho Hermann Bellinghausen—, tal vez Chiapas se hubiera bañado realmente de sangre”. Hermann, amplio conocedor de los procesos que transcurrieron en el estado suriano durante las últimas décadas y, desde luego, del humanismo religioso de Samuel Ruiz, caracterizó así al obispo que llevó la paz a Chiapas, al “Obispo de los pobres”.
A fines de abril de 1994, gracias a la intervención de un querido militante de las causas indígenas —por desgracia ya asesinado—, tuvimos la oportunidad de celebrar una fecunda entrevista con el obispo. En ella obtuvimos la revelación de don Samuel Ruiz, el mediador entre el EZLN y el gobierno (cómo y por qué lo fue, cuál fue su compromiso y de qué manera lo cumplió). Más que una entrevista, una plática afable se publicó, después de una revisión por nuestro interlocutor, en la revista Memoria (junio de 1994), órgano del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista (CEMOS). Razones de espacio me obligan a publicar sólo un resumen.
El punto de partida de nuestra conversación fue su homilía del 23 de enero, en la cual hizo pública su asunción de la tarea mediadora entre el gobierno y el EZLN “no sólo porque se me solicitaba por ambos sino, sobre todo, viendo un llamamiento de Dios mismo...”, precisa:
—“Dije el 23 de enero que ‘la paz en nuestro país, que creíamos tan firme, mostró su fragilidad porque estaba basada en una situación de injusticia que aún no superamos”. Mediante la simple lectura de los principales diarios conocimos, en forma objetiva, los acontecimientos dolorosos que en Chiapas se desarrollaban: violaciones frecuentes de los derechos humanos, aplastamiento de las formas orgánicas de reclamación social... manifestaciones claras de que la paz social existente en Chiapas, a través del llamado imperio de la ley, “no tiene otra explicación, no es otra cosa que la contención social, un control de las fuerzas y un aplastamiento de las mismas”.
¿Era posible la paz sin el levantamiento?, inquirimos.
“Ello fue generando, como los levantados dijeron, continuó, un sentido de frustración y una incapacidad de lograr por medios pacíficos y legítimos a los problemas ancestrales acumulados y a las injusticias nuevas”. Pero ésa no era sólo la situación de Chiapas, en todo el país se veía una cosa similar: había una inconformidad que se expresaba a través de manifestaciones de oposición a la imposición de un régimen en el que un partido oficial se identifica en la práctica con el gobierno. Muchas de esas manifestaciones fueron reprimidas con violencia.
—Junto con eso se nos hacían discursos acerca de una tranquilidad y una paz que debían conducirnos a que juzgáramos al país como un espacio para la paz, y así nos sintiéramos y así procediéramos... Yo creo que ese encanto misterioso terminó definitivamente el primero de enero, cuando el estruendo de las armas nos hizo despertar con la interpelación que hace una sociedad civil mexicana dispuesta a caminar por verdaderos senderos de justicia y por el establecimiento de una paz fundada en ella.
Fue entonces que pedí a don Samuel me explicara su decisión de mediar entre el EZLN y el gobierno de Zedillo, quien, por cierto, había estado en San Cristóbal un día antes de nuestra entrevista. Allí, ante nosotros surgió la figura de Samuel Ruiz, que siendo obispo de San Cristóbal no renunciaba “a su parte de ser profeta”, y daba el paso trascendental:
—En la homilía del 23 de enero decía que he asumido esa tarea no sólo porque se me solicitaba por parte del gobierno y del EZNL, sino “sobre todo viendo en ello un llamamiento de Dios mismo en la comunicación entre las partes dialogantes y de testigo de calidad de la voluntad de ambas partes.
“Quiero agregar ahora que fui escogido por lo que soy, porque continúo siendo obispo de esta realidad territorial y no por ello renuncio a mi parte de ser profeta, aunque no sea el juez que vaya a dirimir sobre unas decisiones y las respuestas que se den en la negociación de la paz aun en marcha.
“Continúo en la tarea de encaminarme junto con la grey que me ha sido confiada hacia pastos de nutrición verdadera en la palabra de Dios y fundamentación en la justicia y en la paz, particularmente manifestada en el amor, entrega y servicio hacia el hombre marginado”.
¿Por qué es posible que se le encomiende esa tarea?, inquirimos.
—Este trabajo de mediación no se me encomienda de manera gratuita, es la clara consecuencia de un trabajo pastoral desarrollado a favor de los indígenas, es consecuencia también de la protesta que en diferentes ocasiones hicimos, levantando la voz ante los atropellos innumerables a las comunidades de indios, y así se lo reconocemos. Este trabajo de mediación es fruto de un encaminamiento de la diócesis y resultado de nuestro claro interés de aquellos que se encuentran en el piso bajo de toda la sociedad”.
Ante nosotros había hablado el hombre, el obispo que cerró el camino a una guerra sangrienta, el que abrió el camino a los acuerdos de San Andrés Larráinzar, que después el gobierno de Zedillo traicionó.
Analista político



