domingo, 3 de junio de 2012

ESCASO FINANCIAMIENTO AL CAMPO DE LAS BANCAS PRIVADA Y DE DESARROLLO

El sector abastece materias primas y alimentos a industria y servicios
Israel Rodríguez J./ Periódico La Jornada  
Al cierre de marzo de 2012, el crédito total de la banca comercial al sector agropecuario fue de 41 mil 86.2 millones de pesos, lo que representa apenas 1.62 por ciento de su cartera; en tanto, el financiamiento total de la banca de desarrollo a ese rubro fue de apenas 57.6 millones de pesos, esto es, 0.01 por ciento.
De esta manera, en el periodo enero-marzo de este año, el crédito bancario al sector agrícola de nuestro país representó 0.28 por ciento del PIB nacional, revelan datos del Banco de México.
El sector rural o primario es una actividad económica muy importante debido a que es un abastecedor potencial de materias primas, alimentos e incluso mano de obra que históricamente ha abastecido a la industria y al sector servicios.
El sector agropecuario contribuye con 5 por ciento del producto interno bruto.
En contraste, el saldo del crédito al consumo mostró un aumento de 19.7 por ciento, en términos anuales, para situarse en 509 mil 700 millones de pesos, de los cuales 230 mil 200 millones se destinaron a tarjetas de crédito y otros 62 mil 100 millones para créditos para la adquisición de bienes duraderos como automóviles y enseres domésticos. Lo anterior confirma la falta de profundidad y cobertura del crédito rural en México.
Entre los problemas que afronta el campo en México está la falta de acceso al crédito, la ausencia de asistencia técnica y apoyos para la comercialización, todos estos aspectos relacionados con lo que debería atender la llamada banca de desarrollo o de fomento.
Ante ello, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) considera necesario redoblar los esfuerzos en favor de un campo fuerte, orientado a garantizar la disponibilidad oportuna de alimentos básicos para la población y de materias primas para la industria.
Sería deseable además, que el país retomara el objetivo de seguridad alimentaria y adaptarlo a la realidad actual (cambio demográfico, desertificación, entre otros problemas), teniendo en cuenta que la simple canalización de recursos no es suficiente debido al abandono que por años ha sufrido el campo.
El centro de investigación dependiente de la Cámara de Diputados destaca que es ineludible el fortalecimiento de la asistencia técnica por parte de la banca de desarrollo. Este tipo de asistencia es importante pues además de los recursos financieros, en algunos casos la reconversión productiva de una región es necesaria, ya que el cambio climático, demográfico (producto de la migración) y la erosión del suelo, entre otros factores, hacen que su adopción por los productores mexicanos sea fundamental en el incremento de la productividad del sector.
Al concluir marzo de 2012, cuando se cierra la producción del ciclo agrícola otoño-invierno, se observa un aumento de la producción y por tanto también de las exportaciones. Sin embargo, las cifras acumuladas al primer trimestre del año mostraron un crecimiento de las importaciones agroalimentarias de productos básicos de 15.5 por ciento que ascendieron a 6 mil 832.9 millones de dólares.
Por su parte, las exportaciones tuvieron un aumento de 5.5 por ciento para sumar 6 mil 101.4 millones de dólares, con lo que el dinamismo de las importaciones fue resultado de las mayores compras de algunos productos básicos que se realizaron entre enero y febrero de este año, a causa de las malas condiciones meteorológicas que afectaron al país en 2011.
Además de la escasez de recursos financieros, un problema adicional que afrontan los productores del campo es la desproporcionalidad de los apoyos otorgados por los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira), los cuales son entregados a través de las llamadas operaciones de descuento que manejan los bancos comerciales con la garantía de los contratos o pagarés suscritos por los acreditados a favor del intermediario financiero.
Fira reportó en 2010 que su financiamiento total ascendió a 102 mil 946 millones de pesos, de los cuales 88 mil 627 millones fue en descuentos y 14 mil 318 millones mediante garantías sin fondeo.

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