Actualmente crece la población envejecida, hay menos trabajadores
jóvenes que aportan para las pensiones, además de que éstas se pagan
por más tiempo.
Organización Editorial Mexicana
Salvador Guerrero y Sandra Saazar
Ciudad de México.- Los sistemas de pensiones en México representan una bomba de tiempo debido a su exponencial crecimiento en la primera década del siglo XXI, pues se calcula que los pasivos consolidados por este rubro representan 104.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Ciudad de México.- Los sistemas de pensiones en México representan una bomba de tiempo debido a su exponencial crecimiento en la primera década del siglo XXI, pues se calcula que los pasivos consolidados por este rubro representan 104.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Pedro
Vásquez Colmenares, autor del libro "Pensiones en México; la próxima
crisis", advierte que las pensiones se están duplicando en México cada
nueve años, además de que, de seguir la actual tendencia, en 2050 los
adultos mayores representarán casi un tercio de la población.
El
autor alerta que el perfil demográfico ha cambiado sustancialmente, en
el sentido de que antes nacían muchos, el tipo de enfermedades que la
gente padecía era infectocontagiosas, morían muchos, además de que la
gente vivía en promedio sólo 64.4 años.
En cambio, ahora nacen
menos, las enfermedades que la población enfrenta son crónico
degenerativas, mueren menos y la esperanza de vida llegó a 75.5 años.
Con ello, lo que actualmente ocurre es que crece la población
envejecida, hay menos trabajadores jóvenes que aportan para las
pensiones, además de que se pagan pensiones por más tiempo.
Ello
conlleva a que el Gobierno no tendrá los recursos para enfrentar este
crecimiento acelerado de las obligaciones. Por ejemplo, este año el
gasto para seguridad social y pensiones está contemplado originalmente
en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) en 367 mil millones
de pesos, la reestimación de Hacienda lo sitúa en 395 mil millones de
pesos, mientras que el cierre esperado podría ascender a 430 mil
millones de pesos.
De esta manera, en el actual proyecto de gasto
se destinarán 10 pesos diarios a pensiones, 6 pesos a educación, 3
pesos a salud, un peso a desarrollo social y la misma cantidad para
seguridad pública.
Con ello, se convierte en la variable
presupuestal que más crece. Sin embargo, de los 10 millones de personas
de 60 años o más, sólo 40 por ciento disfruta de una pensión a pesar de
que todos contribuyeron.
Según datos proporcionados por el autor,
los pasivos consolidados en 2010 estaban distribuidos de siguiente
manera: los de Pemex representan 4.8 por ciento del PIB, CFE 1.9 por
ciento, Luz y Fuerza del Centro 2.1 por ciento, la Banca de Desarrollo
0.3 por ciento, Ferronales, 0.2 por ciento, IMSS patrón 18.2 por ciento,
ISSSTE asegurador 31.4 por ciento, IMSS asegurador 30.3 por ciento,
entidades federativas 13 por ciento y las universidades públicas 2 por
ciento.
Ante ello, Vásquez Colmenares presentó una propuesta para
modificar lo que representa una bomba de tiempo para la economía del
país, las finanzas federales y estatales y para millones de personas que
se encuentran en los diferentes sistemas de retiro de la administración
pública.
La propuesta es la generación de un nuevo modelo de
seguridad social basado en cuatro pilares para pensiones en el retiro:
pensiones sociales, pensiones universales por vejez, pensiones por
retiro y pensiones adicionales, que beneficiarían a cuando menos 6.9
millones de mexicanos.
El economista exdirector del ISSSTE alerta
que de no tomar acciones inmediatas para reformar los sistemas de
pensiones el país podría enfrentar una crisis de severas consecuencias
para la economía, ya que representa una carga fiscal creciente, que es
incalculable dado que estados y municipios son poco transparentes, y "la
opacidad sólo esconde fuertes amenazas", advierte.
En la materia no hay un momento fatal, dado que existen alrededor de 105 sistemas de pensiones, pero cada día que pase es peor.
México
requiere una nueva arquitectura constitucional para su seguridad social
y los sistemas de pensiones, dijo al señalar que los déficits
pensionarios son responsabilidad del estado, los empresarios y los
trabajadores, no los contribuyentes.
El libro, al que denominó,
"Pensiones en México; la próxima crisis", señala que derivado de los
artículos 123 y 115 constitucionales, y las negociaciones de los
sindicatos, los trabajadores al servicio del estado han logrado
"conquistas laborales" excepcionales en algunos casos, con recursos que
les cuestan a los contribuyentes, dado que los sistemas pensionarios ya
son una carga, con jubilaciones poco equitativas en comparación con el
resto de los trabajadores.
Lamentablemente la seguridad social en
México no se preparó ni reaccionó a tiempo ante el formidable
crecimiento demográfico de las últimas décadas y ahora tendrá que
enfrentar la falta de recursos para pagar los crecientes sistemas de
pensiones públicos, que en muchos casos ya presentan insolvencia, pero
la callan.
El autor hace un llamado urgente para que se
modifiquen los sistemas de pensiones públicos de beneficio definido, y
los arreglos pensionarios del sector paraestatal, porque muy pronto
tendrán que castigar rubros prioritarios para la sociedad para solventar
el gasto, alertó.
Es indispensable posicionar el tema de las
pensiones en la agenda nacional para comprometer una visión y decisión
política sobre la viabilidad futura, expone.
La obra detalla cómo
la bomba de tiempo ya está activada y será el próximo gobierno el que
tenga que enfrentar el problema y posiblemente tenga que tomar algunas
medidas dolorosas pero necesarias, dado que las finanzas públicas ya no
aguantarán la carga que representan estas pensiones y alerta de la poca
información existente y las resistencias de particulares que agravan el
problema.
Además, propone un nuevo Sistema Nacional de Seguridad
Social que incluya pensiones con coberturas para invalidez y vida,
riesgos de trabajo, salud, ayudas sociales y desempleo, financiadas con
recursos de los tres órdenes de Gobierno, patrones y trabajadores.
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