La complejidad de la crisis europea
Por Ignacio Ramírez Sánchez /El Financiero
La situación se percibe complicada en Europa: el proyecto del Euro -ese gran aliado del bum español y otras naciones que crecieron exponencialmente los últimos dos o tres lustros- se vuelve ahora en el centro de la mayor preocupación.
En Europa, como en cualquier otra parte del mundo se puede desatar una crisis económica, el problema es que la comunidad europea y su banco central nunca la contemplaron en su visión de mediano y largo plazo, se imaginaron que la venia del euro seria eterna y así muchos inversionistas apostaron todas sus cartas, de la mano de gobiernos que también decidieron hacerlo, abusando del mismo: el apalancamiento de unos y otros creció de forma importante, impulsado por prácticamente todas las instituciones financieras.
El modelo del euro estuvo diseñado siempre para perspectivas de gran crecimiento tanto económico como en numero de nuevos integrantes: la lista proyectada para sumar naciones en próximos años era grande y se contemplo siempre contar con moderados o altos crecicimientos del PIB de su economía.
Nunca contemplaron que algunos de sus miembros podrían entrar en problemas financieros en algún punto de su historia: hoy de manera irresponsable Grecia e Irlanda sucumben por sus sobre endeudamientos y relajadas y alarmantes políticas fiscales: Grecia es equiparable a nuestro querido México en cuanto a evasión fiscal: todo mundo decidido a evitar el pago de impuestos y la autoridad haciendo de todo menos su labor por cobrar los mismos, un gran porcentaje de su economía navega en la informalidad, a diferencia de las desarrolladas economías europeas.
En España ha terminado el bum económico, el sector construcción extraña la opulencia de hace tan solo un par de años atrás; tienen una gran cruda de esa fiesta: un desempleo histórico, sobre oferta de espacios residenciales y comerciales, así como deudores y banca en serios problemas de mora, este lunes el g. También el segundo motor económico español -el turismo hacia su país- amenazado por el valor de la moneda del euro.
La urgente necesidad de hacer recortes tanto de gasto corriente como de inversión publica por parte del gobierno español si aspira a sortear la crisis ha desatado un gran debate en este país. Por ahora todo mundo quiere linchar a Zapatero, libros, revistas y periódicos en su contra es el Top Sell de cualquier puesto.
El turismo hacia Europa se ha vuelto tan caro, que lo hace casi imposible!: una maquina dispensadora de Coca Cola te vende una bebida de medio litro por entre 2.30 y hasta 3.15 euros (de 38.00 a 50.000 pesos mexicanos), dependiendo la ciudad en la que la consumas. Un Mac Trío de Mac Donalds, con papas y refresco grande cuesta entre 8.50 y 10.00 euros (cerca de 150 pesos por cada Mac Menú!), los recorrido cortos en taxi rondan los 10 euros y trasladarse del centro al aeropuerto de Barcelona tiene un costo de casi 40 euros, casi 700 pesos mexicanos por ir al aeropuerto…
La vida es demasiado cara en Europa, o al menos así la hace vivir el euro, invitando al turista a viajar a cualquier otro lado antes que a Europa.
Las cosas no son fáciles de arreglar por acá: los países que están relativamente sanos dentro de esta crisis no están dispuestos a subsidiar la inutilidad de los que –como Grecia- tienen reformas laborales que “obligan” al trabajador a una semana laboral de 33 horas, una jubilación entre los 50 y 55 años y un sistema de pensiones donde los retirados además de recibir una de las mas altas pensiones del mundo tienen acceso casi gratuito a todos los servicios del estado: salud, transporte, edificios públicos, etc.
Tampoco están muy de acuerdo en entrarle y apoyar a la politiquería e irresponsabilidad del déficit y endeudamiento español. Además del reto que ya viven los españoles zapatero anuncia el congelamiento de pensiones, el recorte de sueldos y un impuesto nuevo “a los ricos”. El debate “noticioso” en España es preguntar desde que punto cuales son para el presidente español los “ricos” los españoles.
Las posturas francesas y alemanas, lideres de esta comunidad, son de apoyar rescates solo de países e instituciones que han mostrado una seria contracción a sus atrevimientos económicos y fiscales y desde ya han iniciado una adaptación a la nueva recesiva economía de la zona.
Aquí no hay un Greenspan y un Bernanke con una chequera cargada de trillones para solventar en minutos cualquier problema por multimillonario que fuera.
Aquí cualquier rescate entrara en un largo proceso político y cultural que puede poner muy nerviosos a todos los mercados internacionales y dañar seriamente al Euro, tanto que podrían llevar a la actual Europa a un periodo de estanflación, o por lo menos a sus mas débiles integrantes.
Lo cierto es que este episodio de ajuste en la economía europea tiene muchos capítulos de nerviosismo y ajustes antes de que se piense que los grandes retos están –al menos- bajo control.
