martes, 4 de enero de 2011

EN ESTE AÑO, SÓLO INTERCAMBIO DE SILLAS

Alberto Aziz Nassif / El Universal
En este país resulta complicado hacer pronósticos porque la vida pública se ha vuelto impredecible. Sin embargo, al mismo tiempo, la política ha sido devorada por las inercias, por lo que no es complicado saber que durante el 2011 lo más probable es que veremos el mundo de una clase política que afina sus estrategias para la conquista del poder en los próximos 18 meses, un mero intercambio de sillas, pero que no tiene interés para resolver los graves problemas nacionales de inclusión, bienestar, sustentabilidad, calidad educativa, seguridad, impartición de justicia, etcétera.
A pesar de que el pizarrón del nuevo año está limpio, ya se pueden prever las jugadas que veremos. A falta de una perspectiva que nos indique la posibilidad de alguna reforma legislativa relevante, no será difícil pronosticar que la productividad legislativa seguirá por los suelos, a pesar de toda la demagogia que escucharemos. ¿Hasta cuándo seguirán pendientes los nombramientos de los tres consejeros del IFE y del ministro que falta en la Suprema Corte de Justicia?
La dinámica electoral dominará, una vez más, la agenda de los partidos y capturará una parte importante de la atención pública. En este año se diputarán seis gubernaturas a lo largo del año en cuatro fechas. De forma temprana, el calendario de las urnas empezará el próximo 30 de enero en Guerrero, un estado gobernado por el PRD, en donde estará a prueba la capacidad de este partido para retener el cargo. En este estado, que ha sido tocado de forma severa por la violencia, al grado de haber sido asesinado uno de los candidatos más fuertes del partido gobernante -el diputado local Armando Chavarría Barrera-, ahora se presenta una disputa entre dos coaliciones (PRI+PV+NA vs. PRD+Convergencia+PT). Es una competencia entre dos candidatos priístas; el oficial es Manuel Añorve, y el que se fue con la coalición perredista es Ángel Aguirre.
Una semana después, el 6 de febrero, será la elección en Baja California, otro estado gobernado por el PRD. En esta región se ha dado un reacomodo de candidatos y partidos que dan como resultado un panorama bastante incierto. Múltiples intercambios entre candidaturas y partidos que pueden llevar a que los ciudadanos le cobren al PRD su nepotismo y sus divisiones internas, que son una enfermedad progresiva de la política partidista en México.
Los próximos cinco meses serán campo de batalla en las tres gubernaturas que se disputarán el 3 de julio, de las cuales una será la que tendrá más reflectores. En Coahuila, la hegemonía priísta anuncia una contienda poco competida con un panismo que ha disminuido sus niveles de competitividad de forma importante; en Nayarit, la alianza firmada entre PAN y PRD puede resultar otro proceso competido, pero en el estado de México se jugará la elección que tendrá como simbolismo ser la antesala de la sucesión presidencial del 2012. Una parte de las claves de esta elección tendrá que ver con la maquinaria del PRI y del gobernador Peña Nieto, principal aspirante de ese partido para la sucesión presidencial.
La estrategia opositora se encuentra dividida entre las dos rutas, la alianza PAN y PRD frente a la ruta que ha marcado AMLO, de ir por su parte con una candidatura simbólica que dividirá el voto de la izquierda. En este proceso estarán a prueba estrategias de compra de voto, movilización de estructuras territoriales, campañas de medios, y el resultado será un indicador importante para la sucesión presidencial: si gana Peña Nieto y además lo hace frente a una alianza PAN-PRD, sin duda estará de lleno en una ventajosa candidatura presidencial; la derrota de la oposición en alianza dejará muy lastimadas sus posibilidades, y AMLO se podrá presentar como la alternativa más fuerte. En el caso contario, si pierde el PRI, prácticamente se abre una nueva baraja de posibilidades para el resto de los competidores a la silla presidencial.
El año electoral terminará con la elección de la gubernatura de Michoacán el 13 de noviembre, un estado que también ha sido tocado de forma particular por el crimen organizado y por la narcopolítica. Una entidad gobernada por el PRD en donde habrá una competencia cerrada por el interés presidencial de lanzar a la hermana de Calderón como candidata.
Así, mientras haya elecciones, a la clase política no le interesa tener al país entre paréntesis. A eso ha llevado una democracia que sólo funciona para ir a las urnas, porque después queda muy poco en materia de representación democrática, transparencia y rendición de cuentas. Si la inercia será el ingrediente para ver el 2011, entonces sólo veremos intercambios de sillas...
Investigador del CIESAS

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