miércoles, 18 de julio de 2012

SIGUE ENFRIÁNDOSE LA MAQUINARIA ECONÓMICA MUNDIAL


Alejandro Villagómez / El Universal

Hace tres años, por estos días, el mundo recibía con optimismo los primeros informes que indicaban que varias de las principales economías del mundo estaban iniciando su recuperación después de la fuerte recesión que vivieron desde el 2008 en el marco de una profunda crisis económica y financiera mundial. Sin embargo, sabíamos que la recuperación sería frágil y lenta. El reporte que publicó ayer el FMI sobre sus perspectivas económicas mundiales no hace más que confirmar esta situación. La economía mundial sigue caminando en el filo de la navaja o sobre un campo minado que ante el menor error o choque, provoca una explosión que obliga a detener o disminuir su marcha y replantearse su trayecto.
El Fondo Monetario Internacional ha reajustado a la baja sus perspectivas de crecimiento mundial para este año y para el 2013, al ubicarlas en 3.5% y 3.9% respectivamente. Sabemos que muchas de las economías desarrolladas, particularmente en Europa, se encuentran nuevamente en recesión como consecuencia de su crisis de deuda y ahora también financiera. Destacan los casos de España e Italia, pero otros como el reino Unido o Francia mantienen crecimientos muy bajos. En conjunto, los países ricos no crecerán más del 1.4% este año y 1.9% el próximo.
Lo que preocupa adicionalmente es que ahora las previsiones para las economías emergentes tampoco son muy favorables. En prácticamente todos estos países se registran revisiones a la baja lo que significa menores tasas de crecimiento. Destaca la situación de los BRIC, de quienes se esperaba un mayor impulso a la economía mundial. Pero Brasil, Rusia , India y China han visto un mayor enfriamiento de sus economías, ya sea porque la demanda mundial para sus productos no ha sido la esperada, o porque los precios de algunas materias primas que exportan se han caído o porque enfrentan presiones importantes en ciertas variables, como son sus tipos de cambio o tasas de inflación.
En suma, el panorama económico mundial en los próximos años no resulta optimista, e incluso existen diversos riesgos en el entorno global que pueden complicar aún más la situación. La crisis europea no ha sido resuelta. Las acciones que se han tomado han permitido respiros en el corto plazo, pero los problemas de fondo o estructurales se mantienen en la mayoría de los casos, y aun suponiendo que se den los pasos correctos para corregirlos, los resultados llevarán tiempo. Mientras tanto, en un interno de incertidumbre, la volatilidad tiene a crecer y cualquier choque o ruido que se produce puede tener efectos desproporcionados. Japón continúa en su ya prolongada “crisis” y la economía norteamericana sigue arrojando cifras mixtas que dificultan definir tendencias. Pero sobre todo, la situación del desempleo en muchos de estos países es aún dramática, lo que complica la situación.
En este entorno destaca la economía mexicana, cuyo comportamiento económico no ha sido malo en términos relativos y considerando este adverso panorama mundial. Sin embargo, no debeos confundir este resultado con nuestra capacidad real interna de sostener un mayor crecimiento. En realidad esta capacidad es muy limitada y ya sabemos de los múltiples problemas en nuestro mercado interno. Aunque el FMI mantuvo nuestra previsión de crecimiento para 2013 en 3.6%, yo considero que los riesgos a la baja son mayores. Este es el escenario que enfrentará la nueva administración y de las decisiones iniciales de políticas públicas dependerán los resultados en los siguientes años de este nuevo sexenio. En este sentido, los siguientes meses serán claves en este proceso de negociaciones y decisiones. Esperemos que no volvamos a perder la oportunidad de cambiar.
¿INCLUSIÓN FINANCIERA?
Este es un tema que en fechas recientes se ha convertido en punto relevante de la política pública en el mundo y en México. Significa la posibilidad de ampliar los servicios financieros a la mayoría de la población. Sin embargo esto requiere de responsabilidad de todos los actores involucrados. El punto que comento es simple. Hace poco tiempo fueron modificadas las pantallas de los cajeros automáticos de BBVA, los cuales por cierto no resultan de lectura amigable por la cantidad de información, pasos, etcétera. El caso es que se llega a una pantalla en donde del lado izquierdo dice “No deseo donar” y de lado derecho “continuar”. Puede ser un tema de sicología, pero muchos interpretan el no deseo donar como la opción default y no presionamos esa tecla y sí la de continuar. Sin embargo, el “default” de no deseo donar es “si deseo donar”, por lo que terminamos donando si desearlo. La causa puede ser noble, pero el mecanismo no me parece bueno. En las últimas semanas he recibido muchos comentarios en redes de muchos casos que terminaron donando sin darse cuenta. No hay nada ilegal en la pantalla del cajero, pero creo que si realmente quieren fomentar la inclusión financiera, éste no es el camino. La gente termina por huirle a los cajeros y al uso de las tarjetas. Se lo dejo a la conciencia de los directivos del banco. Por lo pronto lector, si usa cajeros, lea cuidadosamente cada pantalla, aunque se haga una fila larga y el uso de estos dispositivos resulte cada vez más ineficiente.

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