Victor Felipe Piz / El Financiero
La recuperación económica ha comenzado a rendir frutos sobre la actividad industrial de México y, en particular, en la producción manufacturera.
A partir de diciembre, la actividad industrial entró en un proceso de recuperación gradual y en marzo logró su cuarto incremento anual consecutivo, luego de 19 meses de retrocesos.
En marzo, la actividad industrial creció 7.6 por ciento en términos reales respecto al mismo mes del año anterior, lo que representa su mayor expansión desde julio de 2006, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Casi la totalidad de ese crecimiento se explica por la producción manufacturera, que repuntó 13.1 por ciento real anual, su mayor alza desde marzo de 1998; o sea, de 12 años.
Además, compensó el deterioro que aún se observa en la industria de la construcción, que se contrajo 1.8 por ciento y acumuló 20 meses con descensos.
El crecimiento de la actividad industrial ha estado inducido, en particular, por la recuperación de la producción en el sector automotor, que en marzo creció 85.1 por ciento y en abril 69.6 a tasa anual.
A su vez, esa aceleración se debe, en su mayor parte, al crecimiento registrado en la producción de vehículos ligeros para exportación a Estados Unidos.
Fin de la recesión
Una moderada revisión al alza de las cifras de enero yfebrero por parte del INEGI, sumada al dato de marzo, se tradujeron en un crecimiento de la actividad industrial de 5.4 por ciento en el primer trimestre del año.
Esa expansión respecto a igual periodo de 2009 puso fin a un periodo recesivo de seis trimestres en contracción.
De acuerdo con el consenso en el mercado, el repunte de la actividad industrial y la producción automotriz sugieren un crecimiento de la economía mexicana de alrededor de 4 por ciento real anual en el primer trimestre.
Será el primer dato positivo después de cinco trimestres a la baja.
La reactivación de la actividad industrial debe favorecer la creación de empleos formales, que ha mostrado una recuperación constante hasta abril, según la estadística de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Durante los primeros cuatro meses del año se crearon casi 382 mil empleos formales, lo que representa la mayor generación de puestos de trabajo para igual periodo cuatrimestral de los últimos 17 años. No obstante, es de suponer que ese ritmo de creación de empleos no será sostenible en los próximos meses.
Deterioro laboral
Pese a la reactivación económica, en el primer trimestre del año el mercado laboral mantuvo una recuperación lenta, además de que la calidad del empleo continuó en deterioro.
En el primer trimestre, la población económicamente activa (PEA) fue de 46 millones 92 mil personas.
De ellas, 43 millones 634 mil (94.7 por ciento) estaban ocupadas, lo que significa 718 mil personas más respecto a las del mismo lapso de un año antes.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, la población desocupada fue de dos millones 459 mil personas, esto es, 170 mil más que en enero-marzo de 2009.
La tasa de desocupación fue de 5.3 por ciento de la PEA, 0.2 puntos porcentuales superior a la de un año antes.
Nueve de cada diez desocupados cuentan con experiencia y sólo uno no la tiene. Y más de la mitad de ellos no tiene ocupación porque perdió o terminó su empleo.
Informalidad y subocupación
El INEGI informó que de la población ocupada, 12 millones 470 mil personas (28.6 por ciento) laboran en el sector informal de la economía, cifra que representa un incremento de 365 mil en relación con el primer trimestre de 2009.
El dato de población ocupada en el sector informal casi es equivalente al empleo en el sector formal de la economía que, medido por el número de trabajadores asegurados en el IMSS, ascendió a 14 millones 171 mil personas al cierre de marzo.
La población subocupada, definida como la que tiene necesidad de trabajar más tiempo, ya sea en una ocupación complementaria o en un nuevo empleo con mayor horario, fue de cuatro millones 87 mil personas en el cuarto trimestre.
Y se incrementó en 652 mil personas en comparación con el total cuantificado en el mismo periodo de un año antes.
La presencia de la subocupación se dio en 9.4 de cada cien personas ocupadas, cuando un año antes se presentó en ocho de cada cien.
Otro indicador que da cuenta del deterioro en la calidad del empleo es la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), advierte un análisis de Banamex.
En el primer trimestre del año esa tasa se mantuvo en niveles elevados, de 12.2 por ciento de la población ocupada, la misma que en igual periodo de 2009.
Así, en el último año 88 mil personas pasaron a condiciones críticas de empleo, con lo cual los que están en esa situación ya son cinco millones 323 mil.
La TCCO es el porcentaje de la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que labora más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que trabaja más de 48 horas a la semana y gana hasta dos salarios mínimos.
¿Año de la recuperación?
Si bien la estadística de asegurados en el IMSS refleja un mayor dinamismo del empleo formal en los últimos meses, las tasas de desocupación y subocupación continúan en niveles altos, lo mismo que la tasa de ocupación en el sector informal.
La elevada tasa de desempleo, el aumento de los impuestos, la disminución de los salarios reales y las dificultades para obtener crédito, son los principales frenos de la demanda interna, concluye Invex Grupo Financiero.
Por esa razón, tanto el consumo como la inversión crecerán a tasas moderadas en 2010, perfilado por el presidente Felipe Calderón "como el año de la recuperación", que más bien será de luces y sombras.
