El Fondo corrige sobre la marcha y pronostica más crecimiento en los países avanzados, aunque insuficiente para reducir el paro
ALEJANDRO BOLAÑOS / EL PAÍS
El tren de la recuperación no parará en la economía española este año. Esa sigue siendo la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha presentado en Johannesburgo (Sudáfrica) el último retoque a sus perspectivas de la economía mundial. Aunque más que un retoque es una rectificación sobre la marcha, sobre todo para EE UU y Japón. Hace apenas tres meses, el Fondo advirtió que las economías avanzadas se desfondaban: la muleta de los estímulos públicos se había convertido en lastre por obra y gracia de los tijeretazos presupuestarios. Pero en otro bandazo, tan frecuente en los pronósticos económicos de los últimos años, el FMI cree ahora que se precipitó al enterrar el efecto de los estímulos fiscales.
El Fondo admite que en la segunda mitad del año pasado la economía mundial experimentó "una actividad inesperadamente vigorosa". Eso eleva el balance provisional del PIB mundial de 2010 a un significativo aumento del 5% (frente al -0,6% que marcó en 2009, el año de la Gran Recesión). Y, de paso, lleva al organismo internacional a dar un empujón a sus previsiones para este año, al pronosticar un crecimiento mundial del 4,4%, dos décimas más que en su informe de octubre.
Lo inesperado, a ojos del Fondo, ha ocurrido en Estados Unidos y Japón. Si en octubre el FMI aplicó un drástico recorte a las perspectivas económicas de EE UU, ahora da marcha atrás para volver a lo que decía en verano. Es decir, que la economía estadounidense crecerá un 3% este año, el doble que la zona euro. Un vaivén que los expertos del FMI achacan a los efectos positivos del nuevo programa fiscal de Barack Obama. Y lo de Japón, más que inesperado, raya en el error de bulto. Si a tres meses del cierre de 2010, el Fondo pronosticaba un crecimiento del 2,8%, ahora resulta que el PIB japonés aumentó el año pasado un 4,3%. La explicación, de nuevo, en "las medidas de estímulo".
Además, el crudo invierno de la economía británica también ha arruinado las previsiones del Fondo, que creía que el crecimiento interanual del país en el cuarto trimestre alcanzaría el 2,8%, cuando la Oficina de Estadísticas británica lo estima, tras el retroceso respecto al tercer trimestre, en apenas un 1,7%. En total, el Fondo anticipaba un aumento del 1,7% en el PIB de Reino Unido en 2010, que la sorpresa invernal deja en el 1,4%.
La eurozona no superará el 1,5%
"Se proyecta que la actividad de las economías avanzadas aumentará un 2,5% en 2011 y 2012, lo que no deja de ser un desempeño anémico teniendo en cuenta la magnitud de la recesión de 2009 (-3,4% en estos países) ni basta para lograr una reducción significativa de las elevadas tasas de desempleo". El aviso recogido en el informe del Fondo se ajusta como un guante a la zona euro, con un crecimiento que no superará el 1,5%, según el pronóstico del Fondo. La estimación aquí no varía: la nueva y (leve) mejora de las previsiones para la locomotora alemana (2,2% en 2011) se compensa con el peor desempeño de "la periferia de la zona euro". En los datos suministrados, el vaticinio para el PIB español empeora en una décima, para situarse en el 0,6%, muy lejos del 1,3% que pronostica el Gobierno. Tampoco sufre grandes variaciones las perspectivas de las economías emergentes (un 7,1% para 2011), donde la mejora de Brasil y México compensa el deterioro del Magreb.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, contesta, no sin razón, que en el caso de la economía española, el Fondo tampoco anda muy fino. En 2010, mantuvo durante meses que el PIB retrocedería un 0,7%. Ahora cree que el PIB se dejó solo un 0,2%, mejor incluso que la previsión del Gobierno (-0,3%), aunque el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó ayer que el dato final estará entre un recorte del 0,1% y un 0,2%. Y los vaivenes aquí son también notables. En octubre mantenía que España cogería el tren de la recuperación a la carrera a partir de 2013, con crecimientos por encima del 2%, una frontera que solo seis meses antes situaba en 2016. Ahora, vuelve a desinflar las perspectivas a medio plazo, al rebajar el crecimiento para 2012 en tres décimas hasta el 1,5%.
