Se perfilan nuevos mecanismos e instituciones que propiciarán un mayor acercamiento y cesiones de soberanía entre los países de la UE.
Jesús Alberto Cano Vélez* / Excelsior
Los europeos tenían una importante
misión que cumplir hace diez días, cuando los que vinieron a la reunión
del G20 en México abandonaron el país para sesionar en Bruselas,
Bélgica, convocados a su reunión de la Unión Europea.
Decidieron actuar para aplicar políticas públicas orientadas a revertir las presiones recesivas de sus economías, a diferencia de Estados Unidos, que no ha podido hacer nada contra la recesión que los amenaza por el bloqueo legislativo que le han armado al presidente Barack Obama sus opositores del Partido Republicano, en alianza con los políticamente poderosos productores de armas de ese país.
De ahí que la eurozona ya apunta a superar la crisis de deuda del continente, que los tenía contra la pared. Se acordaron préstamos directamente a los bancos españoles e italianos que los requieran, sin que esos fondos tengan que pasar por los gobiernos, para evitar elevar las deudas gubernamentales. También se acordó un importante apoyo al crecimiento económico por un monto cercano a uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional.
Ambas medidas atacan directamente a los puntos medulares de la crisis del continente, por lo que se espera que pronto surtan efectos favorables.
De Grecia se dijo poco y no se hizo nada, por la percepción de que ese país está al borde de abandonar el euro, la moneda común.
También se acordó en la cumbre de Bruselas, del jueves y viernes pasados, un mayor rol para el Banco Central Europeo (BCE), al crearse un supervisor bancario único para la eurozona, personero que será supervisado por el Banco Central Europeo.
Se perfilan, de esa manera, nuevos mecanismos e instituciones que propiciarán un mayor acercamiento y futuras cesiones de soberanía entre los países de la Unión Europea (UE), tales como los relacionados con las finanzas públicas de los gobiernos y con el manejo de las finanzas de sus países.
Es evidente que las negociaciones políticas que se dieron la semana pasada entre los líderes de los países europeos, auguran buenos resultados para el futuro de la comunidad europea, y hace recordar similares momentos que se vivieron entre el francés Charles De Gaulle y el alemán Konrad Adenauer, hace casi medio siglo, cuando se estaba creando el mercado común europeo.
¡Bien por el francés François Hollande y la alemana Angela Merkel! Supieron conciliar sus posiciones encontradas por el bien de sus países, Europa y el mundo.
Mientras tanto, ante la falta de acciones siquiera similares por las autoridades neoliberales del gobierno mexicano, estamos colgados del deprimente futuro de la economía estadunidense, que va en picada. De ahí que se espera que nuestro PIB vaya igualmente en desaceleración durante el último trimestre de este año y el primer semestre del próximo.
De un crecimiento de 4.6 por ciento anual en el primer trimestre (enero-marzo) de este año, se estima que en el segundo trimestre (abril-junio), el país habrá presentado un dinamismo de cerca de cinco por ciento a tasa anual. Pero los pronósticos son desfavorables para el tercer trimestre (julio-septiembre), para el que se espera una expansión inferior a tres por ciento y una todavía menor a dos por ciento para el último trimestre (octubre-diciembre), y se cree que la economía mexicana tendrá un crecimiento para todo 2012 de entre tres y 3.4 por ciento y un avance de 2.3 por ciento para 2013.
De ahí que estamos viendo el deplorable fin de un gobierno sin imaginación y sin respuestas y pronto inauguraremos un nuevo Estado mexicano, que estamos ciertos en cuanto a si sabrá actuar con prudencia, inteligencia y sensibilidad social.
*Presidente Nacional del Colegio Nacional de Economistas
@acanovelez
Decidieron actuar para aplicar políticas públicas orientadas a revertir las presiones recesivas de sus economías, a diferencia de Estados Unidos, que no ha podido hacer nada contra la recesión que los amenaza por el bloqueo legislativo que le han armado al presidente Barack Obama sus opositores del Partido Republicano, en alianza con los políticamente poderosos productores de armas de ese país.
De ahí que la eurozona ya apunta a superar la crisis de deuda del continente, que los tenía contra la pared. Se acordaron préstamos directamente a los bancos españoles e italianos que los requieran, sin que esos fondos tengan que pasar por los gobiernos, para evitar elevar las deudas gubernamentales. También se acordó un importante apoyo al crecimiento económico por un monto cercano a uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional.
Ambas medidas atacan directamente a los puntos medulares de la crisis del continente, por lo que se espera que pronto surtan efectos favorables.
De Grecia se dijo poco y no se hizo nada, por la percepción de que ese país está al borde de abandonar el euro, la moneda común.
También se acordó en la cumbre de Bruselas, del jueves y viernes pasados, un mayor rol para el Banco Central Europeo (BCE), al crearse un supervisor bancario único para la eurozona, personero que será supervisado por el Banco Central Europeo.
Se perfilan, de esa manera, nuevos mecanismos e instituciones que propiciarán un mayor acercamiento y futuras cesiones de soberanía entre los países de la Unión Europea (UE), tales como los relacionados con las finanzas públicas de los gobiernos y con el manejo de las finanzas de sus países.
Es evidente que las negociaciones políticas que se dieron la semana pasada entre los líderes de los países europeos, auguran buenos resultados para el futuro de la comunidad europea, y hace recordar similares momentos que se vivieron entre el francés Charles De Gaulle y el alemán Konrad Adenauer, hace casi medio siglo, cuando se estaba creando el mercado común europeo.
¡Bien por el francés François Hollande y la alemana Angela Merkel! Supieron conciliar sus posiciones encontradas por el bien de sus países, Europa y el mundo.
Mientras tanto, ante la falta de acciones siquiera similares por las autoridades neoliberales del gobierno mexicano, estamos colgados del deprimente futuro de la economía estadunidense, que va en picada. De ahí que se espera que nuestro PIB vaya igualmente en desaceleración durante el último trimestre de este año y el primer semestre del próximo.
De un crecimiento de 4.6 por ciento anual en el primer trimestre (enero-marzo) de este año, se estima que en el segundo trimestre (abril-junio), el país habrá presentado un dinamismo de cerca de cinco por ciento a tasa anual. Pero los pronósticos son desfavorables para el tercer trimestre (julio-septiembre), para el que se espera una expansión inferior a tres por ciento y una todavía menor a dos por ciento para el último trimestre (octubre-diciembre), y se cree que la economía mexicana tendrá un crecimiento para todo 2012 de entre tres y 3.4 por ciento y un avance de 2.3 por ciento para 2013.
De ahí que estamos viendo el deplorable fin de un gobierno sin imaginación y sin respuestas y pronto inauguraremos un nuevo Estado mexicano, que estamos ciertos en cuanto a si sabrá actuar con prudencia, inteligencia y sensibilidad social.
*Presidente Nacional del Colegio Nacional de Economistas
@acanovelez
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