viernes, 29 de junio de 2012

LA LISTA DE SUSTANCIAS NOCIVAS

Claudia Luna Palencia / El Diario de Coahuila
Es increíble que México sea un mercado tan fácilmente traspasable en materia de tráfico de productos ilegales, de baja calidad, piratas y que no cumplen con apropiadas reglas de sanidad.
En este calidoscopio predominan los productos Made in China, algunos representan riesgos para la salud en forma de productos alimenticios, medicinas y hierbas para bajar de peso; fórmulas mágicas para la líbido así como cremas quitamanchas para la piel y algunas que prometen aclarar la tez en más de un tono.
La realidad es que el país tiene una frontera porosa en ambos lados de la geografía patria, tanto al norte como al sur, y el significado es claramente entendible tanto por la corrupción como por la falta de mejores sistemas de monitoreo para evitar todo tipo de contrabando y tráfico ilegal de productos que además de dañar a las personas, provocan efectos negativos tanto en la micro, pequeña y mediana empresa, como en la hacienda pública del país.
A lo largo de diversos años hemos escuchado en los medios de comunicación de tal o cual contenedor de origen chino detectado por las autoridades e inspeccionado por salud con resultados de ingredientes nocivos.
El meollo es que son unos pocos los cargamentos detenidos, los demás se cuelan por los mercados, mercadillos y tianguis donde la gente acude a comprarlos sin siquiera pensar en la veracidad del contenido.
Como hace un par de años, cuando la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Secretaría de Economía advirtieron de una crema en polvo de imitación tipo coffee breake que contenía melamina.
Tampoco podemos olvidar el caso de la leche en polvo, varias toneladas también con melamina y otros químicos, que inclusive provocaron la muerte de bebés en China. No obstante, no se impidió la exportación de esta leche que llegó a América Latina, entre éstos, México y al Continente Africano.
O la pasta dental de los hoteles, igualmente manufacturada en China. La Organización Mundial de la Salud (OMS) debió lanzar una alerta mundial para que países y productores del ramo se pusieran atentos para no comprar (o retirar de la circulación) pasta dental con el ingrediente dietileno glycol que provocó más de un centenar de muertes en Panamá.
Hasta en Costa Rica y Nigeria detectaron el dentífrico en mercados donde la gente acude a comprar por el bajo precio de los productos y no pagan impuestos directos al consumo.
A COLACIÓN
Estados Unidos tiene una lista de sustancias cancerígenas utilizadas en la producción de al menos 216 productos de uso común, muchas de éstas ligadas con casos de cáncer de mama.
Principalmente se trata de disolventes utilizados en los tintes para el pelo, sartenes antiadherentes, medicamentos, aditivos para mejorar el aroma y el sabor de la comida (cuidado con los polvos de caldo de pollo, res, pescado, etc).
Otros más están en productos con ingredientes como el benceno y acrilamida (papas fritas), dos de los químicos más comunes en la compra del supermercado.
Asimismo, las sustancias químicas dañinas están en los textiles sintéticos: alfombras con tratamiento anticombustible, materiales para la construcción como el PVC, plásticos, barnices, lentes de contacto, pesticidas, insecticidas, suplementos para aumentar la masa muscular, saborizantes de helados, chicles y pastelería; sustancias de limpieza en casa, potentes blanqueadores para ropa, cloros, jabones y detergentes.
En especial, para las mujeres la advertencia está relacionada directamente con la utilización de hormonas sintéticas, fármacos para la terapia de la menopausia, anticonceptivos, lociones y champúes.
No perder de vista los ingredientes del maquillaje indeleble, de larga duración e insisto, tintes para pelo y uñas. Cuando estas sustancias entran en contacto con las personas con predisposición genética al cáncer (en especial las mujeres hacia el cáncer de mama), se desarrolla una alta probabilidad de padecer la mortal enfermedad.
El informe de Estados Unidos señala que "las mujeres portadoras de mutaciones en los genes BRCA1 y 2 tienen entre un 50% y un 85% de posibilidades de padecerlo", al entrar en contacto con cualesquiera de los 216 productos de uso común elaborados con sustancias químicas peligrosas.
Como consumidor hay que detenerse a leer más de una vez el ingrediente de los productos que pasarán a formar parte de la cotidianidad de las personas.

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