Raymundo
Riva Palacio / 24 Horas El Diario sin Límites
En cada elección, el principal protagonista de la jornada, el ciudadano, es el menos informado. Candidatos y equipos de campaña, grupos de interés políticos y empresariales, autoridades electorales y medios de comunicación saben cómo se van dando las cosas a lo largo del día gracias a las encuestas de salida, con lo cual pueden realizar sus ajustes estratégicos y tomar decisiones.
El ciudadano está a ciegas, y como por ley no se
pueden dar a conocer las encuestas de salida antes de las 20 horas
-cuando cierran las casillas en el noroccidente del país-, es sujeto a las manipulaciones
y desinformaciones que abundan ese día y florecen en función de las
estrategias de los partidos y grupos interesados. Para tener una pequeña
brújula, esta es una guía básica mediante la cual puede seguir la jornada
electoral como lo que es, una competencia, y quizás hasta divertirse:
1.- El
tiempo: Lo primero que hay que tomar en cuenta son las condiciones
meteorológicas. Este domingo se esperan lluvias en buena parte del país,
que perjudican principalmente a los panistas, que suelen bajar su participación
electoral con las precipitaciones. Los graneros de votos panistas, donde
ganó Felipe Calderón en 2006, Guadalajara y Lagos de Moreno, Jalisco, y
Guanajuato y León, tendrán chubascos y tormentas. O sea azules, malas noticias.
2.- Las
horas: Los partidos movilizan a sus militantes por la mañana. Ese voto
duro es fundamental para que los candidatos alcancen cuando menos su piso
electoral. El PRI tiene uno de 28%, por lo que si logran sacar a todos sus militantes,
y 5 millones más de votantes, estarán en el rango de ventaja que le dieron las
encuestas. En el caso de la izquierda, que tiene uno de 18%, necesitaría
duplicar ese porcentaje (aproximadamente 10 millones de votos) para entrar en
competencia. La gran movilización se da entre 8 y 10 de la mañana, y de
acuerdo a como vaya la jornada, puede darse una segunda movilización, sobre
todo en zonas rurales, entre las 15 y 17 horas.
3.- Los
campos de batalla: La elección se define en ocho entidades (42.3
millones de votantes probables) donde está 53.34% de electores: México
(13.08%), Distrito Federal (9.98%), Veracruz (6.71%), Jalisco (6.62%),
Guanajuato (4.85%), Puebla (4.93%), Nuevo León (4.18%) y Michoacán (3.95%).
Para ver cómo se desenvuelven los candidatos ese día, hay que cruzar los datos
de qué partido gobierna, qué índice de aprobación tiene el gobernador y
cómo están las preferencias electorales para presidente a nivel estatal.
4.- La
geografía electoral: Los campos de batalla se encuentran dentro de zonas
geográficas con comportamientos electorales muy estables en las últimas
elecciones. En el norte del país y en la zona centro-Pacífico dominan PAN y
PRI, mientras que en el centro y el sur compiten PRI y la coalición de PRD, PT
y Movimiento Ciudadano. La revisión de las encuestas a nivel regional
permite observar qué partido y qué candidato tiene ventaja o dónde se encuentra
en empate técnico. Si estos datos se sobreponen a los de los campos de batalla,
el elector podrá apreciar quién compite contra quién en qué entidad y cuántos
votos están en juego.
5.- Los
bastiones: Aquí están los graneros de votos. Si se analizan las
elecciones federales y estatales más recientes, se puede ver que las zonas más
fuertes del PAN son Baja California, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Sinaloa y
Sonora; las del PRI Coahuila, México, Veracruz y Tamaulipas; y las de la coalición
de izquierda en el Distrito Federal, Guerrero y Oaxaca. Al sobreponer todos los
datos, se puede observar en dónde un candidato fue tan malo que perdió hasta lo
que tenía conquistado, y dónde hubo otro que logró el voto incluso de sus adversarios.
O sea, el fenómeno del voto útil.
No se
sabrá cómo votaron los indecisos, los jóvenes y las mujeres,
hasta después de la elección, pero con los factores de estas cinco variables,
un elector sin información privilegiada podrá observar mejor su entorno,
entender los misterios del día de la elección y ver en forma distinta la
elección. Además podrá estar tranquilo de que a la hora en que está programada
la final de la Eurocopa, históricamente, es un horario muy lento en día
de elección.
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