La iniciativa privada exige un cambio en la política económica nacional.
Alejandro Durán / El Sol de México
Frente a la tendencia alcista que registra el peso frente al dólar, el sector privado exigió a las autoridades, y sobre todo al Banco de México (Banxico), modificar la política monetaria para dejar de apostarle a la sobrevaluación del peso como instrumento para controlar la inflación, pues dicha medida terminará por obstaculizar la recuperación económica.
En este sentido, industriales del calzado alertaron que la apreciación del peso mexicano frente al dólar podría desatar en cualquier momento una invasión de productos importados ante el abaratamiento de éstos frente a los productos nacionales, por lo que insistieron en que resulta urgente un ajuste en las tasas de interés.
Y ello, argumentó Armando Martín Dueñas, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato, entidad que aglutina a 70 por ciento de la producción nacional, porque la apreciación del peso mexicano obedece al ingreso masivo de capitales al mercado mexicano por las altas tasas de interés que existen en el país respecto a otras latitudes.
Por ello, el empresario aseguró que la industria del calzado está preocupada porque precisamente la fortaleza de la moneda mexicana podría afectar las exportaciones y hacer más atractivas las importaciones, las cuales hoy en día cubren una quinta parte del mercado interno.
"Recomendamos a la autoridad monetaria dejar de apostar a la sobrevaluación del peso como instrumento para controlar la inflación y debe de una vez por todas decidirse a apoyar a la planta productiva nacional implementando las políticas monetarias que se traduzcan en una baja de las tasas de interés y por lo tanto un ajuste gradual de la paridad hasta que la ubique en niveles competitivos", expuso.
Lo anterior, argumentó el empresario en el marco de la inauguración de la 62 edición del Salón Internacional de la Piel y el Calzado (Sapica), en la ciudad de León, Guanajuato, porque hoy en día en México existe una tasa de interés de los Certificados de la Tesorería a 28 días de 4.41 por ciento, mientras que en Estados Unidos un bono del Tesoro a plazo de un mes está pagando 0.11 por ciento anualizado.
Y lo que sucede es que en las últimas semanas, el peso ha ganado de manera constante terreo frente al dólar estadounidense, a un grado tal que el tipo de cambio se ha ubicado en niveles de 12.30 pesos, luego de que en octubre de 2008, cuando estalló la crisis financiera, llegó a superó los 14 pesos y luego, en marzo, rozó los 16 pesos.
De esta manera, ante la presencia de la subsecretaría de Industria y Comercio, Lorenza Martínez, el industrial aseguró enfático que "de nada nos sirve" tener una mayor apreciación del peso si esto se realiza a costa de perder empleos ante la disminución de la competitividad nacional.
De acuerdo a datos de la CISEG, la producción de calzado en México oscila en 244 millones de pares, de los cuales 12 millones se canalizan para exportación. El consumo interno asciende a 286 millones de pares, de los cuales 54 millones son abastecidos a través de importaciones.
México es el noveno productor de calzado a nivel mundial, con más de cuatro mil fábricas, de las cuales 56 por ciento son micro empresas, el 33 por ciento pequeñas; nueve por ciento medianas y dos por ciento grandes.
Alejandro Durán / El Sol de México
Frente a la tendencia alcista que registra el peso frente al dólar, el sector privado exigió a las autoridades, y sobre todo al Banco de México (Banxico), modificar la política monetaria para dejar de apostarle a la sobrevaluación del peso como instrumento para controlar la inflación, pues dicha medida terminará por obstaculizar la recuperación económica.
En este sentido, industriales del calzado alertaron que la apreciación del peso mexicano frente al dólar podría desatar en cualquier momento una invasión de productos importados ante el abaratamiento de éstos frente a los productos nacionales, por lo que insistieron en que resulta urgente un ajuste en las tasas de interés.
Y ello, argumentó Armando Martín Dueñas, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato, entidad que aglutina a 70 por ciento de la producción nacional, porque la apreciación del peso mexicano obedece al ingreso masivo de capitales al mercado mexicano por las altas tasas de interés que existen en el país respecto a otras latitudes.
Por ello, el empresario aseguró que la industria del calzado está preocupada porque precisamente la fortaleza de la moneda mexicana podría afectar las exportaciones y hacer más atractivas las importaciones, las cuales hoy en día cubren una quinta parte del mercado interno.
"Recomendamos a la autoridad monetaria dejar de apostar a la sobrevaluación del peso como instrumento para controlar la inflación y debe de una vez por todas decidirse a apoyar a la planta productiva nacional implementando las políticas monetarias que se traduzcan en una baja de las tasas de interés y por lo tanto un ajuste gradual de la paridad hasta que la ubique en niveles competitivos", expuso.
Lo anterior, argumentó el empresario en el marco de la inauguración de la 62 edición del Salón Internacional de la Piel y el Calzado (Sapica), en la ciudad de León, Guanajuato, porque hoy en día en México existe una tasa de interés de los Certificados de la Tesorería a 28 días de 4.41 por ciento, mientras que en Estados Unidos un bono del Tesoro a plazo de un mes está pagando 0.11 por ciento anualizado.
Y lo que sucede es que en las últimas semanas, el peso ha ganado de manera constante terreo frente al dólar estadounidense, a un grado tal que el tipo de cambio se ha ubicado en niveles de 12.30 pesos, luego de que en octubre de 2008, cuando estalló la crisis financiera, llegó a superó los 14 pesos y luego, en marzo, rozó los 16 pesos.
De esta manera, ante la presencia de la subsecretaría de Industria y Comercio, Lorenza Martínez, el industrial aseguró enfático que "de nada nos sirve" tener una mayor apreciación del peso si esto se realiza a costa de perder empleos ante la disminución de la competitividad nacional.
De acuerdo a datos de la CISEG, la producción de calzado en México oscila en 244 millones de pares, de los cuales 12 millones se canalizan para exportación. El consumo interno asciende a 286 millones de pares, de los cuales 54 millones son abastecidos a través de importaciones.
México es el noveno productor de calzado a nivel mundial, con más de cuatro mil fábricas, de las cuales 56 por ciento son micro empresas, el 33 por ciento pequeñas; nueve por ciento medianas y dos por ciento grandes.
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