Para 2020 será el segundo país importador más importante del globo, pronostican en EU
Dependencia alimentaria hace vulnerable a México ante alza mundial de granos básicos
Descarta el CCE posibles disturbios sociales
Susana González G. / Periódico La Jornada
La dependencia alimentaria de México con el exterior provoca que a la fecha casi la mitad de los granos básicos que se requieren para el consumo interno provengan de importaciones, principalmente de Estados Unidos, advirtió Juan Carlos Cortés García, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), organismo cúpula del sector privado que aglutina a las grandes empresas agroindustriales del país.
"México importa más o menos 45 por ciento de todo lo que consume de granos. Tenemos un nivel de dependencia muy alto y es muy importante elevar la producción doméstica", dijo el dirigente, al tiempo que criticó que el gobierno federal insista en firmar más tratados comerciales o ampliar los cupos de importación con algunos países, en particular con Brasil, Colombia y Perú.
Si bien dijo que "en este año" México no tiene problemas en cosechas y abasto de alimentos tampoco cumple con los niveles de producción agrícola recomendados por organismos como la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el grupo de los ocho países más ricos del mundo (G-8) que señalan que "los países deben producir al menos 75 por ciento de lo que consumen".
El dirigente empresarial refirió que el Departamento de Agricultura del gobierno de Estados Unidos pronostica que en 2020 México será el segundo importador de granos más importante del mundo y el tercero en cárnicos, así que para revertir tal pronóstico se tiene que incrementar la producción doméstica mediante el fortalecimiento de la agricultura por contrato y el establecimiento de presupuestos multianuales que garanticen la inversión privada en el campo.
No obstante, acotó que gracias a un buen año de cosechas y presas llenas "México tiene una posición sana y afortunada este año, pero sí es muy necesario instrumentar cambios de política pública a largo plazo porque el tema alimentario no va a cambiar y necesitamos reducir la dependencia".
En tanto, Mario Sánchez Ruiz, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), descartó que en México exista el riesgo de disturbios sociales por la escasez y encarecimiento de alimentos, como se advirtió esta semana en el Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, Suiza.
En México, aseguró, "hay tranquilidad financiera y paz social, no veo un clima de intranquilidad ni que la sociedad se esté levantando". Según Sánchez Ruiz la producción agrícola nacional "es muy grande para abastecer la demanda prevista" e insistió en las materias primas "suben y bajan de valor".
En contraste, el dirigente del CNA, Juan Carlos Cortés García sí vinculó las alzas en México a una crisis alimentaria.
"Las alzas no son privativas de México, se deben a un fenómeno internacional... La oferta se ve comprometida en algunos productos, combinado con el aumento de la demanda en China y la India."
Terminó la era de comida a precios bajos
Reuters
Chicago, 28 de enero. Los precios de los granos en Estados Unidos se mantendrán elevados este año, apunta un sondeo de Reuters, el más reciente indicador de que la era de los alimentos a precios bajos terminó.
Los precios del trigo, la soja y el maíz estadunidenses, que subieron hasta 50 por ciento el año pasado y tocaron sus mayores niveles desde mediados de 2008, caerán casi 5 por ciento a finales de 2011, según la encuesta entre 16 analistas.
Los pronósticos sugieren que por el momento no hay un rápido alivio para las naciones afectadas por los costos de los alimentos a niveles récord que han generado malestar social. Esto significa que cualquier evento climático extremo en las áreas productoras de granos en el mundo podría disparar aún más los valores.
En Rusia el servicio de estadísticas informó que las existencias de granos en el país se ubicaron en 32.8 millones de toneladas al 1o de enero, una caída de 24.1 por ciento frente a comienzos de 2010.
Las expectativas también podrían fortalecer la decisión de los importadores de elevar aún más sus inventarios, después de un año en el que las existencias de maíz y soja en Estados Unidos, el mayor exportador mundial, se redujeron a su menor nivel en décadas.
Mientras que los precios de los granos se mantienen por debajo de los máximos históricos vistos en el 2008, aún podrían seguir robustos por más tiempo este año, pues la intensa competencia entre las cosechas por el uso de las tierras y la escasez de granos hacen que restaurar el equilibrio sea un desafío aún mayor.
"En realidad creo que la era de los precios baratos de los alimentos ha terminado", dijo Chris Mann, analista de Traders Group Inc, en Chicago.
Una serie de factores llevaron al mercado de granos al borde del abismo el año pasado. Una sequía en el verano en Rusia provocó la suspensión de las exportaciones, las lluvias en Australia disminuyeron la calidad de su cosecha de trigo y la escasez de precipitaciones recortó la producción de maíz de Argentina. China compró volúmenes casi récord de trigo estadunidense y la demanda de etanol, en base a maíz, se disparó.