LOS PLIEGUES DE LA REPRESENTACIÓN

Francisco Valdés U. / El Universal
Hablar de democracia representativa conlleva el signo de la ambigüedad. Peor aún, el de la discordia. En las posturas opuestas extremas se afirma que la representación en política es una forma de engaño y que hay que sustituirla por la intervención directa, o bien, que la representación es por fuerza indirecta y distante, y que el ciudadano debe resignarse a la pasividad hasta la siguiente elección, y otra vez después de ella.
La contraposición es anacrónica. El Estado y la democracia en sus formas tradicionales están siendo rebasados por una globalización que no depende sólo de la “intención” de intercambiar con libertad, sino de los medios técnicos que están al alcance de lo que hacen los particulares, las organizaciones, legales o no, y los agentes de todo tipo, internos o externos al Estado.
Las redes sociales en la internet, los medios de transporte, las migraciones internacionales, la simultaneidad de la comunicación social, la formación de sistemas de vinculación internacional de todo tipo ofrecen elementos para concebir la improbabilidad de que el Estado nacional vuelva a tener la cohesión que conoció en épocas pasadas, en las que estos elementos no estaban presentes.
Por otra parte, la fragmentación de la política y de los políticos en miríadas de intereses, la incapacidad de sus partidos para unificarlos en torno a ideologías, programas y objetivos habla de cómo estas nuevas realidades dificultan la representación política y la hacen imposible en su sentido clásico. Asimismo, hacen de la idea de intervención directa sin calificaciones una simple caricatura cuya factibilidad es dudosa hasta en la comunidad primitiva.
La representación, la democracia y el Estado de derecho son una tríada difícil de asir y de tejer con sentido de actualidad. Sin embargo, ahí está el reto principal. Es verdadera la máxima que afirma que el tamaño de la sociedad y su complejidad, y la especialización de gobernar hacen impensable una democracia que no sea la representativa. Pero no debe tomarse como una forma de resignación.
Entre el extremo del principio liberal clásico de que el gobierno, en tanto encarna el poder, debe ser, primero y sobre todo, un gobierno limitado, sometido a contrapesos, controlado para que no exceda sus funciones ni se transforme en un leviatán, ha tenido un peso inmoderado en la subjetividad política, al menos en la de los demócratas. Sin embargo, la historia y la experiencia demuestran que la extralimitación del principio no es realista y que los esfuerzos por aplicarlo se estrellan una y otra vez contra las cuerdas de una sociedad que requiere de acciones positivas, y no solamente de una presencia negativa del “Estado gendarme”.
El Estado es, necesariamente, una respuesta a las necesidades de la acción colectiva, justamente ahí donde los individuos por sí mismos, o los pequeños grupos, no pueden acometer tareas de gran calado que simplemente escapan a sus posibilidades (infraestructura, educación, salud, gobernabilidad, gobernanza, etc.).
Pero el Estado democrático, si ha de ser ambas cosas, debe ser representativo no solamente en el sentido del viejo canon decimonónico de la teoría liberal, es decir, representativo de los ciudadanos que eligen a los gobernantes mediante el sufragio y que solamente renuevan la representación mediante comicios periódicos. La realidad contemporánea y los medios técnicos disponibles hacen que las formas de intervención directa de los ciudadanos en determinadas decisiones requieran de figuras como el referendo o el plebiscito, la consulta pública o la asamblea.
La existencia de medios de comunicación supranacionales que permiten poner en contacto a personas y redes de todas partes del mundo actualizan la aparición de nuevas problemáticas que la vieja idea de representación no resuelve.
A la pregunta de si será posible en el futuro la superación de las fronteras nacionales mediante modalidades de ejercicio del poder político representativas de intereses globalizados, es posible ya responder parcialmente. El gran poder económico se ha transnacionalizado y juega en una cancha en la cual los árbitros destinados a controlarlo (los gobiernos) son incapaces de hacer que cumpla las reglas de los juegos nacionales. Lo mismo pasa con el crimen organizado, y otro tanto, aunque más silenciosamente y con distintos efectos, con los tejidos sociales que van asociando a las relaciones de copresencia múltiples vínculos cohesivos a distancia.
El Estado democrático de derecho tiene que gobernar bajo estas circunstancias. Pero no puede hacerlo si no incrementa su representatividad. Para hacerlo, es necesario que exprese el sentir de cada vez más diversos actores y atienda problemas más complejos. Caminar en esta dirección implica dos cosas: mayor proporcionalidad de la integración de los gobernantes y nuevos métodos de interacción entre el poder político y la sociedad.
Sin hacerlo, la democracia puede sobrevivir, pero precaria e inestable. Innovando en la dirección enunciada podría salvar la integración de la democracia y el Estado.
Director de la FLACSO-México