(*) Experto en temas económicos
Por Ignacio Ramírez Sánchez /El Financiero
La situación se percibe complicada en Europa: el proyecto del Euro -ese gran aliado del bum español y otras naciones que crecieron exponencialmente los últimos dos o tres lustros- se vuelve ahora en el centro de la mayor preocupación.
En Europa, como en cualquier otra parte del mundo se puede desatar una crisis económica, el problema es que la comunidad europea y su banco central nunca la contemplaron en su visión de mediano y largo plazo, se imaginaron que la venia del euro seria eterna y así muchos inversionistas apostaron todas sus cartas, de la mano de gobiernos que también decidieron hacerlo, abusando del mismo: el apalancamiento de unos y otros creció de forma importante, impulsado por prácticamente todas las instituciones financieras.
El modelo del euro estuvo diseñado siempre para perspectivas de gran crecimiento tanto económico como en numero de nuevos integrantes: la lista proyectada para sumar naciones en próximos años era grande y se contemplo siempre contar con moderados o altos crecicimientos del PIB de su economía.
Nunca contemplaron que algunos de sus miembros podrían entrar en problemas financieros en algún punto de su historia: hoy de manera irresponsable Grecia e Irlanda sucumben por sus sobre endeudamientos y relajadas y alarmantes políticas fiscales: Grecia es equiparable a nuestro querido México en cuanto a evasión fiscal: todo mundo decidido a evitar el pago de impuestos y la autoridad haciendo de todo menos su labor por cobrar los mismos, un gran porcentaje de su economía navega en la informalidad, a diferencia de las desarrolladas economías europeas.
En España ha terminado el bum económico, el sector construcción extraña la opulencia de hace tan solo un par de años atrás; tienen una gran cruda de esa fiesta: un desempleo histórico, sobre oferta de espacios residenciales y comerciales, así como deudores y banca en serios problemas de mora, este lunes el g. También el segundo motor económico español -el turismo hacia su país- amenazado por el valor de la moneda del euro.
La urgente necesidad de hacer recortes tanto de gasto corriente como de inversión publica por parte del gobierno español si aspira a sortear la crisis ha desatado un gran debate en este país. Por ahora todo mundo quiere linchar a Zapatero, libros, revistas y periódicos en su contra es el Top Sell de cualquier puesto.
El turismo hacia Europa se ha vuelto tan caro, que lo hace casi imposible!: una maquina dispensadora de Coca Cola te vende una bebida de medio litro por entre 2.30 y hasta 3.15 euros (de 38.00 a 50.000 pesos mexicanos), dependiendo la ciudad en la que la consumas. Un Mac Trío de Mac Donalds, con papas y refresco grande cuesta entre 8.50 y 10.00 euros (cerca de 150 pesos por cada Mac Menú!), los recorrido cortos en taxi rondan los 10 euros y trasladarse del centro al aeropuerto de Barcelona tiene un costo de casi 40 euros, casi 700 pesos mexicanos por ir al aeropuerto…
La vida es demasiado cara en Europa, o al menos así la hace vivir el euro, invitando al turista a viajar a cualquier otro lado antes que a Europa.
Las cosas no son fáciles de arreglar por acá: los países que están relativamente sanos dentro de esta crisis no están dispuestos a subsidiar la inutilidad de los que –como Grecia- tienen reformas laborales que “obligan” al trabajador a una semana laboral de 33 horas, una jubilación entre los 50 y 55 años y un sistema de pensiones donde los retirados además de recibir una de las mas altas pensiones del mundo tienen acceso casi gratuito a todos los servicios del estado: salud, transporte, edificios públicos, etc.
Tampoco están muy de acuerdo en entrarle y apoyar a la politiquería e irresponsabilidad del déficit y endeudamiento español. Además del reto que ya viven los españoles zapatero anuncia el congelamiento de pensiones, el recorte de sueldos y un impuesto nuevo “a los ricos”. El debate “noticioso” en España es preguntar desde que punto cuales son para el presidente español los “ricos” los españoles.
Las posturas francesas y alemanas, lideres de esta comunidad, son de apoyar rescates solo de países e instituciones que han mostrado una seria contracción a sus atrevimientos económicos y fiscales y desde ya han iniciado una adaptación a la nueva recesiva economía de la zona.
Aquí no hay un Greenspan y un Bernanke con una chequera cargada de trillones para solventar en minutos cualquier problema por multimillonario que fuera.
Aquí cualquier rescate entrara en un largo proceso político y cultural que puede poner muy nerviosos a todos los mercados internacionales y dañar seriamente al Euro, tanto que podrían llevar a la actual Europa a un periodo de estanflación, o por lo menos a sus mas débiles integrantes.
Lo cierto es que este episodio de ajuste en la economía europea tiene muchos capítulos de nerviosismo y ajustes antes de que se piense que los grandes retos están –al menos- bajo control.
(*) Experto en temas económicos
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