martes, 26 de junio de 2012

¿ES CREÍBLE ESPAÑA?


Samuel García / 24 Horas El Diario sin Límites
 
Para cuando usted lea esta columna, el gobierno español que encabeza Mariano Rajoy, ya habrá solicitado formalmente un multimillonario crédito a la Unión Europea para rescatar a su banca privada.
Ya España había dado a conocer la solicitud a Europa de 100 mil millones de euros para recapitalizar a sus bancos con la intención adelantada de tranquilizar a los mercados -objetivo que fracasó- aunque esta petición no se había concretado por estar sujeta a las conclusiones que entregarían los evaluadores externos de la banca solicitados por el propio gobierno español.
Pues bien ya la semana pasada los evaluadores dieron a conocer los resultados de su análisis y concluyeron que: El sistema bancario español necesitaría hasta 62 mil millones de euros de capital adicional en el peor de los escenarios, y que los tres mayores bancos españoles no tienen problemas de capital incluso en el supuesto escenario de mayor pesimismo.
El diagnóstico debería ser tranquilizador en la medida en que la línea de crédito extendida por la Unión Europea para recapitalizar a la banca ibérica luce suficiente para enfrentar los problemas de su sistema financiero.
Esa ha sido la primera reacción de los mercados que a finales de la semana pasada redujeron fuertemente la prima de riesgo española.
Pero esa primera reacción es sólo una golondrina y se necesitará mucho más para efectivamente convencer a los inversionistas escépticos de que el verano está cerca.
El riesgo mayor tiene nombre y se llama España. Los inversionistas aún convenciéndose de que el rescate bancario español es suficiente, no están seguros del plan económico del gobierno de Rajoy para reducir drásticamente su déficit fiscal de 8.9% actual a 3% en 2014 -como lo exige la Unión- y más aún cuando el rescate bancario significará mayor deuda para las finanzas públicas españolas. La crítica que ha recibido Rajoy -incluyendo la de sus colegas europeos- es que no ha trasparentado su plan de acción para alcanzar los objetivos impuestos por la UE por lo que sus metas no son creíbles.
La desconfianza en la solvencia española como garante del rescate bancario es un factor que juega en su contra, seguirá castigando a la deuda española en los mercados, y no se diluirá hasta que Rajoy detalle su compromiso con el logro de objetivos impuestos por la Unión Europea, que devuelva la credibilidad perdida en España.
Rajoy se ha resistido a las duras medidas de mayores recortes presupuestales como la reducción de los salarios de los burócratas o la modificación de las pensiones y de la edad de jubilación, por lo que el fin de semana estuvo en Roma con Hollande, Merkel y Monti negociando su posición ante la Cumbre Europea de este próximo fin de semana.
El problema para España es el tiempo. Se ve complicado que el rescate bancario español no contamine a la deuda soberana si Europa y el Banco Central Europeo no lanzan una serie de medidas de gran calado que restaure la confianza de los inversionistas en la solvencia de España y, por lo tanto, en la viabilidad del euro. 
Si el rescate bancario español es un primer paso, entonces será clave dar el segundo sin demora, y ese paso debe darse con la declaración de los líderes europeos este próximo jueves y viernes en la Cumbre Europea de Bruselas. El Día D para Europa, y el euro, ha llegado.

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