jueves, 6 de mayo de 2010

GRACIAS ESPECULADORES

J. R. Pin Arboledas /elEconomista.es
Por fin nos hemos enterado de nuestra situación! Gracias a los especuladores, que nos han hecho conscientes de ella. Hemos despertado del dulce sueño de los brotes verdes y tropezado con la cruda realidad bursátil.
El especulador es necesario en el mercado. Compra cuando el precio está bajo y vende cuando está alto; así mitiga las oscilaciones de precio y, sobre todo, avisa de los movimientos futuros. Sus avisos nos ayudan a adelantar decisiones para prevenir los peligros del mañana.
El especulador cumple también la función del carroñero en la cadena alimenticia. El buitre negro, por ejemplo. Desde las alturas divisa los animales moribundos y los sigue; con su olfato detecta cuándo están muertos y huelen a podrido; luego realiza una limpieza impecable, elimina focos de infecciones y aprovecha sus despojos que posteriormente fertilizan la tierra.
Son los basureros del planeta, a veces repelentes pero necesarios; esenciales en el ciclo vital de la naturaleza. Los ecologistas lo saben y hacen todo lo posible para asegurar su supervivencia ¡Ay de aquél que la Guardia Civil del Seprona vea eliminando uno de sus espléndidos ejemplares!
Los especuladores bursátiles han detectado unas economías en peligro; dicen que Grecia, España, Portugal y, quizás, Irlanda o Italia. Como buitres negros, las están siguiendo; en algunas de ellas han detectado olor a podrido y están empezando a realizar su trabajo de higiene; limpiando focos de infecciones y enfermedades económicas. Si sus avisos no son escuchados por los responsables de los países y no se toman medidas adecuadas, la putrefacción continuará y los especuladores acabarán su trabajo: las dejarán en los huesos y luego los romperán para extraerles el tuétano.
Si el Gobierno no quiere oír, es porque se hace el sordo. Ellos hacen su trabajo, absolutamente necesario; el que no lo ha hecho es el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. ¡Gracias, especuladores!
J. R. Pin Arboledas, profesor de IESE.

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