Víctor Manuel Requejo, director
de Casa Mexicana, dice que aunque sólo quedan 6 empresas como la suya,
el sector resurgirá ante la gran necesidad de vivienda. Ante la escasez
de fondeo, su sofol se convertirá en banco en 2013.
“Tomamos del mercado lo que no quiere la banca”,
dice resignado Víctor Manuel Requejo, uno de los padres de las
sociedades financieras de objeto limitado (sofoles), que el próximo año dirigirá Banco Inmobiliario Mexicano, que administrará una cartera de 3,500 millones de pesos.
Así
pasó después de la crisis de 1995, cuando estas empresas llenaron el
hueco que dejaron los bancos en crédito a vivienda, después de irse a la
quiebra. Hoy, apenas recogen a los clientes que no quieren los bancos y
se financian con las ‘sobras’ que dejan.
Pese al panorama poco alentador, a
sus 71 años, Requejo, actual director general de la sofol Hipotecaria
Casa Mexicana, asegura que la demanda y necesidad de vivienda en México
es tal que las sofoles tomarán de nuevo un rol protagónico.
Pese
a la fe que Requejo le tiene a este sector, el Consejo de
Administración de Casa Mexicana ha decidido transformarse en banco para
tener mayor acceso al fondeo, aprovechando la experiencia en créditos
inmobiliarios. Sólo falta la aprobación final de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV) para que el próximo año comience a operar
Banco Inmobiliario Mexicano, que será un banco de nicho.
Requejo
ha estado en contacto con el sector hipotecario desde 1965. En 1994,
fundó Hipotecaria Nacional, la Sociedad Financiera de Objeto Limitado
(Sofol) más grande, que en 2005 fue vendida a BBVA Bancomer.
Hoy,
con 50 años de experiencia en el sector hipotecario, Víctor Manuel
Requejo habla en entrevista de los nuevos retos que enfrenta México para
satisfacer la necesidad de vivienda que existe.
Las cosas se repiten
En
los 90 comenzó el boom de las sofoles hipotecarias, dice Requejo. Estas
empresas entendían las necesidades de financiamiento del sector y la
manera en que se podían colocar los créditos. “A partir del 96 ya empezamos a comer 3 veces al día”, recuerda y bromea.
Aunque
la limitante de las sofoles siempre ha sido encontrar una fuente de
liquidez que les dé la fuerza necesaria para competir contra los bancos.
“Cuando
salimos en 1994, el sistema estaba en crisis, la banca no prestaba.
Pero la necesidad de vivienda siempre existe, así que tomamos del
mercado lo que no quiere la banca”, recuerda.
Hoy,
el reto sigue siendo el mismo. Ante la sequía de recursos que causó la
pasada crisis económica, el sector hipotecario debe de subsistir con
dinero propio. Los inversionistas no tienen apetito para
inyectar liquidez al sector, así que el reto es buscar fondeo para que
el tren de la vivienda siga su camino.
−¿Cómo ha evolucionado el sector de las sofoles hipotecarias desde su aparición en los 90?
−Creo
que el sector tiene que volver a renacer. Me parece que cumplieron un
papel de 1995 al año 2008, muy bueno, dieron mucho crédito. Cuando entró
la crisis de ese año, le pegó mucho a los bancos y algunos salieron del
mercado, las sofoles dieron un paso adelante y satisficieron el mercado
hipotecario de vivienda.
─¿No es suficiente la labor de los bancos en dar créditos para construcción de casas?
─Los
bancos tiene departamentos hipotecarios, pero tienen muchas otras cosas
que hacer. Para ellos el tema de vivienda es un tema más, ellos tienen
las tarjetas de crédito que tanto dinero les deja, sus créditos
comerciales desde autos, etc. Y las sofoles hipotecarias no tienen o no
tenemos más que un sólo producto. Creo que al especializarnos en eso
atendemos al sector mejor y más rápido que la banca.
─¿Cuál es el reto para las sofoles hipotecarias actualmente?
─El
mercado hipotecario está desprestigiado a nivel mundial, entonces en
este momento no hay apetito por el papel hipotecario por parte de las
empresas privadas y menos de las sofoles. Infonavit coloca su papel,
porque es un papel que el público cree que es gubernamental, además está
muy bien apoyado, también el que emite Fovissste, pero si nosotros
llegásemos a hacer una emisión de papel, nos quedamos con ella.
─Si
en la actualidad no hay financiamiento a través de la colocación de
papel en los mercados, ¿cuál es el principal fondeo de las sofoles
hipotecarias?
─Cuando nosotros comenzamos, el
único que nos daba recursos era Fovi, antecedente de la Sociedad
Hipotecaria Federal. Ahora el único que nos da recursos es la misma
Sociedad Hipotecaria Federal, o sea estamos igual que antes. Como que
las cosas se repiten.
Llenando huecos
En
1994, se creó la figura de las sofoles hipotecarias para acercar el
financiamiento a desarrolladores de vivienda o gente que quisiera
comprar una casa y no tuviera apoyo de la banca. Con el tiempo estas
entidades se han reducido.
Para antes del año 2000, existían en el mercado 30 sofomes y sofoles hipotecarias, pero para 2010 este número se redujo a 23. Si sólo contamos las que son sofoles hipotecarias, el número es todavía menor.
Hasta
hoy existen sólo 7 sofoles hipotecarias: Casa Mexicana, Corporación
Hipotecaria, Finpatria, Hipotecaria Crédito y Casa, Hipotecaria
Independiente, ING Hipotecaria y Patrimonio, según datos de la CNBV.
“Las
sofomes y sofoles han tenido cada año una menor participación, pero ha
caído, se ha desplomado realmente la participación de estas entidades en
el financiamiento para la compra de vivienda”, reconoce Requejo.
Los
motivos son dos: los problemas de financiamiento por las que muchas
salieron del mercado, y las que quedaron no tienen recursos “tan
baratos” como los tiene la banca.
“No tenemos
recursos baratos para poder competir con la banca en crédito individual.
Tomamos del mercado lo que no quiere la banca”, dice Requejo. Por eso,
agrega, su empresa se transformará en banco para abrir otras puertas de
fondeo.
Para este 2012, la banca espera otorgar 129,000
créditos hipotecarios, según estimaciones de la Asociación de Bancos de
México (ABM), mientras el financiamiento otorgado por las sofoles
hipotecarias cada vez es menor. Durante el primer trimestre de 2011, las
sofoles otorgaron 800 nuevos financiamientos, mientras que el Infonavit
otorgó 94,000, el Fovissste, 4,100 y los bancos 16,900 créditos de
vivienda, según cifras de la Asociación Hipotecaria Mexicana.
A
pesar de esta menor participación, Víctor Manuel Requejo prevé que en
los próximos 2 años, la participación de las sofoles hipotecarias
aumente, debido a una mayor necesidad de vivienda que tiene la población mexicana, que los bancos no podrán atender de manera generalizada.
“Los
bancos son más restrictivos. La banca escoge mucho a sus acreditados y
privan a algunos, de tal manera que sólo quedan aquellos que solamente
les puedan pagar o que sean clientes de ellos”, asegura Requejo.
Una
forma de unir lo mejor de los dos mundos, explica, será el nuevo Banco
Inmobiliario Mexicano, que tendrá la experiencia y conocimiento en
crédito hipotecario y la atención de sus clientes, sumado a un mayor
acceso al financiamiento. Por lo menos, ésta es la nueva apuesta de
Requejo.

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