lunes, 25 de junio de 2012

PASIVOS POR PENSIONES SON DE 104.2% DEL PIB

Actualmente crece la población envejecida, hay menos trabajadores jóvenes que aportan para las pensiones, además de que éstas se pagan por más tiempo.

Organización Editorial Mexicana


Salvador Guerrero y Sandra Saazar

Ciudad de México.- Los sistemas de pensiones en México representan una bomba de tiempo debido a su exponencial crecimiento en la primera década del siglo XXI, pues se calcula que los pasivos consolidados por este rubro representan 104.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Pedro Vásquez Colmenares, autor del libro "Pensiones en México; la próxima crisis", advierte que las pensiones se están duplicando en México cada nueve años, además de que, de seguir la actual tendencia, en 2050 los adultos mayores representarán casi un tercio de la población.
El autor alerta que el perfil demográfico ha cambiado sustancialmente, en el sentido de que antes nacían muchos, el tipo de enfermedades que la gente padecía era infectocontagiosas, morían muchos, además de que la gente vivía en promedio sólo 64.4 años.
En cambio, ahora nacen menos, las enfermedades que la población enfrenta son crónico degenerativas, mueren menos y la esperanza de vida llegó a 75.5 años. Con ello, lo que actualmente ocurre es que crece la población envejecida, hay menos trabajadores jóvenes que aportan para las pensiones, además de que se pagan pensiones por más tiempo.
Ello conlleva a que el Gobierno no tendrá los recursos para enfrentar este crecimiento acelerado de las obligaciones. Por ejemplo, este año el gasto para seguridad social y pensiones está contemplado originalmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) en 367 mil millones de pesos, la reestimación de Hacienda lo sitúa en 395 mil millones de pesos, mientras que el cierre esperado podría ascender a 430 mil millones de pesos.
De esta manera, en el actual proyecto de gasto se destinarán 10 pesos diarios a pensiones, 6 pesos a educación, 3 pesos a salud, un peso a desarrollo social y la misma cantidad para seguridad pública.
Con ello, se convierte en la variable presupuestal que más crece. Sin embargo, de los 10 millones de personas de 60 años o más, sólo 40 por ciento disfruta de una pensión a pesar de que todos contribuyeron.
Según datos proporcionados por el autor, los pasivos consolidados en 2010 estaban distribuidos de siguiente manera: los de Pemex representan 4.8 por ciento del PIB, CFE 1.9 por ciento, Luz y Fuerza del Centro 2.1 por ciento, la Banca de Desarrollo 0.3 por ciento, Ferronales, 0.2 por ciento, IMSS patrón 18.2 por ciento, ISSSTE asegurador 31.4 por ciento, IMSS asegurador 30.3 por ciento, entidades federativas 13 por ciento y las universidades públicas 2 por ciento.
Ante ello, Vásquez Colmenares presentó una propuesta para modificar lo que representa una bomba de tiempo para la economía del país, las finanzas federales y estatales y para millones de personas que se encuentran en los diferentes sistemas de retiro de la administración pública.
La propuesta es la generación de un nuevo modelo de seguridad social basado en cuatro pilares para pensiones en el retiro: pensiones sociales, pensiones universales por vejez, pensiones por retiro y pensiones adicionales, que beneficiarían a cuando menos 6.9 millones de mexicanos.
El economista exdirector del ISSSTE alerta que de no tomar acciones inmediatas para reformar los sistemas de pensiones el país podría enfrentar una crisis de severas consecuencias para la economía, ya que representa una carga fiscal creciente, que es incalculable dado que estados y municipios son poco transparentes, y "la opacidad sólo esconde fuertes amenazas", advierte.
En la materia no hay un momento fatal, dado que existen alrededor de 105 sistemas de pensiones, pero cada día que pase es peor.
México requiere una nueva arquitectura constitucional para su seguridad social y los sistemas de pensiones, dijo al señalar que los déficits pensionarios son responsabilidad del estado, los empresarios y los trabajadores, no los contribuyentes.
El libro, al que denominó, "Pensiones en México; la próxima crisis", señala que derivado de los artículos 123 y 115 constitucionales, y las negociaciones de los sindicatos, los trabajadores al servicio del estado han logrado "conquistas laborales" excepcionales en algunos casos, con recursos que les cuestan a los contribuyentes, dado que los sistemas pensionarios ya son una carga, con jubilaciones poco equitativas en comparación con el resto de los trabajadores.
Lamentablemente la seguridad social en México no se preparó ni reaccionó a tiempo ante el formidable crecimiento demográfico de las últimas décadas y ahora tendrá que enfrentar la falta de recursos para pagar los crecientes sistemas de pensiones públicos, que en muchos casos ya presentan insolvencia, pero la callan.
El autor hace un llamado urgente para que se modifiquen los sistemas de pensiones públicos de beneficio definido, y los arreglos pensionarios del sector paraestatal, porque muy pronto tendrán que castigar rubros prioritarios para la sociedad para solventar el gasto, alertó.
Es indispensable posicionar el tema de las pensiones en la agenda nacional para comprometer una visión y decisión política sobre la viabilidad futura, expone.
La obra detalla cómo la bomba de tiempo ya está activada y será el próximo gobierno el que tenga que enfrentar el problema y posiblemente tenga que tomar algunas medidas dolorosas pero necesarias, dado que las finanzas públicas ya no aguantarán la carga que representan estas pensiones y alerta de la poca información existente y las resistencias de particulares que agravan el problema.
Además, propone un nuevo Sistema Nacional de Seguridad Social que incluya pensiones con coberturas para invalidez y vida, riesgos de trabajo, salud, ayudas sociales y desempleo, financiadas con recursos de los tres órdenes de Gobierno, patrones y trabajadores.

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