Pese a que buscan mejorar el sector, los candidatos difieren sobre cómo lograrlo
Luis Carriles | El Universal
De frente a las elecciones federales del 1 de julio, los tres partidos
punteros han planteado sus propuestas de reforma del sector energético
pero principalmente hablan de los cambios que, desde su perspectiva,
requiere Petróleos Mexicanos.
En algunos casos los temas son muy concretos y en otros la ambigüedad es
lo que prevalece, sin embargo, hoy presentamos una pequeña guía de las
propuestas de cada partido al respecto.
Desde la perspectiva del Partido Acción Nacional, con su candidata
Josefina Vázquez Mota, la propuesta es que Pemex debe modernizarse a
partir de una mayor participación de la iniciativa privada.
La paraestatal debe abrirse a la iniciativa privada, pero no se trata de
privatizar Pemex sino de impulsar una industria petrolera moderna,
incluso se ha pronunciado por una política antimonopolios a fin de
incrementar la competencia.
Junto con la reforma a Pemex pretende una revisión de las políticas de
subsidios que en este momento, dice, son regresivos y de esa manera
desarrollar energías renovables como son la solar y la eólica.
La candidata habla de apertura y ha planteado una reforma constitucional
para llevarla a cabo, sin embargo, ha aclarado que la opción de llevar a
Pemex a un proceso de bursatilización podría no ser el último fin de
esa reforma.
“Antes de esto tenemos que tomar decisiones de coinversión y de apertura
en agendas o en sectores muy importantes que hoy Pemex no tiene esta
posibilidad de hacerlo”, dijo Vázquez Mota en una entrevista con
Reuters.
El candidato de las izquierdas –PRD, PT y Movimiento Ciudadano— Andrés
Manuel López Obrador reiteró que, en caso de ganar, no se va a
privatizar Pemex, aunque señaló que entre sus principales defectos está
la corrupción y plantea acabar con ella pero no vender a la paraestatal.
Sin embargo, reconoce, “Pemex aún con la corrupción, aporta un billón de
pesos al año a la Hacienda Pública”. En la estrategia del candidato lo
que busca es que sea Cuauhtémoc Cárdenas quien defina la política
petrolera y energética y, en un supuesto gobierno de AMLO,
posteriormente director de Pemex.
Cárdenas en su propuesta lo que plantea la transformación de Pemex en un
organismo público autónomo, mediante reformas a la Constitución, y la
eliminación de contratos múltiples, además pretende convertirla en
palanca de desarrollo.
Una de las metas que tiene AMLO es construir un sector petrolero más
parecido al modelo de Noruega, con Statoil, que al de Brasil, con
Petrobras, para ofrecer petrolíferos a bajo costo sin apertura.
En el caso de la propuesta del Partido Revolucionario Institucional
(PRI), el candidato Enrique Peña Nieto, plantea medidas en torno a una
apertura en un negocio que no es el central de Pemex como es el caso de
refinación.
La propuesta del PRI aclara que no van a privatizar Pemex o a las
reservas petroleras, en cambio van a buscar mayor intercambio con el
capital privado pero sobre todo van a buscar traer conocimiento. De
igual manera, no asumen que el fin último sea llevar a Pemex a la bolsa
de valores.
Pretenden incrementar su productividad con la ayuda de las empresas
privadas tanto en exploración y producción pero también en refinación,
asimismo buscan fortalecer una política energética.
En la plataforma del partido, por ejemplo, se modificó la postura
respecto a no promover cambios constitucionales a favor de una apertura
aunque en diversos discursos el propio candidato habla de la
modernización y la necesidad de que haya una participación del sector
privado.
“He planteado la conveniencia de realizar una reforma energética
pragmática que, sin renunciar a la propiedad pública de los
hidrocarburos ni a la rectoría del Estado, permita a Pemex beneficiarse
de asociaciones con el sector privado” dijo.
Duncan Wood, profesor del ITAM y asociado Senior del Center for
Estrategic and International Studies, señaló que los temas prioritarios
de Pemex incluyen, de entrada, como va a trabajar con el tema del Shale
Gas y sus derivados.
En primer lugar, la agenda de Pemex está en la producción y reservas de
hidrocarburos, en la autonomía operacional y financiera, la necesidad de
tener capital privado y esquemas para hacer coinversiones en áreas que
lo necesitan.
En el caso del shale gas la duda es hacia donde hay que moverse, si lo
va a explotar directamente Pemex o se va a permitir que lo haga el
sector privado. Al final de la cadena está el tema de los precios, y ahí
se tienen que tomar una decisión sobre si se dan o no subsidios, su
análisis es que, al final, tiene más costosos que beneficios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario