Robert Gibbs, el vocero de la Casa Blanca, dijo que lo que ha hecho el presidente Calderón para combatir al crimen es algo que también ha provocado un aumento de la violencia.
Carmen Flores / El Sol de México
La Casa Blanca justificó la decisión del presidente Barack Obama, de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera con México debido al problema de inseguridad generado por el tráfico de drogas, al tiempo que señaló la estrategia contra el crimen organizado del presidente Felipe Calderón, como un generador de aumento de violencia en la zona limítrofe que divide a los dos países.
"Obviamente lo que ha hecho el presidente Calderón para combatir al crimen y a las pandillas es algo que también ha provocado un aumento de la violencia", declaró Robert Gibbs, el vocero de la Casa Blanca, al abordar el tema de la seguridad fronteriza, que fue uno de los que habló el presidente Barack Obama, en su reunión de esta tarde con la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer.
El tema de la violencia relacionada con el trasiego de las drogas que azota a México y que amenaza de contagiar a los estados del sur de la Unión Americana, fue el tópico más importante del encuentro con Obama, de acuerdo a la propia gobernadora de Arizona.
"Seguridad fronteriza y después reforma migratoria", declaró a los reporteros la gobernadora de Arizona, al término de su reunión con Obama.
Al ser cuestionado sobre si la reciente decisión del presidente Obama de desplegar a mil 200 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México, es un reflejo de la preocupación que tiene el Gobierno Federal respecto a la inseguridad fronteriza causada por la violencia y narcoviolencia en la frontera norte mexicana y su potencial de contagio para los Estados Unidos, el vocero presidencial simplemente aceptó la premisa e indicó que la militarización de la zona limítrofe no es una práctica nueva.
"Este es un problema que se ha dado en diferentes periodos y la Guardia Nacional ha sido enviada a la frontera", subrayó Gibbs durante su cotidiana conferencia de prensa.
Brewer, por su parte, rechazó que la promulgación de la ley SB1070 en el estado de Arizona, sea una medida para criminalizar a la inmigración indocumentada, e insistió en que esta ley que autoriza a los policías del estado a detener a cualquier persona que bajo su criterio sea considerada como "sospechosa" de ser inmigrante indocumentada, refleja las preocupaciones que se tienen sobre los problemas de violencia en México.
"Necesitamos que se construya un cerco de acero en la frontera que el estado de Arizona comparte con México", declaró Brewer, quien solicitó al Gobierno Federal que inicie la construcción del cerco fronterizo en un plazo de 30 días.
La gobernadora de Arizona subrayó a los reporteros que de los 500 millones de dólares adicionales que solicitó hace unos días el presidente Obama al Congreso, para fortalecer la seguridad en la frontera con México, ella espera que la mayoría de los recursos se destinen al estado de Arizona, para financiar el despliegue de la Guardia Nacional y de los trabajos de vigilancia fronteriza por medio de tecnología y muros de acero y concreto.
"Creo que en unas dos semanas podremos saber el número preciso de integrantes de la Guardia Nacional que se enviarán a Arizona, aunque considero que debe ser la mayoría", puntualizó la gobernadora de Arizona, quien caracterizó como "cordial", a la reunión que sostuvo este jueves con el presidente Obama en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
"El presidente escuchó las inquietudes de la gobernadora Brewer y señaló que los esfuerzos en curso por el gobierno en materia de seguridad y protección de la frontera han aumentado la presión contra las organizaciones del tráfico ilegal de personas y armas", acotó la Casa Blanca por medio de un comunicado de prensa para dar a conocer los resultados de la reunión del Presidente con la Gobernadora de Arizona.
La Casa Blanca reconoció que pese a las mejorar significativas en materia de seguridad fronteriza, el presidente Obama aceptó las frustraciones que comparten los estadunidenses por el tema de la inmigración indocumentada.
El flujo de inmigrantes indocumentados, droga y violencia que entra a los Estados Unidos por la frontera norte de México, provocó la creación y promulgación en Arizona de la SB1070, y de la exigencia del gobernadores de los estados fronterizos, Arizona, California, Nuevo México y Texas, de enviar a la Guardia Nacional a la frontera que comparte la Unión Americana con el territorio mexicano.
