El mandatario estadounidense anunció que vetará cualquier proyecto de reforma financiera que llegue a su escritorio si carece de controles firmes sobre los derivados, tal como él desea.
El presidente Barack Obama prometió este viernes que vetará cualquier iniciativa de reforma financiera que no regule adecuadamente el mercado de derivados, a pesar del rechazo unificado de los republicanos a incluir ese tema.
La legislación pendiente en el Congreso regularía por primera vez los derivados, que son complicados instrumentos financieros, como los valores respaldados por hipotecas que contribuyeron a la "Gran Recesión" en el 2008, cuando su valor se desplomó durante la crisis de los préstamos inmobiliarios.
El mandatario estadounidense anunció que vetará cualquier proyecto de reforma financiera que llegue a su escritorio si carece de controles firmes sobre los derivados, tal como él desea.
Sin embargo, existen discrepancias entre los propios correligionarios demócratas de Obama en cuanto a los alcances de los controles que se busca imponer a las inversiones de alto riesgo.
En una complicación para Obama, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnel, de Kentucky, recabó el viernes las firmas de 40 republicanos opuestos a la iniciativa del Senado, quienes exigieron mayores deliberaciones.
Tras conseguir el apoyo de la senadora republicana Susan Collins, de Maine -la última voz discordante entre los republicanos- McConnel aumentó su fuerza en momentos en que los demócratas de disponen a presentar la iniciativa para debate en el pleno.
El rechazo unificado de los republicanos se constituyó en un revés para la mayoría demócrata, la cual buscaba el apoyo individual de algunos legisladores republicanos para lograr los 60 votos necesarios a fin de que el trámite de la iniciativa superara cualquier obstrucción legislativa.
"Estamos unidos en nuestro rechazo a la legislación partidista de la que informó la Comisión Bancaria del Senado", dijeron los republicanos en una carta dirigida al líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, demócrata por Nevada.
El presidente Barack Obama prometió este viernes que vetará cualquier iniciativa de reforma financiera que no regule adecuadamente el mercado de derivados, a pesar del rechazo unificado de los republicanos a incluir ese tema.
La legislación pendiente en el Congreso regularía por primera vez los derivados, que son complicados instrumentos financieros, como los valores respaldados por hipotecas que contribuyeron a la "Gran Recesión" en el 2008, cuando su valor se desplomó durante la crisis de los préstamos inmobiliarios.
El mandatario estadounidense anunció que vetará cualquier proyecto de reforma financiera que llegue a su escritorio si carece de controles firmes sobre los derivados, tal como él desea.
Sin embargo, existen discrepancias entre los propios correligionarios demócratas de Obama en cuanto a los alcances de los controles que se busca imponer a las inversiones de alto riesgo.
En una complicación para Obama, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnel, de Kentucky, recabó el viernes las firmas de 40 republicanos opuestos a la iniciativa del Senado, quienes exigieron mayores deliberaciones.
Tras conseguir el apoyo de la senadora republicana Susan Collins, de Maine -la última voz discordante entre los republicanos- McConnel aumentó su fuerza en momentos en que los demócratas de disponen a presentar la iniciativa para debate en el pleno.
El rechazo unificado de los republicanos se constituyó en un revés para la mayoría demócrata, la cual buscaba el apoyo individual de algunos legisladores republicanos para lograr los 60 votos necesarios a fin de que el trámite de la iniciativa superara cualquier obstrucción legislativa.
"Estamos unidos en nuestro rechazo a la legislación partidista de la que informó la Comisión Bancaria del Senado", dijeron los republicanos en una carta dirigida al líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, demócrata por Nevada.
Fuente: El Sol de México
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