José Manuel Herrera / La Razón
La
generación de empleos formales alcanzará este año su segundo mejor nivel del
sexenio; aún así, su número será insuficiente para satisfacer la demanda y
frenar el crecimiento del déficit laboral en el país.
El
presidente Felipe Calderón afirmó el lunes que de no haber sido por la
situación económica del 2009, su sexenio sería el mayor periodo de generación
de empleos en la historia del país. Afirmó que cumplió su promesa de ser el
“presidente del empleo” porque al cierre del sexenio serán más de 2 millones de
plazas creadas. Incluso, reiteró que lo hecho durante su gobierno supera dos
veces y media lo logrado en el sexenio anterior.
Lo cierto
es que si nada descarrila el dinamismo del país, la generación de empleos
formales durante este 2012, medidos por el aumento en el número de asegurados
en el Instituto Mexicano del Seguro Social, alcanzará las 730 mil plazas,
ubicándose así como el segundo mejor año de este sexenio.
Para el
sexenio en su conjunto, el empleo neto generado habrá alcanzado entonces los
2.5 millones de puestos, aproximadamente 420 mil promedio al año.
Buenos
números, sin duda, considerando la profunda recesión sufrida durante el 2009,
cuando la economía mexicana se contrajo 6.0 por ciento (según las cifras
actualizadas del PIB por el INEGI). En el mercado laboral, la pérdida de plazas
se registró entre noviembre del 2008 y mayo del 2009, periodo en el cual la
reducción de afiliados en el Seguro Social fue de 696 mil trabajadores.
Pero son
malos números si se considera que la demanda de nuevos puestos de trabajo
habrá sido por 6.6 millones, que significa un promedio de 1.1 millones anuales.
Esto significa que año tras año el déficit en el mercado laboral fue creciente.
En un
ejercicio hipotético donde se excluye la pérdida de empleos registrada a lo
largo de esos siete meses, los puestos creados ascenderían a 3.2 millones y el
promedio anual alcanzaría las 530 mil plazas. Aun en este caso habrían sido
insuficientes para cubrir la demanda de los jóvenes que se incorporan al
mercado laboral.
Finalmente,
comparado con el compromiso plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo por este
gobierno, el déficit acumulado de empleo será por 2.3 millones.
Todo ello
explica el aumento en la tasa de desocupación y el nivel máximo que ha
alcanzado la ocupación en actividades informales.

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