domingo, 20 de junio de 2010

SIN BRUJULA Y SIN RECATO

Rosaura Cruz de Gante* / El Financiero
Hace unos días el presidente Felipe Calderón anunció a los cuatro vientos que su gobierno está contratando a las mejores agencias de publicidad del mundo para que promuevan a México en el exterior.
Aunque él no lo precisó, sobra decir que los honorarios que cobran ese tipo de empresas, son proporcionales a los servicios que ofrecen y al prestigio que ostentan.
Tampoco explicó Calderón que esos gastos los cubre el erario, es decir, el dinero que aportamos los mexicanos a través de impuestos exorbitantes y pago de servicios públicos nada baratos.
En los días intermedios a sus dos mensajes –uno en medios impresos y otro en cadena nacional de radio y televisión- acerca de la inseguridad que priva en el país, Calderón presumió ante empresarios del sector turístico “no se trata sólo de poner más playas y ruinas arqueológicas en publicidad en medios en el mundo”
Asume el presidente que su administración está haciendo las cosas mejor que bien y que las críticas que surgen son producto de la incomprensión y de que los mexicanos somos malagradecidos por naturaleza. Muy probablemente, también da por hecho que en el ambiente preelectoral que se vive en el país, los adversarios del PAN, su partido están recurriendo a todo tipo de trampas para hacer quedar mal a los albiazules.
Y así, mientras ellos sólo piensan en aparecer en primer lugar en las encuestas y en cómo quitar del camino a sus rivales (ahí están como muestra las grabaciones con las que César Nava balconeó al gobernador priista de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán), el país sigue sumido en la violencia, cada vez más impactante.
¿Cómo es posible que ante ese panorama de inseguridad y falta de certidumbre hasta para salir a la calle, Felipe Calderón pretenda colocar la imagen de México en el extranjero?
Pues sí, presume que ese es el propósito de gran gasto que su gobierno está realizando para hacer “relaciones públicas” para que incluso los empresarios del sector turístico aprendan estrategias verdaderamente novedosas y eficaces ya que “les comparto es que este nuevo impulso del turismo que estamos haciendo en el gobierno federal implica sobre todo un relanzamiento de la imagen de México en todos los ámbitos, no sólo para el auditorio de turismo tradicional”.
Justifica, mejor dicho, pretende justificar así, el exorbitante gasto que su gobierno hace en aras de promoverse y tratar de convencer subliminalmente que el partido en que milita es la mejor opción para México.
¿A quién engañan?
Además, qué malinchismo: presumir sin el menor recato que sólo las empresas extranjeras son eficientes.
Acaso cree que con esas empresas podrán borrar la imagen de miedo e incertidumbre que ya se respira a diario en el país.
Qué extraviado está el gobierno: en más de 3 años no ha sabido comunicarse con la sociedad y ahora pretende que de un plumazo, empresas de publicidad y relaciones públicas le ayuden a salir del atolladero.
De plano, ya perdió la brújula.
* Periodista, consultora en comunicación.

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