SU EUROPA PARTICULAR

Los republicanos usan el mito de una Europa fracasada en contra de las políticas progresistas
PAUL KRUGMAN / EL PAÍS
El discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Obama fue un tostón. Pero la respuesta republicana oficial, presentada por el representante Paul Ryan, ha sido realmente interesante. Y no lo digo en el buen sentido. Ryan ha hecho afirmaciones muy discutibles sobre el empleo, la asistencia sanitaria y más cosas. Pero lo que me ha llamado la atención al leer la transcripción ha sido lo que ha dicho acerca de otros países: "Si no, fíjense en lo que les está pasando a Grecia, Irlanda, Reino Unido y otros países de Europa. No han actuado lo bastante pronto; y ahora sus Gobiernos se han visto obligados a imponer dolorosas medidas de austeridad: grandes recortes de las prestaciones a los mayores y enormes subidas de impuestos para todo el mundo".
Es una buena historia: los europeos titubearon acerca de los déficits, y eso condujo a la crisis. Desgraciadamente, aunque eso es más o menos cierto en el caso de Grecia, no es ni mucho menos lo que ha pasado en Irlanda ni en Gran Bretaña, cuya experiencia refuta de hecho la actual retórica republicana.
Claro que, los conservadores estadounidenses hace mucho que tienen su Europa particular e imaginada: un lugar de estancamiento económico y una Sanidad terrible, una sociedad que gime bajo el peso del Gran Gobierno. El hecho de que Europa no sea realmente así -¿sabían que los adultos que se incorporan por primera vez al mercado laboral tienen más posibilidades de encontrar trabajo en Europa que en Estados Unidos?- no les ha disuadido. Así que no deberíamos sorprendernos por unos cuentos chinos similares sobre los problemas de deuda europeos.
Hablemos de lo que realmente ha pasado en Irlanda y Gran Bretaña. En vísperas de la crisis financiera, los conservadores no hacían más que elogiar a Irlanda, un país con impuestos bajos y poco gasto en relación con la media europea. El Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage lo situaba por encima de cualquier otro país occidental. En 2006, George Osborne, ahora ministro de Hacienda de Gran Bretaña, afirmaba que Irlanda era "un ejemplo brillante del arte de lo posible en la elaboración de políticas económicas a largo plazo". Y la verdad es que, en 2006 y 2007, Irlanda registraba un superávit presupuestario y uno de los niveles de deuda más bajos del mundo desarrollado.
¿Qué fue lo que salió mal? La respuesta es: bancos fuera de control; los bancos irlandeses se desbocaron durante los años de bonanza y generaron una enorme burbuja inmobiliaria. Cuando la burbuja estalló, los ingresos se hundieron y el déficit se disparó, mientras que la deuda pública se puso por las nubes porque el Gobierno terminó asumiendo las deudas de los bancos. Y los drásticos recortes del gasto no han logrado restaurar la confianza, a la vez que han provocado una enorme destrucción de empleo.
La lección de la catástrofe irlandesa, por lo tanto, es casi la contraria de la que Ryan pretende hacernos creer. No dice "recortad el gasto ahora, o pasarán cosas malas"; dice que los presupuestos equilibrados no le van a proteger a uno de la crisis si uno no regula eficazmente sus bancos, un argumento defendido en el informe recién publicado de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera, que llega a la conclusión de que "30 años de liberalización y dependencia de la autorregulación" han contribuido a provocar nuestra propia catástrofe. ¿He mencionado que los republicanos están haciendo todo lo posible por minar la reforma financiera?
¿Qué pasa con Gran Bretaña? Bueno, al contrario de lo que Ryan parecía dar a entender, Gran Bretaña no ha sufrido realmente una crisis de deuda. Es cierto que David Cameron, que se convirtió en primer ministro el pasado mayo, ha dado un giro radical hacia la austeridad fiscal. Pero eso ha sido una elección, no una respuesta a la presión del mercado.
Y tras esa elección se encontraba la adherencia del nuevo Gobierno británico a la misma teoría ofrecida por los republicanos para justificar su petición de recortes inmediatos del gasto en Estados Unidos, la afirmación de que recortar drásticamente el gasto en un momento de depresión económica ayudará en realidad al crecimiento en vez de perjudicarlo.
¿Y cómo le está yendo a esa teoría? Nada bien. La economía británica, que parecía estar recuperándose de la crisis en 2010, volvió a caer en el cuarto trimestre. Sí, el mal tiempo ha sido un factor, y no, uno no debe dar demasiada importancia a las cifras de un solo trimestre. Pero está claro que no hay ningún indicio de ese aumento de la confianza del sector privado que se suponía que iba a contrarrestar los efectos directos de la eliminación de medio millón de puestos de trabajo públicos. Y, como consecuencia, la experiencia británica no ofrece apoyo alguno a las afirmaciones republicanas sobre que Estados Unidos necesita recortes del gasto para enfrentarse al paro masivo.
Lo que me lleva de nuevo a Paul Ryan y su respuesta al presidente Obama. Vuelvo a decir que los conservadores estadounidenses han usado desde hace mucho tiempo el mito de una Europa fracasada como argumento en contra de las políticas progresistas en Estados Unidos. Más recientemente, han intentado apropiarse de los problemas de deuda de Europa en beneficio de su propio programa, independientemente del hecho de que los acontecimientos en Europa realmente apuntan en el sentido contrario.
Pero a Ryan se le suele retratar como un líder intelectual dentro del Partido Republicano, con especial conocimiento de los asuntos relacionados con la deuda y el déficit. Así que la revelación de que literalmente no tiene ni la más remota idea de las crisis de la deuda que actualmente se están produciendo es, como he dicho, interesante, y no en el buen sentido.
Paul Krugman es profesor de Economía en Princeton y premio Nobel de Economía de 2008. © 2011 New York Times Service. Traducción de News Clips.

