El robo de condensados de gas natural en la Cuenca de Burgos fue alentado desde Estados Unidos por las compañías que lo comercializaron o transformaron, de hecho, hay nexos entre estas empresas y organizaciones criminales mexicanas, según una demanda establecida por Pemex en Texas.
“Los demandados en esta acción han asistido directamente y alentaron a este robo con violencia, participando activamente en el tráfico ilícito de robo de condensado a Estados Unidos y/o compra para su uso en Texas”, afirma la denuncia, cuya copia posee El Economista.
De acuerdo con el alegato que presentó Pemex Exploración y Producción (PEP), el 7 de junio pasado en una Corte Federal de Distrito en el sur de Texas, el crimen organizado amenaza a sus empleados, roba el condensado, ya sea en sus instalaciones o secuestra sus camiones.
“En algunas ocasiones, la cantidad robada se ha acercado a 40% de la producción del condensado de Burgos. Desde el 2006, el valor total del condensado robado ha superado los 300 millones de dólares”, detalla.
La demanda involucra a empresas y funcionarios de: BASF, Trammo Petroleum, Valley Fuels y USPD: Jonathan Dappen, Arnoldo Maldonado, Stephen Pechenik, Timothy L. Brink, Joshua Crescenzi y Donald Schroeder.
Todos ellos son investigados bajo el cargo de “conspiración criminal” y se espera una sentencia para finales de este año.
Otros investigados son Murphy Energy Corporation de Tulsa, Oklahoma; Bio-NU Suroeste, Inc. de San Antonio, Texas, y Continental Fuels.
“La demandada BASF adquirió condensado robado para su uso en su planta de Port Arthur, Texas. Los pagos de BASF son fondos que por derecho le pertenecen a PEP, para el beneficio del pueblo de México. Por el contrario, están siendo utilizados por criminales para incrementar su violencia y actividades ilegales”, acusa la paraestatal.
Basa demanda en Ley RICO
La investigación se hace por violaciones a la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations), que sirvepara combatir el crimen organizado y establece regulaciones encaminadas a suprimir y sancionar acciones criminales de personas y agrupaciones.
Las personas declaradas culpables de crimen organizado pueden ser multadas con hasta 25,000 dólares y sentenciadas a 20 años de prisión por cada cargo de crimen organizado. Además, el culpable debe perder todas las ganancias mal habidas.
“Los co-conspiradores criminales en México robaron el condensado a PEP en Burgos, en el norte de México, transportaron los condensados... y lo entregaron... a los importadores (Importadora Exportadora y Petro Salum), a través de su agente, el demandado (Jonathan) Dappen”, refiere la demanda.
Hasta ahora varios acusados se han declarado culpables de sus crímenes y esperan su sentencia.
Niega acusaciones
BASF, pieza clave
BASF Corporation es una empresa química líder en el mundo. Tiene más de 15,000 empleados en América del Norte y tuvo ventas por aproximadamente 17,500 millones de dólares en el 2008.
Su portafolio abarca desde químicos, plásticos y productos de alto rendimiento para actividades agrícolas, productos de químicos finos, petróleo y gas.
El pasado 7 de junio del 2010, David Stryker, vicepresidente senior y consejero general de BASF, dijo a El Economista: “Las acusaciones de Pemex son demostrablemente falsas y sin fundamento. BASF no adquirió a sabiendas ni recibió deliberadamente condensado robado”.
Admitió haber recibido condensado de Trammo Petroleum, el cual se demostró fue robado, pero aclaró que no lo hizo con conocimiento de causa y cuando BASF se enteró de la investigación del gobierno de Estados Unidos, de inmediato colocó todos los fondos en disputa en un fideicomiso.
CREDITO:
Margarita Palma Gutiérrez / El Economista
“Los demandados en esta acción han asistido directamente y alentaron a este robo con violencia, participando activamente en el tráfico ilícito de robo de condensado a Estados Unidos y/o compra para su uso en Texas”, afirma la denuncia, cuya copia posee El Economista.
De acuerdo con el alegato que presentó Pemex Exploración y Producción (PEP), el 7 de junio pasado en una Corte Federal de Distrito en el sur de Texas, el crimen organizado amenaza a sus empleados, roba el condensado, ya sea en sus instalaciones o secuestra sus camiones.
“En algunas ocasiones, la cantidad robada se ha acercado a 40% de la producción del condensado de Burgos. Desde el 2006, el valor total del condensado robado ha superado los 300 millones de dólares”, detalla.
La demanda involucra a empresas y funcionarios de: BASF, Trammo Petroleum, Valley Fuels y USPD: Jonathan Dappen, Arnoldo Maldonado, Stephen Pechenik, Timothy L. Brink, Joshua Crescenzi y Donald Schroeder.
Todos ellos son investigados bajo el cargo de “conspiración criminal” y se espera una sentencia para finales de este año.
Otros investigados son Murphy Energy Corporation de Tulsa, Oklahoma; Bio-NU Suroeste, Inc. de San Antonio, Texas, y Continental Fuels.
“La demandada BASF adquirió condensado robado para su uso en su planta de Port Arthur, Texas. Los pagos de BASF son fondos que por derecho le pertenecen a PEP, para el beneficio del pueblo de México. Por el contrario, están siendo utilizados por criminales para incrementar su violencia y actividades ilegales”, acusa la paraestatal.
Basa demanda en Ley RICO
La investigación se hace por violaciones a la Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations), que sirvepara combatir el crimen organizado y establece regulaciones encaminadas a suprimir y sancionar acciones criminales de personas y agrupaciones.
Las personas declaradas culpables de crimen organizado pueden ser multadas con hasta 25,000 dólares y sentenciadas a 20 años de prisión por cada cargo de crimen organizado. Además, el culpable debe perder todas las ganancias mal habidas.
“Los co-conspiradores criminales en México robaron el condensado a PEP en Burgos, en el norte de México, transportaron los condensados... y lo entregaron... a los importadores (Importadora Exportadora y Petro Salum), a través de su agente, el demandado (Jonathan) Dappen”, refiere la demanda.
Hasta ahora varios acusados se han declarado culpables de sus crímenes y esperan su sentencia.
Niega acusaciones
BASF, pieza clave
BASF Corporation es una empresa química líder en el mundo. Tiene más de 15,000 empleados en América del Norte y tuvo ventas por aproximadamente 17,500 millones de dólares en el 2008.
Su portafolio abarca desde químicos, plásticos y productos de alto rendimiento para actividades agrícolas, productos de químicos finos, petróleo y gas.
El pasado 7 de junio del 2010, David Stryker, vicepresidente senior y consejero general de BASF, dijo a El Economista: “Las acusaciones de Pemex son demostrablemente falsas y sin fundamento. BASF no adquirió a sabiendas ni recibió deliberadamente condensado robado”.
Admitió haber recibido condensado de Trammo Petroleum, el cual se demostró fue robado, pero aclaró que no lo hizo con conocimiento de causa y cuando BASF se enteró de la investigación del gobierno de Estados Unidos, de inmediato colocó todos los fondos en disputa en un fideicomiso.
CREDITO:
Margarita Palma Gutiérrez / El Economista
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