El finiquito de quienes se encuentran en el esquema Punto Final puede ser mediante dos vías: liquidar el adeudo o bien transferirse a un plan tradicional
Romina Román Pineda El Universal
Romina Román Pineda El Universal
A petición de la Asociación de Bancos de México (ABM), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) aceptó anticipar por 20 años el término del Programa Punto Final.
El esquema de apoyo a deudores, que se instrumentó en 1999 como resultado de la crisis, tenía como fecha de vigencia hasta el 2030. La medida permitirá mejorar las condiciones de los créditos.
Datos de la ABM revelaron que en la actualidad, hay 55 mil acreditados que podrían ser susceptibles de incorporarse de manera anticipada a la conclusión del esquema, siempre y cuando se mantengan al corriente en sus pagos.
El finiquito de quienes se encuentran en el esquema Punto Final puede ser mediante dos vías: liquidar el adeudo o bien transferirse a un plan tradicional a tasa y plazos fijos.
El programa Punto Final aplicó para todos los créditos hipotecarios en moneda nacional que ya estaban o se convirtieron de manera posterior a Unidades de Inversión (Udis).
Consideró una ampliación de plazos y descuentos sobre saldos insolutos de hasta 50%.
Información de la Asociación de Bancos de México detalla que los bancos tendrán como plazo seis meses para poner al corriente a los clientes que se encuentran bajo este mecanismo.
En este periodo, la CNBV deberá proporcionar a la Secretaría de Hacienda el monto que tendrá que liquidar a las instituciones como parte del apoyo que comprometió el gobierno federal hace más de 10 años.
Se estima que Hacienda hará cinco pagos. El primero iniciará en diciembre de 2011 y se efectuarán cuatro pagos más en junio de ese mismo año y se deberá concluir con este esquema en el año 2015.
Luis Robles, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México, mencionó que la decisión de anticipar el término del programa se debe a la antigüedad del mismo y a la posibilidad de que los clientes accedan a financiamientos en mejores condiciones.
“No tiene caso que las personas se mantengan bajo un esquema de Udis”, agregó.
En este momento, dijo, es mejor para los acreditados un plan con tasas fijas.
El Punto Final consideró un costo compartido entre bancos y el gobierno federal. En principio, el programa se diseñó para préstamos hipotecarios, pero después se incorporaron créditos agropecuarios y empresariales.
Cifras de la Secretaría de Hacienda detallaron que, de un universo de 383 mil acreditados hipotecarios, se apegaron al programa 83% del total y se logró renegociar 70%.
En el caso de los agricultores, se integraron 89% de los 771 mil 639 acreditados y se renegoció 67% de su cartera vencida.
En financiamientos empresariales se adhirió 68% de los 160 mil 177 deudores empresariales o corporativos, con una solución de 57% de la cartera en problemas.
La medida generó una reducción de 27% de los préstamos vencidos de los seis principales bancos que operan en el país.
En los estados financieros del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) los pasivos por concepto de programas de apoyo a deudores ascendieron, a marzo pasado, a 2 mil 667 millones de pesos.
Este saldo representa un aumento de 23% en términos nominales respecto a diciembre de 2009.
El esquema de apoyo a deudores, que se instrumentó en 1999 como resultado de la crisis, tenía como fecha de vigencia hasta el 2030. La medida permitirá mejorar las condiciones de los créditos.
Datos de la ABM revelaron que en la actualidad, hay 55 mil acreditados que podrían ser susceptibles de incorporarse de manera anticipada a la conclusión del esquema, siempre y cuando se mantengan al corriente en sus pagos.
El finiquito de quienes se encuentran en el esquema Punto Final puede ser mediante dos vías: liquidar el adeudo o bien transferirse a un plan tradicional a tasa y plazos fijos.
El programa Punto Final aplicó para todos los créditos hipotecarios en moneda nacional que ya estaban o se convirtieron de manera posterior a Unidades de Inversión (Udis).
Consideró una ampliación de plazos y descuentos sobre saldos insolutos de hasta 50%.
Información de la Asociación de Bancos de México detalla que los bancos tendrán como plazo seis meses para poner al corriente a los clientes que se encuentran bajo este mecanismo.
En este periodo, la CNBV deberá proporcionar a la Secretaría de Hacienda el monto que tendrá que liquidar a las instituciones como parte del apoyo que comprometió el gobierno federal hace más de 10 años.
Se estima que Hacienda hará cinco pagos. El primero iniciará en diciembre de 2011 y se efectuarán cuatro pagos más en junio de ese mismo año y se deberá concluir con este esquema en el año 2015.
Luis Robles, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México, mencionó que la decisión de anticipar el término del programa se debe a la antigüedad del mismo y a la posibilidad de que los clientes accedan a financiamientos en mejores condiciones.
“No tiene caso que las personas se mantengan bajo un esquema de Udis”, agregó.
En este momento, dijo, es mejor para los acreditados un plan con tasas fijas.
El Punto Final consideró un costo compartido entre bancos y el gobierno federal. En principio, el programa se diseñó para préstamos hipotecarios, pero después se incorporaron créditos agropecuarios y empresariales.
Cifras de la Secretaría de Hacienda detallaron que, de un universo de 383 mil acreditados hipotecarios, se apegaron al programa 83% del total y se logró renegociar 70%.
En el caso de los agricultores, se integraron 89% de los 771 mil 639 acreditados y se renegoció 67% de su cartera vencida.
En financiamientos empresariales se adhirió 68% de los 160 mil 177 deudores empresariales o corporativos, con una solución de 57% de la cartera en problemas.
La medida generó una reducción de 27% de los préstamos vencidos de los seis principales bancos que operan en el país.
En los estados financieros del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) los pasivos por concepto de programas de apoyo a deudores ascendieron, a marzo pasado, a 2 mil 667 millones de pesos.
Este saldo representa un aumento de 23% en términos nominales respecto a diciembre de 2009.
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