En lo que si repite el FMI es en señalar a la crisis de deuda soberana en la zona euro como la mayor amenaza para el crecimiento de la economía mundial. Según sus análisis, si las dudas sobre las entidades financieras de los países periféricos y el contagio se extiende a los mercados de deuda pública, esa situación de descontrol puede echar por tierra la recuperación de la zona euro, que volvería a entrar en recesión. La receta para evitar el desastre también es conocida, entre otros por el Gobierno español que intenta seguirla al pie de la letra: "pruebas de resistencia más realistas, exhaustivas y estrictas en las entidades financieras, seguidas rápidamente por una recapitalización".
Latinoamérica tira del conjunto de los emergentes
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado hoy al alza en tres décimas, hasta el 4,3%, el crecimiento de Latinoamérica en el 2011, aunque alerta de riesgos de calentamiento ante el gran desembarco de flujos de capital. La región es la única entre las emergentes que ha visto mejorada sus previsiones y, de hecho, este repunte contrarresta el recorte en las cifras que la institución maneja para otras áreas en desarrollo como el magreb o África. Para China y el resto de Asia, se mantienen.
No obstante, para 2012, augura un 4,1%, una décima menos que lo adelantado en octubre. Por países, Brasil crecerá un 4,5% en 2011, cuatro décimas más que lo previsto en octubre, y repuntará un 4,1% en 2012, en línea con lo señalado hace tres meses. El PIB mexicano, por su parte, aumentará un 4,2% en 2011 y un 4,8% en 2012, tres décimas más y dos décimas menos, respectvamente, que lo vaticinado en el informe de octubre.
En general, el Fondo destaca en su informe que países emergentes como los latinoamericanos serán los que capitanearán la recuperación económica en marcha. El FMI espera que el crecimiento conjunto de los emergentes sea del 6,5% este año y el próximo. Esa cifra contrasta con la expansión del 2,5 por ciento en la actividad económica de los países avanzados.
ALEJANDRO BOLAÑOS / EL PAÍS
El tren de la recuperación no parará en la economía española este año. Esa sigue siendo la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha presentado en Johannesburgo (Sudáfrica) el último retoque a sus perspectivas de la economía mundial. Aunque más que un retoque es una rectificación sobre la marcha, sobre todo para EE UU y Japón. Hace apenas tres meses, el Fondo advirtió que las economías avanzadas se desfondaban: la muleta de los estímulos públicos se había convertido en lastre por obra y gracia de los tijeretazos presupuestarios. Pero en otro bandazo, tan frecuente en los pronósticos económicos de los últimos años, el FMI cree ahora que se precipitó al enterrar el efecto de los estímulos fiscales.
El Fondo admite que en la segunda mitad del año pasado la economía mundial experimentó "una actividad inesperadamente vigorosa". Eso eleva el balance provisional del PIB mundial de 2010 a un significativo aumento del 5% (frente al -0,6% que marcó en 2009, el año de la Gran Recesión). Y, de paso, lleva al organismo internacional a dar un empujón a sus previsiones para este año, al pronosticar un crecimiento mundial del 4,4%, dos décimas más que en su informe de octubre.
Lo inesperado, a ojos del Fondo, ha ocurrido en Estados Unidos y Japón. Si en octubre el FMI aplicó un drástico recorte a las perspectivas económicas de EE UU, ahora da marcha atrás para volver a lo que decía en verano. Es decir, que la economía estadounidense crecerá un 3% este año, el doble que la zona euro. Un vaivén que los expertos del FMI achacan a los efectos positivos del nuevo programa fiscal de Barack Obama. Y lo de Japón, más que inesperado, raya en el error de bulto. Si a tres meses del cierre de 2010, el Fondo pronosticaba un crecimiento del 2,8%, ahora resulta que el PIB japonés aumentó el año pasado un 4,3%. La explicación, de nuevo, en "las medidas de estímulo".
