ASEGURAR LA EDUCACIÓN

 Alberto Tovar / El Financiero

Ahora que viene el pago de inscripciones y colegiaturas para el nuevo ciclo escolar, es buen momento para reflexionar sobre la posibilidad de asegurar la universidad a los hijos que hoy están cursando enseñanza básica o incluso acaban de nacer.

Cuántas veces hemos escuchado: "La educación es la mejor herencia que le dejaré a mis hijos". Por tanto, este tema se convierte en una meta fundamental en las finanzas familiares.

Los niveles de las colegiaturas privadas han tenido incrementos importantes con el tiempo, y nos pueden hacer dudar de si seremos capaces de lograr que los hijos accedan a este tipo de institutos.

Aun cuando ellos sean pequeños, es recomendable averiguar el costo de las colegiaturas en las diferentes universidades y luego transferirlas a su equivalente a dólares, para tener una referencia que sirva con el tiempo. Este monto será el reto a cubrir cuando lleguen a las edades correspondientes.

Para soportar esta carga financiera, una opción inmediata es diluirla con el tiempo para que no sea tan pesada. Por ejemplo, si le faltan ocho años para la universidad y calcula un requerimiento total equivalente a 34 mil dólares, usted debe ahorrar al menos dos mil 615 dólares al año. Esto sería el resultado de dividir la cantidad total (34 mil dólares) entre 13, que serían los ocho años faltantes, más los cinco de la preparación.

Tener una ida clara de la carga financiera ayuda para prever y determinar acciones específicas para enfrentarla. Al diluirla con los años y convertirla en un ahorro, le permite "aplanar" el pico de los gastos en la educación universitaria.

Lo anterior es especialmente importante cuando se tienen dos a tres hijos que coincidirán en la universidad por algún tiempo. Regularmente, el horizonte de vida lleva a que esto suceda cuando el jefe de familia ronda en los 50 años, con mayores probabilidades de tener problemas laborales.

Una opción que dan algunas instituciones es adelantar colegiaturas, pero ésta puede resultar una mala idea en la medida en que dependerá de si sus hijos la escogen para estudiar ahí. Luego sería una monserga traspasar esas opciones o buscar el regreso del efectivo.

Por otra parte, las compañías de seguros han diseñado productos para esos fines, de tal manera que cubren el posible fallecimiento de los padres y tienen una recuperación (regularmente en dólares) que le facilita sufragar la educación.

El seguro escolar se convierte en un ahorro forzoso en caso de carecer de la constancia para ello. Al paso del tiempo, va estar muy contento de que le llegó el recurso cuando más lo necesitaba.

Una ventaja de este esquema es que si al finalizar la póliza usted ya tiene capacidad para hacer los pagos de colegiaturas, la cantidad recuperada se convierte en un patrimonio susceptible de ser usado para otra necesidad.

Una advertencia es que se adquiere un compromiso por un buen número de años y si entra a una cobertura para cada uno de los hijos, representará una erogación significativa que si llegase a cancelar hay una penalización. Es recomendable ligar el pago de la póliza a ingresos temporalmente predecibles, como el aguinaldo, la prima vacacional o algún bono semestral.

Si hace la previsión desde los primeros años del niño, el efecto es increíble, pues los gastos se estandarizan en niveles muy manejables.

Ya se había comentado sobre el tema de los seguros en colaboraciones anteriores y pueden ser revisadas en www.finanzasparami.com.

Entre mortales...

Un amable lector de este espacio hizo una valiosa reflexión sobre el material publicado en relación con la prevención de la salud. Les comparto:

"En el caso de los profesionistas independientes, los pequeños comerciantes o propietarios, la falta de salud conlleva al fracaso del negocio. A estos trabajadores nos molestan los días festivos, las huelgas, los trastornos de tránsito y cualquier otro problema que signifique una pérdida del tiempo productivo que nos impiden facturar, porque sólo tenemos tiempo que vender.

"Creo que estas circunstancias son elementos de presión para obtener y mantener un seguro de gastos médicos mayores, para afiliarse en forma independiente al IMSS u otro organismo parecido y tener acceso a atención médica. Es imperativo que estos trabajadores entiendan las ventajas de estar protegidos en su salud."