Carmen Flores / El Sol de México
La Casa Blanca justificó la decisión del presidente Barack Obama, de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera con México debido al problema de inseguridad generado por el tráfico de drogas, al tiempo que señaló la estrategia contra el crimen organizado del presidente Felipe Calderón, como un generador de aumento de violencia en la zona limítrofe que divide a los dos países.
"Obviamente lo que ha hecho el presidente Calderón para combatir al crimen y a las pandillas es algo que también ha provocado un aumento de la violencia", declaró Robert Gibbs, el vocero de la Casa Blanca, al abordar el tema de la seguridad fronteriza, que fue uno de los que habló el presidente Barack Obama, en su reunión de esta tarde con la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer.
El tema de la violencia relacionada con el trasiego de las drogas que azota a México y que amenaza de contagiar a los estados del sur de la Unión Americana, fue el tópico más importante del encuentro con Obama, de acuerdo a la propia gobernadora de Arizona.
"Seguridad fronteriza y después reforma migratoria", declaró a los reporteros la gobernadora de Arizona, al término de su reunión con Obama.
Al ser cuestionado sobre si la reciente decisión del presidente Obama de desplegar a mil 200 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México, es un reflejo de la preocupación que tiene el Gobierno Federal respecto a la inseguridad fronteriza causada por la violencia y narcoviolencia en la frontera norte mexicana y su potencial de contagio para los Estados Unidos, el vocero presidencial simplemente aceptó la premisa e indicó que la militarización de la zona limítrofe no es una práctica nueva.
"Este es un problema que se ha dado en diferentes periodos y la Guardia Nacional ha sido enviada a la frontera", subrayó Gibbs durante su cotidiana conferencia de prensa.
Brewer, por su parte, rechazó que la promulgación de la ley SB1070 en el estado de Arizona, sea una medida para criminalizar a la inmigración indocumentada, e insistió en que esta ley que autoriza a los policías del estado a detener a cualquier persona que bajo su criterio sea considerada como "sospechosa" de ser inmigrante indocumentada, refleja las preocupaciones que se tienen sobre los problemas de violencia en México.
"Necesitamos que se construya un cerco de acero en la frontera que el estado de Arizona comparte con México", declaró Brewer, quien solicitó al Gobierno Federal que inicie la construcción del cerco fronterizo en un plazo de 30 días.
La gobernadora de Arizona subrayó a los reporteros que de los 500 millones de dólares adicionales que solicitó hace unos días el presidente Obama al Congreso, para fortalecer la seguridad en la frontera con México, ella espera que la mayoría de los recursos se destinen al estado de Arizona, para financiar el despliegue de la Guardia Nacional y de los trabajos de vigilancia fronteriza por medio de tecnología y muros de acero y concreto.
"Creo que en unas dos semanas podremos saber el número preciso de integrantes de la Guardia Nacional que se enviarán a Arizona, aunque considero que debe ser la mayoría", puntualizó la gobernadora de Arizona, quien caracterizó como "cordial", a la reunión que sostuvo este jueves con el presidente Obama en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
"El presidente escuchó las inquietudes de la gobernadora Brewer y señaló que los esfuerzos en curso por el gobierno en materia de seguridad y protección de la frontera han aumentado la presión contra las organizaciones del tráfico ilegal de personas y armas", acotó la Casa Blanca por medio de un comunicado de prensa para dar a conocer los resultados de la reunión del Presidente con la Gobernadora de Arizona.
La Casa Blanca reconoció que pese a las mejorar significativas en materia de seguridad fronteriza, el presidente Obama aceptó las frustraciones que comparten los estadunidenses por el tema de la inmigración indocumentada.
El flujo de inmigrantes indocumentados, droga y violencia que entra a los Estados Unidos por la frontera norte de México, provocó la creación y promulgación en Arizona de la SB1070, y de la exigencia del gobernadores de los estados fronterizos, Arizona, California, Nuevo México y Texas, de enviar a la Guardia Nacional a la frontera que comparte la Unión Americana con el territorio mexicano.
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