A partir de diciembre, la actividad industrial entró en un proceso de recuperación gradual y en marzo logró su cuarto incremento anual consecutivo, luego de 19 meses de retrocesos.
En marzo, la actividad industrial creció 7.6 por ciento en términos reales respecto al mismo mes del año anterior, lo que representa su mayor expansión desde julio de 2006, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Casi la totalidad de ese crecimiento se explica por la producción manufacturera, que repuntó 13.1 por ciento real anual, su mayor alza desde marzo de 1998; o sea, de 12 años.
Además, compensó el deterioro que aún se observa en la industria de la construcción, que se contrajo 1.8 por ciento y acumuló 20 meses con descensos.
El crecimiento de la actividad industrial ha estado inducido, en particular, por la recuperación de la producción en el sector automotor, que en marzo creció 85.1 por ciento y en abril 69.6 a tasa anual.
A su vez, esa aceleración se debe, en su mayor parte, al crecimiento registrado en la producción de vehículos ligeros para exportación a Estados Unidos.
Fin de la recesión
Una moderada revisión al alza de las cifras de enero yfebrero por parte del INEGI, sumada al dato de marzo, se tradujeron en un crecimiento de la actividad industrial de 5.4 por ciento en el primer trimestre del año.
Esa expansión respecto a igual periodo de 2009 puso fin a un periodo recesivo de seis trimestres en contracción.
De acuerdo con el consenso en el mercado, el repunte de la actividad industrial y la producción automotriz sugieren un crecimiento de la economía mexicana de alrededor de 4 por ciento real anual en el primer trimestre.
Será el primer dato positivo después de cinco trimestres a la baja.
La reactivación de la actividad industrial debe favorecer la creación de empleos formales, que ha mostrado una recuperación constante hasta abril, según la estadística de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Durante los primeros cuatro meses del año se crearon casi 382 mil empleos formales, lo que representa la mayor generación de puestos de trabajo para igual periodo cuatrimestral de los últimos 17 años. No obstante, es de suponer que ese ritmo de creación de empleos no será sostenible en los próximos meses.
Deterioro laboral
Pese a la reactivación económica, en el primer trimestre del año el mercado laboral mantuvo una recuperación lenta, además de que la calidad del empleo continuó en deterioro.
En el primer trimestre, la población económicamente activa (PEA) fue de 46 millones 92 mil personas.
De ellas, 43 millones 634 mil (94.7 por ciento) estaban ocupadas, lo que significa 718 mil personas más respecto a las del mismo lapso de un año antes.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, la población desocupada fue de dos millones 459 mil personas, esto es, 170 mil más que en enero-marzo de 2009.
La tasa de desocupación fue de 5.3 por ciento de la PEA, 0.2 puntos porcentuales superior a la de un año antes.
Nueve de cada diez desocupados cuentan con experiencia y sólo uno no la tiene. Y más de la mitad de ellos no tiene ocupación porque perdió o terminó su empleo.
Informalidad y subocupación
El INEGI informó que de la población ocupada, 12 millones 470 mil personas (28.6 por ciento) laboran en el sector informal de la economía, cifra que representa un incremento de 365 mil en relación con el primer trimestre de 2009.
El dato de población ocupada en el sector informal casi es equivalente al empleo en el sector formal de la economía que, medido por el número de trabajadores asegurados en el IMSS, ascendió a 14 millones 171 mil personas al cierre de marzo.
La población subocupada, definida como la que tiene necesidad de trabajar más tiempo, ya sea en una ocupación complementaria o en un nuevo empleo con mayor horario, fue de cuatro millones 87 mil personas en el cuarto trimestre.
Y se incrementó en 652 mil personas en comparación con el total cuantificado en el mismo periodo de un año antes.
La presencia de la subocupación se dio en 9.4 de cada cien personas ocupadas, cuando un año antes se presentó en ocho de cada cien.
Otro indicador que da cuenta del deterioro en la calidad del empleo es la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO), advierte un análisis de Banamex.
En el primer trimestre del año esa tasa se mantuvo en niveles elevados, de 12.2 por ciento de la población ocupada, la misma que en igual periodo de 2009.
Así, en el último año 88 mil personas pasaron a condiciones críticas de empleo, con lo cual los que están en esa situación ya son cinco millones 323 mil.
La TCCO es el porcentaje de la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que labora más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que trabaja más de 48 horas a la semana y gana hasta dos salarios mínimos.
¿Año de la recuperación?
Si bien la estadística de asegurados en el IMSS refleja un mayor dinamismo del empleo formal en los últimos meses, las tasas de desocupación y subocupación continúan en niveles altos, lo mismo que la tasa de ocupación en el sector informal.
La elevada tasa de desempleo, el aumento de los impuestos, la disminución de los salarios reales y las dificultades para obtener crédito, son los principales frenos de la demanda interna, concluye Invex Grupo Financiero.
Por esa razón, tanto el consumo como la inversión crecerán a tasas moderadas en 2010, perfilado por el presidente Felipe Calderón "como el año de la recuperación", que más bien será de luces y sombras.
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