Genaro Villamil / Proceso
La muerte de la niña Paulette Gebara Farah le generó la peor crisis de opinión pública al gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya actuación en el caso, de acuerdo con encuestas de las que Proceso tiene copia, se califica en 80% como “mal” y “muy mal”.
La trama de presiones familiares, políticas y empresariales involucra a los dos principales aspirantes a suceder a Peña Nieto en el gobierno del Estado de México en 2011: su primo, Alfredo del Mazo Maza, y su compadre, operador político y secretario general de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava.
El actual alcalde de Huixquilucan, Del Mazo Maza, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los años cuarenta y amigo de la familia Farah. Miranda Nava es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del procurador Alberto Bazbaz Sacal.
Pese al intento de darle carpetazo a las investigaciones sobre la menor desaparecida el 21 de marzo y hallada nueve días después en la misma cama alrededor de la cual pasaron más de 200 personas, entre peritos, reporteros, familiares y funcionarios, el caso Paulette extiende sus polémicas conclusiones más allá del entorno familiar de la menor de cuatro años.
“En este caso están involucrados funcionarios estatales del más alto nivel”, advierte Luis Sánchez, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática. “Todo tiene que ver con proteger a Peña Nieto y sus redes de complicidades políticas”, sentencia el exalcalde de Nezahualcóyotl.
En entrevista con Proceso refiere que el propio secretario general de Gobierno, Miranda Nava, intentó hacer creer a los líderes de los partidos de oposición de que Paulette murió accidentalmente, sin que nadie se diera cuenta, durante casi 10 días, de que el cuerpo estaba en su habitación.
“Miranda Nava nos trató de convencer, de manera muy amable, a través de un extenso video de la procuraduría, donde se ve cómo los peritos encontraron el cadáver de la niña en avanzado estado de descomposición”, afirma Sánchez.
“El problema con Bazbaz es que le gusta salir mucho en los medios y cometió muchos errores”, recuerda Sánchez que les dijo Miranda Nava. Desde ese momento, a mediados de abril, ya estaba decidida la salida del tercer procurador en menos de cuatro años de gobierno de Peña Nieto.
Las conclusiones a las que llegó la procuraduría mexiquense en torno a la muerte de la niña Paulette Gebara Farah le restaron credibilidad al gobierno de Enrique Peña Nieto y le pegaron donde más le duele al político priista: en las encuestas. La indagatoria, según especialistas, muestra inconsistencias y deja cabos sueltos. Además, peritos que atendían el caso denunciaron presiones del primer círculo del gobernador para llegar a un resultado preestablecido.
El actual alcalde de Huixquilucan, Del Mazo Maza, es el heredero directo de la dinastía familiar que ha gobernado el Estado de México desde los años cuarenta y amigo de la familia Farah. Miranda Nava es señalado como el principal responsable del cambio de rumbo en las investigaciones que derivaron en la renuncia del procurador Alberto Bazbaz Sacal.
Pese al intento de darle carpetazo a las investigaciones sobre la menor desaparecida el 21 de marzo y hallada nueve días después en la misma cama alrededor de la cual pasaron más de 200 personas, entre peritos, reporteros, familiares y funcionarios, el caso Paulette extiende sus polémicas conclusiones más allá del entorno familiar de la menor de cuatro años.
“En este caso están involucrados funcionarios estatales del más alto nivel”, advierte Luis Sánchez, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática. “Todo tiene que ver con proteger a Peña Nieto y sus redes de complicidades políticas”, sentencia el exalcalde de Nezahualcóyotl.
En entrevista con Proceso refiere que el propio secretario general de Gobierno, Miranda Nava, intentó hacer creer a los líderes de los partidos de oposición de que Paulette murió accidentalmente, sin que nadie se diera cuenta, durante casi 10 días, de que el cuerpo estaba en su habitación.
“Miranda Nava nos trató de convencer, de manera muy amable, a través de un extenso video de la procuraduría, donde se ve cómo los peritos encontraron el cadáver de la niña en avanzado estado de descomposición”, afirma Sánchez.
“El problema con Bazbaz es que le gusta salir mucho en los medios y cometió muchos errores”, recuerda Sánchez que les dijo Miranda Nava. Desde ese momento, a mediados de abril, ya estaba decidida la salida del tercer procurador en menos de cuatro años de gobierno de Peña Nieto.
Las conclusiones a las que llegó la procuraduría mexiquense en torno a la muerte de la niña Paulette Gebara Farah le restaron credibilidad al gobierno de Enrique Peña Nieto y le pegaron donde más le duele al político priista: en las encuestas. La indagatoria, según especialistas, muestra inconsistencias y deja cabos sueltos. Además, peritos que atendían el caso denunciaron presiones del primer círculo del gobernador para llegar a un resultado preestablecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario