SERGIO SARMIENTO / REFORMA
"Debo reconocer que me da un
poco de hueva el juego del poder. Pero el poder sirve para cambiar las
cosas."— Xóchitl Gálvez
Xóchitl Gálvez dice
que no entiende por qué ella se ha convertido en la nota tras la detención de
su hermana, Jacqueline Malinali, acusada de participar en una banda de
secuestradores. "Yo no he hecho nada" ha señalado. De hecho, apunta
que no ha tenido contacto con su hermana en mucho tiempo. La última vez lo hizo
para apoyarla frente a una pareja violenta. El sujeto en cuestión se negaba a
dejar la casa de su hermana y ella debió confrontarlo.
Xóchitl es uno de los pocos
personajes públicos en México reconocible simplemente por su primer nombre.
Nació en una familia de escasos recursos de Tepatepec, en el árido valle
hidalguense del Mezquital. Sus primeros recuerdos fueron de su madre inclinada
sobre un metate. Su padre, alcohólico, sometió a la familia a episodios de
violencia.
Xóchitl ingresó a
la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Se convirtió en una hábil programadora de
equipos de cómputo. Fue responsable del sistema de información del Pabellón de
México en la Feria Mundial de Sevilla. Tras dejar un empleo bien pagado como
protesta por la destitución injusta de unos trabajadores, fundó High Tech
Services, una empresa de construcción de edificios inteligentes. El Foro
Económico Mundial la nombró líder global del futuro y le dio proyección
internacional.
El éxito económico
no le hizo olvidar sus orígenes. Estableció la Fundación Porvenir para apoyar a
niños indígenas. En el año 2000 el presidente Vicente Fox le ofreció la
Secretaría de Desarrollo Social, que declinó porque no se consideraba
capacitada para la tarea. Aceptó, sin embargo, ser coordinadora del programa de
apoyo a los pueblos indígenas. Se distinguió no sólo por su trabajo sino por su
desapego a los usos y costumbres del medio político.
El presidente
Felipe Calderón le ofreció permanecer en el cargo, pero ella declinó porque
consideró que el presupuesto era insuficiente para lograr un verdadero avance
para la población indígena. Posteriormente fue candidata del PAN al gobierno de
Hidalgo, donde fue derrotada. Hoy dice que se ha distanciado de la política, y
que no regresará mientras se mantengan las actuales reglas que considera
inequitativas. Ha vuelto así a su labor como empresaria.
La detención de su
hermana la ha vuelto a colocar bajo las luces de la atención pública. En
realidad no debería ser. Los delitos no los comete una familia sino una
persona. La razón por la que se le ha prestado tanta atención a esta
aprehensión en particular, sin embargo, es por el hecho de que Malinali es
hermana de uno de los personajes más notables de la vida pública de nuestro
país en los últimos años.
Hasta el momento es
imposible saber qué tan sólidas son las pruebas por las que se acusa a Malinali
de haber participado en una banda de secuestradores. La propia Xóchitl ha
señalado que su hermana vive de forma muy precaria y que incluso recientemente
sufrió un corte de electricidad por falta de pago. Aun está vigente el plazo
para que se le dicte auto de formal prisión y el abogado, sugerido por Xóchitl,
apenas está estudiando el expediente.
Realmente es triste
que una política que se ha distinguido por su trabajo y su honradez esté
sufriendo una situación familiar como la que ahora la agobia. Pero como
señalaba un radioescucha en mi programa de radio, todo este problema subraya la
honradez personal de Xóchitl. Otros políticos obtienen para sus parientes
contratos, concesiones o cuando menos placas de taxi. Estos son beneficios con
los que claramente no contó Malinali por ser hermana de Xóchitl Gálvez.
CONTRAATAQUE
El PRI ha decidido
contraatacar y está pidiendo al IFE que presente un avance sobre la
investigación a la asociación civil Honestidad Valiente que financió las
actividades políticas de Andrés Manuel López Obrador durante el tiempo previo a
la campaña. Jesús Zambrano del PRD dice que la denuncia es vieja y sin
fundamento.
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