Además, el crudo invierno de la economía británica también ha arruinado las previsiones del Fondo, que creía que el crecimiento interanual del país en el cuarto trimestre alcanzaría el 2,8%, cuando la Oficina de Estadísticas británica lo estima, tras el retroceso respecto al tercer trimestre, en apenas un 1,7%. En total, el Fondo anticipaba un aumento del 1,7% en el PIB de Reino Unido en 2010, que la sorpresa invernal deja en el 1,4%.
La eurozona no superará el 1,5%
"Se proyecta que la actividad de las economías avanzadas aumentará un 2,5% en 2011 y 2012, lo que no deja de ser un desempeño anémico teniendo en cuenta la magnitud de la recesión de 2009 (-3,4% en estos países) ni basta para lograr una reducción significativa de las elevadas tasas de desempleo". El aviso recogido en el informe del Fondo se ajusta como un guante a la zona euro, con un crecimiento que no superará el 1,5%, según el pronóstico del Fondo. La estimación aquí no varía: la nueva y (leve) mejora de las previsiones para la locomotora alemana (2,2% en 2011) se compensa con el peor desempeño de "la periferia de la zona euro". En los datos suministrados, el vaticinio para el PIB español empeora en una décima, para situarse en el 0,6%, muy lejos del 1,3% que pronostica el Gobierno. Tampoco sufre grandes variaciones las perspectivas de las economías emergentes (un 7,1% para 2011), donde la mejora de Brasil y México compensa el deterioro del Magreb.
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, contesta, no sin razón, que en el caso de la economía española, el Fondo tampoco anda muy fino. En 2010, mantuvo durante meses que el PIB retrocedería un 0,7%. Ahora cree que el PIB se dejó solo un 0,2%, mejor incluso que la previsión del Gobierno (-0,3%), aunque el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó ayer que el dato final estará entre un recorte del 0,1% y un 0,2%. Y los vaivenes aquí son también notables. En octubre mantenía que España cogería el tren de la recuperación a la carrera a partir de 2013, con crecimientos por encima del 2%, una frontera que solo seis meses antes situaba en 2016. Ahora, vuelve a desinflar las perspectivas a medio plazo, al rebajar el crecimiento para 2012 en tres décimas hasta el 1,5%.
En lo que si repite el FMI es en señalar a la crisis de deuda soberana en la zona euro como la mayor amenaza para el crecimiento de la economía mundial. Según sus análisis, si las dudas sobre las entidades financieras de los países periféricos y el contagio se extiende a los mercados de deuda pública, esa situación de descontrol puede echar por tierra la recuperación de la zona euro, que volvería a entrar en recesión. La receta para evitar el desastre también es conocida, entre otros por el Gobierno español que intenta seguirla al pie de la letra: "pruebas de resistencia más realistas, exhaustivas y estrictas en las entidades financieras, seguidas rápidamente por una recapitalización".
Latinoamérica tira del conjunto de los emergentes
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado hoy al alza en tres décimas, hasta el 4,3%, el crecimiento de Latinoamérica en el 2011, aunque alerta de riesgos de calentamiento ante el gran desembarco de flujos de capital. La región es la única entre las emergentes que ha visto mejorada sus previsiones y, de hecho, este repunte contrarresta el recorte en las cifras que la institución maneja para otras áreas en desarrollo como el magreb o África. Para China y el resto de Asia, se mantienen.
No obstante, para 2012, augura un 4,1%, una décima menos que lo adelantado en octubre. Por países, Brasil crecerá un 4,5% en 2011, cuatro décimas más que lo previsto en octubre, y repuntará un 4,1% en 2012, en línea con lo señalado hace tres meses. El PIB mexicano, por su parte, aumentará un 4,2% en 2011 y un 4,8% en 2012, tres décimas más y dos décimas menos, respectvamente, que lo vaticinado en el informe de octubre.
En general, el Fondo destaca en su informe que países emergentes como los latinoamericanos serán los que capitanearán la recuperación económica en marcha. El FMI espera que el crecimiento conjunto de los emergentes sea del 6,5% este año y el próximo. Esa cifra contrasta con la expansión del 2,5 por ciento en la actividad económica de los países avanzados.
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