PENSIONES NUEVAS PARA PROBLEMAS VIEJOS

La reforma de la jubilación rebaja la prestación y abre paso a nuevos cambios en el futuro
CARMEN SÁNCHEZ-SILVA / EL PAÍS
A última hora, pero ha habido acuerdo. El Gobierno ha podido ampliar la edad de jubilación a los 67 años con el visto bueno de los agentes sociales en una reunión que se prolongó hasta pasadas las cuatro de la mañana y que ha permitido llevar al Consejo de Ministros los ejes del anteproyecto de ley aprobado el viernes. Así, la semana que viene José Luis Rodríguez Zapatero podrá presentar a la canciller alemana, Angela Merkel, la reforma de las pensiones que ha preparado y que, según reconocen la mayoría de los expertos consultados, responde más a las exigencias de Bruselas y de los mercados financieros internacionales que a la propia sostenibilidad económica del sistema. Será una de las mayores reformas de las pensiones llevadas a cabo en nuestro país.
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sábado, 29 de enero de 2011

MÉXICO, ENTRE LAS ECONOMÍAS "MÁS VULNERABLES": MERRIL LYNCH

Afectará recuperación en la demanda interna, advierte Bank of America-Merrill Lynch
México, vulnerable ante una nueva desaceleración en EU
Empleo, crédito y remesas, factores relevantes para avanzar, señala la firma financiera
Roberto González Amador / Periódico La Jornada
México se mantiene este año como una de las economías más vulnerables entre los países en desarrollo, dada la posibilidad de una nueva desaceleración de la actividad en Estados Unidos, su principal socio comercial, advirtió este viernes la firma financiera Bank of America-Merrill Lynch.
"La incipiente recuperación de la demanda interna (en México) puede ser afectada, a través de varios canales, si sectores importantes como la construcción y la manufactura en Estados Unidos vuelven a perder dinamismo", añadió.
La firma financiera consideró que la recuperación de la economía de México continuará "a paso lento". Las exportaciones no petroleras a Estados Unidos, actividad que ha encabezado la recuperación después de la recesión de 2009, se moderarán en 2011 en la medida en que el ciclo económico en aquella nación se modera, anticipó.
"Después de lograr un crecimiento ligeramente superior a 5 por ciento en 2010, apoyado por la demanda externa, ahora se espera que la actividad económica de México se modere, pero mantenga un avance de 4 por ciento en 2011", consideró.
Añadió que el paquete fiscal aprobado hace unas semanas en Estados Unidos agrega un estímulo neto a la economía de ese país que puede reflejarse en un incremento de las ventas internas allá. Esto es relevante porque la actividad industrial en Estados Unidos es el vínculo más fuerte con la economía mexicana por la compra que realiza de productos manufacturados aquí.
"En adición al continuado impulso que la economía mexicana recibe de su sector externo, y después de varios meses de aumento en la confianza del consumidor, la demanda doméstica ha comenzado a mostrar finalmente signos alentadores. La evolución del empleo, el crédito y las remesas serán factores relevantes para la dinámica de la demanda interna en 2011", agregó.
El reporte de Bank of America-Merrill Lynch apunta que en general las economías de los llamados países emergentes –entre los que se ubica a México– experimentarán en los siguientes meses un incremento de las presiones inflacionarias.
La firma financiera opinó que la fuerte demanda doméstica, sumada al alza en precios alimenticios y energéticos probablemente continuará estimulando las presiones inflacionarias en el corto plazo en este grupo de naciones. Los aún más altos precios de materias primas y el debilitado dólar continuarán generando obstáculos para los bancos centrales de los países emergentes, los cuales responderán con una combinación de escaladas en tasas de interés, controles de capital más restrictivos y medidas macroprudenciales, comentó.

