miércoles, 30 de junio de 2010

REFORMA FINANCIERA DEBE IMPLICAR A CALIFICADORAS

Los conflictos de intereses en que cayeron les restaron credibilidad, dicen diversos analistas. Agregan que el cambio debe ser en todo el sistema financiero
José Manuel Arteaga / El Universal
En el sistema financiero hay una decepción por el papel que han desempeñado las calificadoras de riesgo. Especialistas del Banco Mundial y académicos concluyen que las calificadoras se han visto envueltas en conflictos de intereses con sus clientes, a los cuales califican, pero también asesoran.
Ante ello, es cada vez más fuerte el pronunciamiento de que estas empresas tengan una revisión a su accionar para adecuarlas al nuevo marco de regulación del siglo XXI.
El punto de crisis fue en la recesión mundial de 2008 y 2009, donde las calificadoras jugaron un papel fundamental y, a decir de los especialistas, decepcionaron al mercado.
Sin embargo, representantes de estos gremios aseguran que no toda la culpa es de las calificadoras de riesgo.
Agregan que el cambio debe ser en todo el sistema financiero.
Decepción
Categórico, Augusto de la Torre, economista en jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, afirmó que en el plano internacional hay una decepción de las calificadoras de riesgo.
Expresó que previo a la crisis mundial, los reguladores de los países industrializados pusieron mucho hincapié e incluso tuvieron fe en que las calificadoras de riesgo iban a tener una contribución mucho más fuerte para el manejo prudente de los riesgos en el sistema financiero.
“La crisis nos enseñó a todos que nuestra expectativa fue exagerada y que hay una decepción y desencanto con el desempeño de las calificadoras de riesgo”, sostuvo el economista.
El funcionario internacional aseguró que las calificadoras de riesgo se vieron expuestas a conflictos de interés que les restaron credibilidad.
“Hay que tomar en cuenta que las calificadoras se vieron afectadas por conflictos de interés. Por un lado, tenían que calificar a un emisor, pero por el otro, daban servicios de asistencia al mismo emisor para explicarle cómo podía empaquetar los riesgos para tener una mejor calificación”, expuso De la Torre.
El analista agregó que hubo un conflicto de interés que mermó la efectividad de las calificadoras.
En medio de tal panorama, el economista en jefe del Banco Mundial considera “inevitable” una nueva regulación para las calificadoras de riesgo.
“A mi me parece inevitable que en el fondo se generen nuevas políticas y normas con respecto a las calificadoras de riesgo”, agregó el funcionario.
De la Torre consideró que la agenda de reformas que se cocinan en el mundo en gran medida va a tratar de corregir los incentivos en los que están expuestos las calificadoras de riesgo.
Añadió que los organismos internacionales aún no logran un consenso, pero ya tienen el diagnóstico de que el problema importante de las calificadoras de riesgo fue el conflicto de interés.
El presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Guillermo Babatz, dijo que a nivel internacional se realizan muchos cambios.
“En general, en todo el mundo, las calificadoras no estaban reguladas, eran negocios privados que no requerían una autorización ni estaban vigilados por una autoridad financiera”, expresó el funcionario de la CNBV.
Babatz expuso que en el comité técnico de los presidentes de los mercados de valores se emitieron nuevos principios.
Fallaron
El director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz, aseguró que las calificadoras de riesgo fallaron en sus sistemas de monitoreo y evaluación. Añadió que el sistema de alertas de esas empresas debió de haber ayudado para medir el riesgo de empresas y países, lo cual hubiera prevenido el problema de la crisis financiera del año pasado.
Aseguró que las calificadoras de riesgo nunca actuaron con modelos preventivos, sino reactivos. “Las calificadoras fallaron al no ser preventivas, sino reactivas”, expuso el académico del Tecnológico de Monterrey.
Dijo que otra situación importante es que en su accionar incurrieron en conflictos de intereses. “Es un conflicto de intereses el hecho de que esas empresas tienen una intervención al calificar la deuda de una empresa o de un país, pero al mismo tiempo le pueden desarrollar instrumentos financieros”, dijo el académico del Tecnológico de Monterrey.
De la Cruz afirmó que un ejemplo amplio es el de Grecia, el cual su ingeniería financiera pasó por una de las calificadoras y posteriormente el país quebró en su situación financiera.
“Hay un problema que es el conflicto de intereses, pero también las fallas en el sistema de monitoreo y evaluación”, expresó De la Cruz.
Respuesta
Benito Solís, secretario ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), aseguró que la crisis financiera internacional puso en revisión a todo el sistema financiero y no sólo a las calificadoras de riesgo.
“Creo que no solamente en las calificadoras, sino toda la supervisión financiera bancaria se está revisando. Pretender que la crisis se debió a las calificadoras es erróneo, yo creo que fue una serie de elementos de que se iba a mantener todo igual”, expuso el ex director de Moody’s México.
Agregó que la crisis sistémica se analiza en todas las latitudes del mundo, en donde las autoridades son las que deben estar cuidando los riesgos.
Solís dijo que la regulación no debe centrarse en la idea de que las calificadoras supervisan y a la vez asesoran.
“La regulación debe ser todo el proceso en conjunto, las calificadoras dan una opinión sobre su percepción que puede haber, donde pudiera haber una serie de conflictos de interés que es lo que está manejando quién paga”.
Objetividad
A decir de los especialistas, las reformas que se encaminan en el mundo para corregir el accionar de las calificadoras deben conducir a la certidumbre y la objetividad. La crisis financiera de 2008 y 2009 desnudó a las calificadoras, ya que se les confió la evaluación de la deuda de empresas y países y no supieron reaccionar, expresó el director del Centro de Investigación en economía y negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz.
“Yo creo que es necesario revisar el papel de las calificadoras...Hay que reevaluar su función y el poder que han alcanzado. La calificación favorece o afecta la inversión en un país o empresa”, dijo.
El académico dijo que a las calificadoras se les confió el desempeño del sistema financiero, pero con su accionar quebraron empresas y quebraron países.
Agregó que en el caso de Grecia debieron actuar con mayor oportunidad.
“Después de la crisis lo que podemos observar es que las calificadoras suben o degradan una vez que las cosas han pasado”, dijo De la Cruz.
El caso AIG
Recientemente, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que la cadena de eventos que provocaron la fractura en el sistema financiero mundial tuvo su origen en la regulación. Agregó que la supervisión en los principales países avanzados fallaron para detectar y evitar riesgos indeseables.
“Más tarde se vería que acabaron por vulnerar la estabilidad de los principales sistemas financieros nacionales y regionales y, por lo tanto, del sistema global”, expresó.
El gobernador de Banxico dijo que la actividad de los reguladores y supervisores nacionales se ha mantenido aislada, lo cual provoca un peligroso desfase en la economía.
Carstens puntualizó que la terrible debacle financiera de la aseguradora AIG estuvo en su temeraria incursión en la asunción de cuantiosos riesgos ajenos a sus líneas tradicionales de negocio, principalmente riesgos crediticios.
“Esa incursión irresponsable fue posible sencillamente porque los reguladores y supervisores no estaban viendo el panorama global del sistema financiero en su conjunto, sino solamente, y cada uno de ellos, el compartimento aislado que teóricamente les correspondía”, acotó el funcionario.
El gobernador del banco central calificó como una miopía de especialistas o ceguera de taller la atomización de la supervisión y regulación. Así las cosas, las calificadoras de riesgos se encuentran bajo la lupa del mundo entero.
La pregunta será: ¿acotarán de verdad a las calificadoras ?

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