lunes, 25 de junio de 2012

KRUGMAN: "ROMPER EL EURO AHORA QUE YA EXISTE SE PAGARÍA MUY CARO"


Vicente Nieves Hernández / elEconomista.es
El Nobel de Economía Paul Krugman, euroescéptico convencido, piensa, sin embargo, que acabar con el euro ahora no tendría sentido. Para salvar a la moneda única apunta que no es necesario la salida del euro de ningún Estado, pero sí un cambio radical en la políticas económicas europeas.
Krugman cree estar en posesión de la receta perfecta para salvar a la moneda europea y la expone en su último libro, Acabad ya con esta crisis, donde dedica un capítulo completo al viejo continente y a la moneda única.
Asegura el economista que "los que advirtieron a Europa de que, en realidad, no estaba bien preparada para tener una moneda única estaban en lo cierto. Además, aquellos países que no decidieron adoptar el euro (Gran Bretaña y Suecia) lo están pasando mucho menos mal que sus vecinos del euro".
Aún así, el profesor de Princeton no ve necesaria ni positiva la salida de la moneda única de los países más perjudicados por la crisis ya que los costes de abandonar el euro serían enormes para estos Estados y sus ciudadanos. "Romper el euro ahora que ya existe se pagaría muy caro", además de que "se liquidaría un proyecto muy importante para Europa y el mundo entero".
De modo que la alternativa a la crisis que está viviendo la moneda única no es otra que tratar de salvarla. Lo primero que habría que hacer "es que Europa ponga coto a los ataques de pánico. De un modo u otro tiene que haber garantías de una liquidez adecuada, garantías de que los gobiernos no se quedarán sin dinero". Krugman señala que esto se puede conseguir de la misma forma que se logra en Estados Unidos: el BCE tendría que intervenir en el mercado de bonos gubernamentales cuando un Estado sufra un fuerte incremento de los costes de financiación.
Otra recomendación del Nobel es devolver la competitividad a los Estados con un déficit comercial importante, como es el caso de España, que lleva acumulando saldos negativos en la balanza por cuenta corriente (balanza comercial y de capital) desde el nacimiento del euro. Esta situación habría llevado a Irlanda, Grecia y España a ser unos países necesitados de financiación exterior, que ahora hay que ir devolviendo con sus respectivos intereses. El camino menos doloroso para sobrellevar esta situación de desapalancamiento "exige una política monetaria muy expansiva por parte del Banco Central Europeo, además de un estímulo fiscal en Alemania y unos pocos países más pequeños".
Por último, Krugman declara que "los países deficitarios tienen problemas de déficit y endeudamiento y tendrán que poner en práctica medidas de considerable austeridad fiscal durante un tiempo".

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