AL MENOS 45% DE LOS GRANOS QUE CONSUME EL PAÍS VIENEN DEL EXTERIOR

Para 2020 será el segundo país importador más importante del globo, pronostican en EU
Dependencia alimentaria hace vulnerable a México ante alza mundial de granos básicos
Descarta el CCE posibles disturbios sociales
Susana González G. / Periódico La Jornada
La dependencia alimentaria de México con el exterior provoca que a la fecha casi la mitad de los granos básicos que se requieren para el consumo interno provengan de importaciones, principalmente de Estados Unidos, advirtió Juan Carlos Cortés García, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), organismo cúpula del sector privado que aglutina a las grandes empresas agroindustriales del país.
"México importa más o menos 45 por ciento de todo lo que consume de granos. Tenemos un nivel de dependencia muy alto y es muy importante elevar la producción doméstica", dijo el dirigente, al tiempo que criticó que el gobierno federal insista en firmar más tratados comerciales o ampliar los cupos de importación con algunos países, en particular con Brasil, Colombia y Perú.
Si bien dijo que "en este año" México no tiene problemas en cosechas y abasto de alimentos tampoco cumple con los niveles de producción agrícola recomendados por organismos como la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el grupo de los ocho países más ricos del mundo (G-8) que señalan que "los países deben producir al menos 75 por ciento de lo que consumen".
El dirigente empresarial refirió que el Departamento de Agricultura del gobierno de Estados Unidos pronostica que en 2020 México será el segundo importador de granos más importante del mundo y el tercero en cárnicos, así que para revertir tal pronóstico se tiene que incrementar la producción doméstica mediante el fortalecimiento de la agricultura por contrato y el establecimiento de presupuestos multianuales que garanticen la inversión privada en el campo.
No obstante, acotó que gracias a un buen año de cosechas y presas llenas "México tiene una posición sana y afortunada este año, pero sí es muy necesario instrumentar cambios de política pública a largo plazo porque el tema alimentario no va a cambiar y necesitamos reducir la dependencia".
En tanto, Mario Sánchez Ruiz, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), descartó que en México exista el riesgo de disturbios sociales por la escasez y encarecimiento de alimentos, como se advirtió esta semana en el Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, Suiza.
En México, aseguró, "hay tranquilidad financiera y paz social, no veo un clima de intranquilidad ni que la sociedad se esté levantando". Según Sánchez Ruiz la producción agrícola nacional "es muy grande para abastecer la demanda prevista" e insistió en las materias primas "suben y bajan de valor".
En contraste, el dirigente del CNA, Juan Carlos Cortés García sí vinculó las alzas en México a una crisis alimentaria.
"Las alzas no son privativas de México, se deben a un fenómeno internacional... La oferta se ve comprometida en algunos productos, combinado con el aumento de la demanda en China y la India."
Terminó la era de comida a precios bajos
Reuters
Chicago, 28 de enero. Los precios de los granos en Estados Unidos se mantendrán elevados este año, apunta un sondeo de Reuters, el más reciente indicador de que la era de los alimentos a precios bajos terminó.
Los precios del trigo, la soja y el maíz estadunidenses, que subieron hasta 50 por ciento el año pasado y tocaron sus mayores niveles desde mediados de 2008, caerán casi 5 por ciento a finales de 2011, según la encuesta entre 16 analistas.
Los pronósticos sugieren que por el momento no hay un rápido alivio para las naciones afectadas por los costos de los alimentos a niveles récord que han generado malestar social. Esto significa que cualquier evento climático extremo en las áreas productoras de granos en el mundo podría disparar aún más los valores.
En Rusia el servicio de estadísticas informó que las existencias de granos en el país se ubicaron en 32.8 millones de toneladas al 1o de enero, una caída de 24.1 por ciento frente a comienzos de 2010.
Las expectativas también podrían fortalecer la decisión de los importadores de elevar aún más sus inventarios, después de un año en el que las existencias de maíz y soja en Estados Unidos, el mayor exportador mundial, se redujeron a su menor nivel en décadas.
Mientras que los precios de los granos se mantienen por debajo de los máximos históricos vistos en el 2008, aún podrían seguir robustos por más tiempo este año, pues la intensa competencia entre las cosechas por el uso de las tierras y la escasez de granos hacen que restaurar el equilibrio sea un desafío aún mayor.
"En realidad creo que la era de los precios baratos de los alimentos ha terminado", dijo Chris Mann, analista de Traders Group Inc, en Chicago.
Una serie de factores llevaron al mercado de granos al borde del abismo el año pasado. Una sequía en el verano en Rusia provocó la suspensión de las exportaciones, las lluvias en Australia disminuyeron la calidad de su cosecha de trigo y la escasez de precipitaciones recortó la producción de maíz de Argentina. China compró volúmenes casi récord de trigo estadunidense y la demanda de etanol, en base a maíz, se disparó.