Dependencia alimentaria hace vulnerable a México ante alza mundial de granos básicos
Descarta el CCE posibles disturbios sociales
Susana González G. / Periódico La Jornada
La dependencia alimentaria de México con el exterior provoca que a la fecha casi la mitad de los granos básicos que se requieren para el consumo interno provengan de importaciones, principalmente de Estados Unidos, advirtió Juan Carlos Cortés García, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), organismo cúpula del sector privado que aglutina a las grandes empresas agroindustriales del país.
"México importa más o menos 45 por ciento de todo lo que consume de granos. Tenemos un nivel de dependencia muy alto y es muy importante elevar la producción doméstica", dijo el dirigente, al tiempo que criticó que el gobierno federal insista en firmar más tratados comerciales o ampliar los cupos de importación con algunos países, en particular con Brasil, Colombia y Perú.
Si bien dijo que "en este año" México no tiene problemas en cosechas y abasto de alimentos tampoco cumple con los niveles de producción agrícola recomendados por organismos como la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el grupo de los ocho países más ricos del mundo (G-8) que señalan que "los países deben producir al menos 75 por ciento de lo que consumen".
El dirigente empresarial refirió que el Departamento de Agricultura del gobierno de Estados Unidos pronostica que en 2020 México será el segundo importador de granos más importante del mundo y el tercero en cárnicos, así que para revertir tal pronóstico se tiene que incrementar la producción doméstica mediante el fortalecimiento de la agricultura por contrato y el establecimiento de presupuestos multianuales que garanticen la inversión privada en el campo.
No obstante, acotó que gracias a un buen año de cosechas y presas llenas "México tiene una posición sana y afortunada este año, pero sí es muy necesario instrumentar cambios de política pública a largo plazo porque el tema alimentario no va a cambiar y necesitamos reducir la dependencia".
En tanto, Mario Sánchez Ruiz, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), descartó que en México exista el riesgo de disturbios sociales por la escasez y encarecimiento de alimentos, como se advirtió esta semana en el Foro Económico Mundial que se realiza en Davos, Suiza.
En México, aseguró, "hay tranquilidad financiera y paz social, no veo un clima de intranquilidad ni que la sociedad se esté levantando". Según Sánchez Ruiz la producción agrícola nacional "es muy grande para abastecer la demanda prevista" e insistió en las materias primas "suben y bajan de valor".
En contraste, el dirigente del CNA, Juan Carlos Cortés García sí vinculó las alzas en México a una crisis alimentaria.
"Las alzas no son privativas de México, se deben a un fenómeno internacional... La oferta se ve comprometida en algunos productos, combinado con el aumento de la demanda en China y la India."
Terminó la era de comida a precios bajos
Reuters
Chicago, 28 de enero. Los precios de los granos en Estados Unidos se mantendrán elevados este año, apunta un sondeo de Reuters, el más reciente indicador de que la era de los alimentos a precios bajos terminó.
Los precios del trigo, la soja y el maíz estadunidenses, que subieron hasta 50 por ciento el año pasado y tocaron sus mayores niveles desde mediados de 2008, caerán casi 5 por ciento a finales de 2011, según la encuesta entre 16 analistas.
Los pronósticos sugieren que por el momento no hay un rápido alivio para las naciones afectadas por los costos de los alimentos a niveles récord que han generado malestar social. Esto significa que cualquier evento climático extremo en las áreas productoras de granos en el mundo podría disparar aún más los valores.
En Rusia el servicio de estadísticas informó que las existencias de granos en el país se ubicaron en 32.8 millones de toneladas al 1o de enero, una caída de 24.1 por ciento frente a comienzos de 2010.
Las expectativas también podrían fortalecer la decisión de los importadores de elevar aún más sus inventarios, después de un año en el que las existencias de maíz y soja en Estados Unidos, el mayor exportador mundial, se redujeron a su menor nivel en décadas.
Mientras que los precios de los granos se mantienen por debajo de los máximos históricos vistos en el 2008, aún podrían seguir robustos por más tiempo este año, pues la intensa competencia entre las cosechas por el uso de las tierras y la escasez de granos hacen que restaurar el equilibrio sea un desafío aún mayor.
"En realidad creo que la era de los precios baratos de los alimentos ha terminado", dijo Chris Mann, analista de Traders Group Inc, en Chicago.
Una serie de factores llevaron al mercado de granos al borde del abismo el año pasado. Una sequía en el verano en Rusia provocó la suspensión de las exportaciones, las lluvias en Australia disminuyeron la calidad de su cosecha de trigo y la escasez de precipitaciones recortó la producción de maíz de Argentina. China compró volúmenes casi récord de trigo estadunidense y la demanda de etanol, en base a maíz, se disparó.
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