Bayer, creadora de las marcas Aspirina y Alka-Seltzer, ofrece una visión de negocio a través de la mente de su presidente y director general en México, Kurt Soland, quien señala los males que aquejan al país
Eduardo Camacho y Hugo Loya El Universal
La mayoría de las personas en México conocen a Bayer por sus productos en el campo de la medicina. Aspirina y Alka-Seltzer son nombres que ya son parte de la cultura nacional y son símbolo de medicinas que alivian el dolor físico. Pero esta empresa alemana, con presencia en México desde hace más de 100 años, está metida en diversos sectores, como en el de las telecomunicaciones, automotriz y la tecnología y alimentos.
A lo largo de más de un centenario de vida en nuestro país, le ha tocado vivir todos los cambios económicos y políticos, incluyendo fuertes crisis económicas, por lo que ya no es una empresa ajena al desarrollo de México a la que le afectan o benefician las decisiones que se tomen en la sociedad y el gobierno.
Kurt Soland, presidente y director general de Bayer México, da a conocer lo que para él sería parte de la receta que requiere el país para reducir los malestares económicos. En entrevista con EL UNIVERSAL, Soland menciona, entre muchas otras cosas, que México debe definir su identidad.
Dice que es necesario consolidar un proyecto de país para los próximos 30 o 50 años, una visión que unifique y no separe a los participantes de la economía y política nacional. Asegura que esto es la medicina idónea para lograr que México abra su espectro comercial a nuevos mercados y decida el papel que jugará en el comercio global durante los próximos años, trazando así un objetivo común.
Sin miramientos, el directivo afirma que en México “falta una visión a largo plazo”, donde el gobierno, empresarios y la población en general se complementen en ello. Un sueño que puede alcanzarse si la nación entera se compromete a ello.
Y puso como ejemplo a los chinos, quienes decidieron ser la fábrica de productos en el mundo y ser los más baratos, “y lo lograron, ¿aquí qué somos?, ¿cuál es la visión de México, ser el destino turístico para los spring breakers, el proveedor de servicios de los otros países de América Latina?”, cuestiona Soland.
Eduardo Camacho y Hugo Loya El Universal
La mayoría de las personas en México conocen a Bayer por sus productos en el campo de la medicina. Aspirina y Alka-Seltzer son nombres que ya son parte de la cultura nacional y son símbolo de medicinas que alivian el dolor físico. Pero esta empresa alemana, con presencia en México desde hace más de 100 años, está metida en diversos sectores, como en el de las telecomunicaciones, automotriz y la tecnología y alimentos.
A lo largo de más de un centenario de vida en nuestro país, le ha tocado vivir todos los cambios económicos y políticos, incluyendo fuertes crisis económicas, por lo que ya no es una empresa ajena al desarrollo de México a la que le afectan o benefician las decisiones que se tomen en la sociedad y el gobierno.
Kurt Soland, presidente y director general de Bayer México, da a conocer lo que para él sería parte de la receta que requiere el país para reducir los malestares económicos. En entrevista con EL UNIVERSAL, Soland menciona, entre muchas otras cosas, que México debe definir su identidad.
Dice que es necesario consolidar un proyecto de país para los próximos 30 o 50 años, una visión que unifique y no separe a los participantes de la economía y política nacional. Asegura que esto es la medicina idónea para lograr que México abra su espectro comercial a nuevos mercados y decida el papel que jugará en el comercio global durante los próximos años, trazando así un objetivo común.
Sin miramientos, el directivo afirma que en México “falta una visión a largo plazo”, donde el gobierno, empresarios y la población en general se complementen en ello. Un sueño que puede alcanzarse si la nación entera se compromete a ello.
Y puso como ejemplo a los chinos, quienes decidieron ser la fábrica de productos en el mundo y ser los más baratos, “y lo lograron, ¿aquí qué somos?, ¿cuál es la visión de México, ser el destino turístico para los spring breakers, el proveedor de servicios de los otros países de América Latina?”, cuestiona Soland.
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