HISTORIA Y DESARROLLO NACIONAL

David Ibarra / El Universal
En México, los ciudadanos quisiéramos que las cosas caminaran mejor. Aparte de la erradicación del crimen organizado, o quizá por eso, es aspiración generalizada, abatir exclusión y pobreza, crear oportunidades que vuelquen la informalidad al empleo del sector moderno de la economía. En una palabra, se desea reanudar el crecimiento, salir del estancamiento, entender bien lo que pasa.
Cómo salir del nuevo impasse en que estamos es una cuestión que no se aborda o si se hace es bajo la presión de ideologías deformantes o de intereses avasalladores. Por eso, fueron bien recibidos en su tiempo los ensayos críticos La Revolución Mexicana es un hecho pretérito de Silva Herzog o La crisis de México de Cossío Villegas. O textos económicos más amplios, aunque algo envejecidos, entre los que destacan La realidad económica mexicana: retrovisión y perspectivas de Leopoldo Solís, y The Mexican Economy: Twentieth Structure and Growth de Clark Reynolds.
Ahora, merece la más calurosa acogida el libro de Moreno-Brid y Jaime Ros, Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana, que viene a ponernos al día, a llenar un vacío en la historia económica del México independiente con un recuento sistemático, valiosísimo, que incluye también acontecimientos de la última parte del siglo XX y los primeros años del que se vive.
El principal mérito de la obra traducida y publicada con el digno sello del FCE, es el de contener una interpretación de los eventos, fuerzas, aciertos y fallas de gobierno que han determinado la evolución del desarrollo nacional, desde la independencia hasta nuestros días. El énfasis puesto en el peso de la historia y de factores sociopolíticos, mucho distingue a este libro del monismo que campea en los trabajos de muchos autores. Otra virtud del análisis presentado es su imparcialidad: sin dejar de ser crítico no toma partido entre conservadores y liberales en el siglo XIX, como tampoco después entre técnicos, burócratas, librecambistas o estatistas.
En cada periodo, nuestros autores intentan identificar los mayores impedimentos al desarrollo y las respuestas de los gobiernos y élites económicas. Por ejemplo, en el desorden del medio siglo que sigue a la independencia, el proceso de inversión se detiene, nos indican, no sólo por falta de caminos y comunicaciones o por la insuficiencia de mano de obra calificada, sino por factores institucionales y políticos asociados a la búsqueda de un canon nuevo de organización política y crecimiento. Los alcabalas fraccionaban los mercados del país y, sobre todo, lo hace, la persistente desigualdad social. A esas fallas se suman disensos entre facciones políticas, entre las sucesivas oleadas de funcionarios estatales y entre los agentes económicos.
El precisar esa constelación de circunstancias inhibidoras a la prosperidad, esclarece la naturaleza del acierto del porfirista en producir una etapa de claro ascenso económico. En términos institucionales se integraron los mercados y se creó un sistema bancario, que lo mismo financiaba al Estado que al naciente empresariado industrial. Del mismo modo, la inversión en ferrocarriles abatió los costos internos del transporte, contribuyó a unificar el mercado interno y a abrir al país al comercio exterior. A ese romper de los escollos heredados, los gobiernos porfiristas sumaron un autoritarismo que forzó o sustituyó los consensos sobre la política económica, al costo de acentuar la marginación democrática y la distributiva que, a la postre, abrió las puertas a la Revolución. En cualquier caso, la tasa de crecimiento pasó de 0.4% a 3.6% anual de compararse los periodos 1820-1870 con 1870-1910. El régimen porfirista cae por sus pecados sociales y políticos, no por sus éxitos económicos, aunque unos y otros formasen un todo indivisible.
