lunes, 9 de julio de 2012

ARRECIAN PRESIONES PARA MEDIDAS QUE EVITEN CAER EN RECESIÓN

Esas tendencias provienen, en parte, de los desacuerdos entre las autoridades gubernamentales que difieren en el diagnóstico... 

Jesús Alberto Cano/ El Universal

Los bancos centrales de la zona euro, China, Gran Bretaña y otros países aplicaron medidas de recortar tasas de interés la semana pasada, y comunicaron que están seriamente considerando tomar nuevas medidas para impulsar el crecimiento en medio de intensos temores por la desaceleración de la economía mundial.
Las perspectivas económicas para los próximos 18 meses auguran momentos difíciles, a escala mundial, ante la desaceleración de la producción y el ingreso en los principales países; también corriendo peligro otros por el contagio recesivo que la globalidad amenaza en las economías con quienes guardan lazos comerciales y financieros.
Esas tendencias provienen, en parte, de los desacuerdos entre las autoridades gubernamentales que difieren en el diagnóstico de las causas y de las medidas a tomar, como se percibe claramente en los Estados Unidos y en los países que conforman la Comunidad Europea.
Por un lado, el gobierno de Barack Obama y los legisladores de la oposición republicana, en Estados Unidos, están al borde de llevar al país a un grave “precipicio fiscal” por falta de acuerdos en políticas tributarias y gasto gubernamental. Los divide profundas divergencias ideológicas y su lucha por el poder.
Como lo alertó recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI), la legislación vigente estadunidense, en materia presupuestal, plantea un escenario en el que su déficit fiscal se reducirá a 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2013, de 7.6 por ciento previsto para el año en curso; o sea, una reducción de 3.8 puntos porcentuales, monto que podría causar una inmensa reducción en la tasa de crecimiento económico, para llevarla a un decremento que tendría repercusiones negativas en la frágil actividad económica mundial.
De manera que en su reciente análisis de la política presupuestal estadunidense, el FMI recomendó —a diferencia de lo que usualmente ha hecho— que en dicho ajuste a la baja se adopte un ritmo fiscal más moderado.
Para la economía mexicana esa evolución puede llevar a graves consecuencias recesivas porque, según proyecta el FMI, la recuperación económica de nuestro principal socio comercial seguirá siendo débil en los próximos dos o tres años, y expuesta a la crisis de los europeos.
En ese continente el problema se agrava con la amenaza de ruptura de la coalición del gobierno alemán, compuesta por el partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Democrática Cristiana, y el partido Unión Social Cristiana, cuyo líder considera que las ayudas alemanas a Europa no están bien vistas por los mercados financieros de su país y teme que se desencadenen ataques especulativos contra los bonos de la “primera economía” de Europa. De ahí que se oponen rotundamente a la “colectivización de la deuda” de los países europeos, como sería el caso de financiamiento con eurobonos para España e Italia, como lo ha propuesto el nuevo presidente francés.
Luego, también la semana pasada, el Primer Ministro Cameron planteó la posibilidad de cerrar sus fronteras a los inmigrantes de la Unión Europea, si un empeoramiento en crisis económica crea “presiones y tensiones extraordinarias” en el Reino Unido.
Estamos viviendo un importante deterioro en la relación económica entre los países, en la que algunos se están inclinando hacia el proteccionismo, para defenderse de las tendencias recesivas en la economía mundial, como lo vivió el mundo al momento de la gran depresión de 1929.
México, sin embargo, ha seguido —y ratificado— su convicción liberal de apertura comercial, al grado de seguir negociando tratados de libre comercio con diversos países. Hoy día tenemos varios en proceso.
Pero es menester defendernos del daño a México por acciones violatorias de tratados con nosotros, como ocurrió con Brasil y especialmente Argentina.
La norma internacional nos da la posibilidad y capacidad de replicar para resarcir los daños que nos causen.
Por otra parte, también tenemos la capacidad de tomar medidas como las que están aplicando los gobiernos y bancos centrales de la zona euro, China, Gran Bretaña y otros. Pero el problema es que nuestro gobierno —decidido neoliberal— se opone a tomar medidas que impliquen la intervención del Estado en la economía.
*Presidente Nacional del Colegiode Economistas

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