Obama se muestra "complacido" pero advierte que no aceptará propuestas escritas por los grupos de presión de Wall Street
SANDRO POZZI - EL PAÍS
El debate de la reforma financiera ya puede arrancar en el Senado de Estados Unidos, después de que republicanos y demócratas llegaron a un pacto que permitirá superar el bloqueo que sufre la negociación. Los conservadores acabaron abriendo la mano, ante la imposibilidad de mantener más su oposición ante un público que rechaza de lleno la conducta ética de Wall Street.
El caso de fraude en Goldman Sachs fue el catalizador de este empujón. Pero para que la propuesta legislativa diseñada por el demócrata Christopher Dodd pudiera ser elevada al pleno para su discusión, antes tuvo que dar una serie de garantías y concesiones. Su oponente Richard Shelby quería estar seguro de que no se darán más ayudas a entidades insolventes.
Desde el pasado lunes, los republicanos lograron recabar el mínimo de votos para mantener el bloqueo. En la tercera votación celebrara a medio día del miércoles en el Capitolio, los demócratas consiguieron 56 de los 60 votos necesarios para esquivar a la oposición. En el cuarto intento no fue necesaria la votación, tras caer de la propuesta el superfondo para la banca.
"Tenemos aún una serie de enmiendas que ofrecer", apuntaba el líder de la minoría republicana, Mich McConnell. La Casa Blanca espera que el debate vaya rápido. Una vez aprobado, el texto deberá ser conciliado con el adoptado en diciembre por el de la Cámara de Representantes. Barack Obama podría así tener la legislación lista para la firma antes del receso veraniego.
Además de acabar con la red de seguridad que evita que quiebren las entidades sistémicas, la propuesta de reforma crear un sistema de alerta temprana que permita identificar futuras crisis, dar más transparencia al mercado de los derivados y establecer una agencia para proteger al consumidor de abusos en el ámbito financiero. En las dos últimas hay diferencias.
En un discurso en Quincy, Illinois, Barack Obama se ha declarado este miércoles "muy complacido" por la decisión de la oposición republicana de permitir el inicio del debate de la mayor reforma de las regulaciones financieras en EE UU desde la Gran Depresión . El presidente ha asegurado que está "dispuesto a colaborar con cualquiera de buena fe" y admitió que puede haber "diferencias legítimas" pero, indicó, quiere una reforma "que beneficie a los estadounidenses, escrita con ustedes en mente" y no "redactada para beneficio de Wall Street".
SANDRO POZZI - EL PAÍS
El debate de la reforma financiera ya puede arrancar en el Senado de Estados Unidos, después de que republicanos y demócratas llegaron a un pacto que permitirá superar el bloqueo que sufre la negociación. Los conservadores acabaron abriendo la mano, ante la imposibilidad de mantener más su oposición ante un público que rechaza de lleno la conducta ética de Wall Street.
El caso de fraude en Goldman Sachs fue el catalizador de este empujón. Pero para que la propuesta legislativa diseñada por el demócrata Christopher Dodd pudiera ser elevada al pleno para su discusión, antes tuvo que dar una serie de garantías y concesiones. Su oponente Richard Shelby quería estar seguro de que no se darán más ayudas a entidades insolventes.
Desde el pasado lunes, los republicanos lograron recabar el mínimo de votos para mantener el bloqueo. En la tercera votación celebrara a medio día del miércoles en el Capitolio, los demócratas consiguieron 56 de los 60 votos necesarios para esquivar a la oposición. En el cuarto intento no fue necesaria la votación, tras caer de la propuesta el superfondo para la banca.
"Tenemos aún una serie de enmiendas que ofrecer", apuntaba el líder de la minoría republicana, Mich McConnell. La Casa Blanca espera que el debate vaya rápido. Una vez aprobado, el texto deberá ser conciliado con el adoptado en diciembre por el de la Cámara de Representantes. Barack Obama podría así tener la legislación lista para la firma antes del receso veraniego.
Además de acabar con la red de seguridad que evita que quiebren las entidades sistémicas, la propuesta de reforma crear un sistema de alerta temprana que permita identificar futuras crisis, dar más transparencia al mercado de los derivados y establecer una agencia para proteger al consumidor de abusos en el ámbito financiero. En las dos últimas hay diferencias.
En un discurso en Quincy, Illinois, Barack Obama se ha declarado este miércoles "muy complacido" por la decisión de la oposición republicana de permitir el inicio del debate de la mayor reforma de las regulaciones financieras en EE UU desde la Gran Depresión . El presidente ha asegurado que está "dispuesto a colaborar con cualquiera de buena fe" y admitió que puede haber "diferencias legítimas" pero, indicó, quiere una reforma "que beneficie a los estadounidenses, escrita con ustedes en mente" y no "redactada para beneficio de Wall Street".
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