Durante el periodo de contienda civil y los años que inmediatamente le siguen, la economía se deteriora, quizás menos por la destrucción de activos y riquezas, que por la inflación, la caída de las exportaciones, la desorganización de los sistemas bancario y financiero. De ahí se infiere la magnitud de los esfuerzos, la absorción de sacrificios inevitables, para erradicar el autoritarismo porfirista, procurar el ascenso de las clases sociales excluidas e instaurar un modelo político, social y económico distinto. En términos económicos, el balance del cambio lleva a una media de crecimiento de apenas el 1.3% por año entre 1910 y 1940, que tipifica los costos del cambio que luego abrirían paso al periodo del más intenso crecimiento de la historia patria.
Entre 1970 y 1981, el producto se elevó a razón del 6.8% y el ingreso per cápita al 4.1% año con año. La inversión pública en infraestructura física, favorecía los rendimientos privados y se conjugó con la política industrial del proteccionismo y con la acción de los bancos de desarrollo para ensanchar simultáneamente oferta y demanda internas.
La estabilidad social y política ganada se sustentó en los efectos de la reforma agraria, la organización corporativista de los trabajadores o la creación de instituciones. Todo ello culmina en la etapa dorada del desarrollo estabilizador en que se alcanzan altas tasas de crecimiento con relativa estabilidad de precios. En parte, el precio de ese logro fue el aplazamiento de transformaciones internas indispensables —reforma fiscal, modernización financiera, reforma política—, tanto como de las medidas adaptativas del proteccionismo a la apertura externa.
La crisis cambiaria de 1982, los desajustes de la balanza de pagos, el endeudamiento externo en paralelo al ascenso vertical de las tasas de interés interna vienen a complicar los aplazamientos reformistas descritos y ponen en crisis al conjunto de la estrategia anterior de desarrollo. Al propio tiempo, en el ámbito internacional, el keynesianismo progresista y social de la reconstrucción posbélica, cede el paso al paradigma neoliberal de la estabilización y del individualismo. México, debilitado, debe iniciar un doloroso proceso de ajuste económico a lo largo de las tres siguientes décadas, al tiempo que reorienta las políticas públicas en concordancia con los nuevos paradigmas del orden económico universal. El país vulnerable a fenómenos externos y sin consolidar senda segura, sufre una sucesión de crisis (1982, 1987, 1995, 2001, 2008) que reducen su tasa de crecimiento promedio a no más del 2% anual entre comienzos de la década de los 80 y el primer decenio del siglo actual.
Hoy en día, los escollos fundamentales al acceso del bienestar de la población, son el bajo nivel de la inversión pública, el desmantelamiento de la política industrial, la escasez de financiamiento a la producción, el sostenimiento de la sobrevaluación cambiaria. Y en lo social, los problemas del rezago educativo, de la cobertura de los sistemas de salud y de seguridad social, tanto como la explosión desorbitada de la informalidad y la concentración persistente del ingreso.
De lo expuesto, los autores derivan un esbozo de acciones que bien podrían tomar en consideración autoridades y élites políticas: ampliar el espacio fiscal y del gasto público, alterar a fondo la política monetaria, cambiaria y de crédito, imprimir profundidad a las políticas de desarrollo sectorial con el respaldo de los bancos públicos, mejorar deliberadamente la inserción externa y poner el énfasis en las políticas de empleo. Como se ve, la tarea es enorme y, lo es, por el descuido de décadas a las cuestiones medulares del manejo económico de nuestra sociedad.
Analista político


