viernes, 23 de abril de 2010

PURO CUENTO DE BANQUEROS

Luis Soto / El Financiero
Cuando el presidente Felipe Calderón tenía escasos cuatro meses en el cargo, los empleados de los dueños de los bancos comerciales extranjeros que operan en México le hicieron llegar el siguiente mensaje: Dicen nuestros patrones que por tratarse de usted, ahora sí "están resueltos a impulsar el crecimiento de la economía nacional". Y como una muestra de que hablaban en serio, firmaron con sangre el compromiso que a la letra decía: "Ayudarle a México para que crezca mejor y más rápido."
El plan de aquéllos, según la información oficial, estaba enfocado a seguir financiando la construcción de vivienda, poner mayor énfasis en el crédito a pequeñas y medianas empresas, e incluso otorgar financiamiento al campo. ¡Vamos a multiplicar el crédito en México; vamos a abrir la llave para regar todo el país con dinero; que nadie diga que no queremos prestar y que sólo nos gusta hacer lana fácil mediante el cobro de comisiones. Queremos cambiar nuestra imagen...!, exclamaron en aquella ocasión.
Obviamente, los "paleros" y varios funcionarios del gobierno que desde hace muchos se han desempeñado como empleados de los banqueros aplaudieron y festejaron el anuncio del compromiso. Ninguno de ellos se atrevió a recordarles que a Vicente Fox y a todos los que votaron por el "cambio sin rumbo", los banqueros prometieron apoyarlos y no cumplieron, a pesar de que los complació en todo lo que pidieron. Bueno, hasta nombró al secretario de Hacienda que ellos le impusieron -Francisco Gil Díaz-, quien se dedicó seis años a concederles cualquier deseo a los accionistas de los bancos...
¿Por qué entonces hoy sí creerles a los banqueros? Preguntábamos en marzo de 2007. Los sospechosistas señalaban que ese compromiso de ayudarle a Calderón para que "México crezca mejor y más rápido" era sólo hipocresía; quieren hacerle creer al presidente de la República que "se la van a jugar con él", pero lo que en el fondo pretenden es que les dé su aval para seguir operando como hasta ahora. Que nadie les imponga condiciones ni comisiones para operar; que por medio de sus operadores políticos les haga saber a los legisladores del PAN y del PRI que si establecen topes, control, techo o algo parecido a las comisiones que cobran a los usuarios de los servicios que otorga la banca, no habrá crédito para nadie. "Comisiones gratis, jamás, porque no hay negocio que pueda aguantarlo", sentenció el empleado mayor de los banqueros. ¡Y cómo no defender el negocio bancario, cuya base son las benditas comisiones que les dejan a los bancos entre 40 mil y 60 mil millones de pesos al año! Obviamente, los diputados que están a punto de terminar su gestión no se atrevieron en tres años a tocar "ni con el pétalo de una rosa" a los banqueros.
Y en cuanto a la promesa de "Ayudarle a México para que crezca mejor y más rápido", se comprobó que era una falsedad, hipocresía o como usted quiera calificarla.
El texto anterior lo escribimos en julio del año pasado. Y como cualquiera puede ver, prácticamente nada ha cambiado.
En las últimas cinco convenciones bancarias, hemos escuchado de cada uno de los presidentes de la Asociación de Bancos de México (Eduardo Medina Mora, Marcos Martínez Gavica, Enrique Castillo Sánchez Mejorada, Ignacio Deschamps, por sólo mencionar a algunos) palabras huecas como: "Como nunca antes, se cuenta con recursos financieros para apoyar el desarrollo nacional..."; "En cinco años, México pasó de tener una banca en proceso de reestructuración a tener una banca sana, innovadora y competitiva que está contribuyendo al crecimiento del país"; "Refrendamos el compromiso de la banca de seguir siendo un catalizador del desarrollo del país, para que México crezca más y más rápido; y para que los mexicanos elevemos nuestra calidad de vida, porque, México lo merece...". Bla, bla, bla.
Hoy los bancos mexicanos extranjerizados -como diría el Señor Licenciado Don Carlos Salinas de Gortari- vuelven a prometer lo mismo: "ahora sí estamos en posibilidades de prestar dinero", "tenemos mejor infraestructura", "los bancos están sólidos". Y la frase favorita: siguen queriendo mucho a México. Ah, y que les preocupan los "jodidos" que no tienen acceso a los servicios bancarios; que van a abrir la llave del crédito, que van a prestarles hasta a los comercios informales, que...
¿Por qué creerles a los banqueros ahora? Bueno, el señor Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, opina que "no tienen de otra"; o prestan o prestan, pues la época de las "vacas gordas" de las comisiones -que les dejó durante muchos años decenas de miles de millones de pesos de utilidades- ya se acabó. ¡Pues nosotros, como dijo un ciego...!, responden los empresarios de todos los tamaños.

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