México compra a otros países 40 por ciento de la gasolina que consume, pero con esos recursos podría construir más refinerías.
Juan Garcíaheredia / El Sol de México
A pesar de la gran factibilidad económica que se tiene para la producción de gasolina en México, no hay interés del Gobierno para fortalecer este sector, opinó el catedrático de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ramón Jiménez López.
Explicó que con las tres cuartas partes de los 20 mil millones de dólares anuales que gasta el país en la importación del citado combustible, se podrían construir tres refinerías con las que serían fabricados 450 mil barriles diarios del energético y se evitaría la importación actual de 380 mil barriles de ese producto al día.
Aclaró que el consumo de gasolina en la nación es de aproximadamente 950 mil barriles diarios (cada barril de ese carburante es de alrededor de 210 litros) de los cuales se compran al exterior 380 mil diariamente, es decir, el 40 por ciento, lo que cuesta mucho a los mexicanos.
En total, el Gobierno de la República gasta anualmente 20 mil millones de dólares en la importación de gasolina para consumo interno, recalcó Jiménez López.
Manifestó que con las tres cuartas partes de esa cantidad, es decir, 15 mil millones de dólares, México podría construir tres refinerías modernas con capacidad para elaborar cada día 450 mil barriles del mencionado energético, suficientes para anular la adquisición actual de los 380 mil barriles desde el exterior; incluso, sobrarían 70 mil barriles diarios para exportarlos.
Lamentablemente México compra a otros países 40 por ciento de la gasolina que utilizamos (en los automotores), debido a que no se han construido nuevas refinerías, subrayó Jiménez López, quien culpó de ello también a la "política neoliberal" de las últimas administraciones, "contraria al desarrollo nacional".
Recordó que entre 1988 y 1994 cerró la refinería de Azcapotzalco en el Distrito Federal, que era muy productiva en el país.
Por otra parte, hace más de un año (el presidente) Felipe Calderón propuso la creación de una refinería (en Tula, Hidalgo), pero a la fecha no se ha colocado ni un ladrillo para su edificación, puntualizó.
Nuestra patria tiene la tecnología suficiente, así como ingenieros, personal técnico e investigadores capacitados, pero ha faltado voluntad política y el Gobierno prefiere firmar contratos multimillonarios favoreciendo a "sus favoritos" en el extranjero para la importación de gasolina en lugar de construir las refinerías que faltan, manifestó el catedrático del IPN.
Juan Garcíaheredia / El Sol de México
A pesar de la gran factibilidad económica que se tiene para la producción de gasolina en México, no hay interés del Gobierno para fortalecer este sector, opinó el catedrático de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ramón Jiménez López.
Explicó que con las tres cuartas partes de los 20 mil millones de dólares anuales que gasta el país en la importación del citado combustible, se podrían construir tres refinerías con las que serían fabricados 450 mil barriles diarios del energético y se evitaría la importación actual de 380 mil barriles de ese producto al día.
Aclaró que el consumo de gasolina en la nación es de aproximadamente 950 mil barriles diarios (cada barril de ese carburante es de alrededor de 210 litros) de los cuales se compran al exterior 380 mil diariamente, es decir, el 40 por ciento, lo que cuesta mucho a los mexicanos.
En total, el Gobierno de la República gasta anualmente 20 mil millones de dólares en la importación de gasolina para consumo interno, recalcó Jiménez López.
Manifestó que con las tres cuartas partes de esa cantidad, es decir, 15 mil millones de dólares, México podría construir tres refinerías modernas con capacidad para elaborar cada día 450 mil barriles del mencionado energético, suficientes para anular la adquisición actual de los 380 mil barriles desde el exterior; incluso, sobrarían 70 mil barriles diarios para exportarlos.
Lamentablemente México compra a otros países 40 por ciento de la gasolina que utilizamos (en los automotores), debido a que no se han construido nuevas refinerías, subrayó Jiménez López, quien culpó de ello también a la "política neoliberal" de las últimas administraciones, "contraria al desarrollo nacional".
Recordó que entre 1988 y 1994 cerró la refinería de Azcapotzalco en el Distrito Federal, que era muy productiva en el país.
Por otra parte, hace más de un año (el presidente) Felipe Calderón propuso la creación de una refinería (en Tula, Hidalgo), pero a la fecha no se ha colocado ni un ladrillo para su edificación, puntualizó.
Nuestra patria tiene la tecnología suficiente, así como ingenieros, personal técnico e investigadores capacitados, pero ha faltado voluntad política y el Gobierno prefiere firmar contratos multimillonarios favoreciendo a "sus favoritos" en el extranjero para la importación de gasolina en lugar de construir las refinerías que faltan, manifestó el catedrático del IPN.
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