CALDERONISMO "NONO"

México SA
Cordero: mito genial
Inflación y combustibles
Carlos Fernández-Vega / La Jornada
Fiel representante del calderonismo nono (no sabe, no puede, no da una, no tiene puta idea de cómo salir de la bronca), a Ernesto Cordero le ha dado por negar el impacto de los gasolinazos en la inflación y, por ende, el deterioro del poder adquisitivo de los mexicanos. Que no y que no, repite hasta el agotamiento, por mucho que hasta en las escuelas de economía más rascuaches enseñen que el alza en los precios de los combustibles repercute en toda la cadena productiva y es inmediatamente trasladada a los precios de bienes y servicios.
Pero él dice que lo anterior es un mito genial (saludos, Pedro Aspe), porque en la primera quincena de enero de 2011 se registró la inflación "más baja en 22 años" para un periodo igual. No sólo eso: “gasolinazos, los que se daban antes, cuando los precios se incrementaban hasta 50 o 60 por ciento, pues en la actualidad son incrementos muy moderados”. Bien, pero en el calderonato no lo han hecho mal: sin considerar el nuevo impuesto a las gasolinas, hasta diciembre pasado los incrementos registrados han sido de 60 por ciento en el precio del diesel, 30 por ciento en el de la Magna y 22 por ciento en el de la Premium.
Un ejemplo de que los precios de los combustibles sí impactan la inflación (en sentido positivo o negativo) lo aporta el Banco de México: entre los factores determinantes de una inflación menor en 2009 sobresalió el "congelamiento" anual de precios de gasolinas, diesel y gas licuado, lo que se tradujo en una reducción significativa de la variación anual del grupo de los bienes y servicios administrados, que pasó de 8.03 a 0.28 por ciento entre el cierre de 2008 y el correspondiente a 2009. "Esta disminución explicó casi la mitad de la baja que tuvo la inflación general anual". En sentido contrario, durante 2008 “la trayectoria inflacionaria alcista mayor a la anticipada se debe (en buena medida) a los continuos aumentos que sufrieron los precios de los energéticos…”
De hecho, el jefe y pastor de Cordero reconoció que el alza de precios de los combustibles repercutía directamente en el bienestar de todos los mexicanos, de allí que en plena crisis decidiera (Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo) congelar los precios de las gasolinas en todo el país durante todo 2009 y reducir el precio del gas LP en 10 por ciento, manteniéndolo en nivel resultante por el resto de ese mismo año, con la intención de que "las familias se beneficien por una menor inflación que resultaría de estas acciones".
Pero Cordero, que siempre está en el éter, dice que de ninguna manera, lo que no debe sorprender a nadie, toda vez que el gobierno nono de Calderón es especialista en negativas, y como muestra va el siguiente recuento: "no afecta al turismo ni a la inversión" la violencia en el país; "no hay alza generalizada de precios en alimentos": "no hay crisis"; "no hay guerra"; "no la vamos perdiendo"; “no hay ninis”; "no hay tensión social"; "no hay violaciones a los derechos humanos"; "no interrogó la FBI a migrantes"; "no hay crisis en el campo"; "no usa Elba Esther a las escuelas públicas para sus fines electorales"; “no hay alimentos chatarra en las escuelas”; "no hay desempleo"; "no hay dependencia alimentaria", y tantos otros NO que se quedan en el tintero y los que se acumulen.
Entonces, NO desesperen, que de cualquier forma cada día que pasa es uno menos de calderonato (ya consumió casi el 70 por ciento de su estadía en Los Pinos). Mientras finalmente, por el bien del país, se regresa a su casa, la Cámara de Diputados ilustra sobre el tema: “el encarecimiento de los precios de los combustibles en nuestro país incide directamente en el poder de compra de los salarios de los trabajadores. Los incrementos salariales en nuestro país únicamente cubren una parte del aumento de los precios de las gasolinas y el diesel, como consecuencia, el alza de los precios de los otros bienes y servicios ya no pueden ser cubiertos por el incremento salarial (…) lo que se traduce en una pérdida acumulada de su poder de compra”.
Lo anterior, sin olvidar que "el costo de oportunidad que actualmente está enfrentando el gobierno federal es que está incrementando la recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios a través del deslizamiento (léase aumento) de los precios de las gasolinas, pero está generando un impacto ambiental adverso, porque la población está optando por sustituir el consumo de la gasolina menos contaminante por la que más daño le hace a la calidad del aire".
Para la gasolina Premium, a diciembre de 2010 no existe subsidio a favor de los consumidores nacionales. Por el contrario, el precio fue un centavo por litro más cara en nuestro país respecto de su equivalente en Estados Unidos. En promedio, de diciembre a diciembre, el precio de esta gasolina ha sido más cara en México que en Estados Unidos por 20 centavos por litro, debido a que el gobierno federal en nuestro país autorizó durante este último año 12 deslizamientos en el precio de esta gasolina, uno de nueve centavos y 11 de 4 centavos por litro, acumulando un incremento anualizado de 53 centavos por litro, lo que representó un incremento de 5.54 por ciento respecto al precio vigente al 31 de diciembre de 2009. En el caso de la Magna (que supuestamente se produce en el país) el escenario es diferente, en diciembre de 2010 se mantenía un subsidio de 48 centavos por litro respecto de los precios observados en Estados Unidos y en el del diesel de 1.24 pesos.
Si en 2011 el gobierno federal mantiene, como ya lo anunció, el mismo ritmo de deslizamiento mensual que el ejecutado al cierre de 2010, equivalente a 4 centavos por litro, al cierre del presente año el precio de la gasolina Premium será 48 centavos más caro que lo observado al cierre de 2010. Con esta medida, al concluir 2011, el precio interno no se rezagará respecto del precio observado en Estados Unidos. En los casos de la Magna y el diesel, sus precios se incrementarían 96 centavos por litro, en cada caso. En síntesis, pues, habrá mayores precios y crecerá la inflación, aunque Cordero no se entere.
Las rebanadas del pastel
Que la guerra contra el narcotráfico es rotundamente exitosa lo confirma, más allá del creciente número de muertos asociado a ella, un dato espeluznante aportado por el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos: el consumo de cocaína en México se duplicó en los últimos seis años, y el de otras drogas ilegales, como la mariguana, también aumentó. He allí la "goliza" calderonista.


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