El líder del SME, Martín Esparza, afirmó que la Segob se comprometió a llevar a cabo la toma de nota a los 26 integrantes de la dirigencia sindical
Alberto Morales y Julián Sánchez / El Universal
La Secretaría de Gobernación y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) instalarán el lunes una mesa de trabajo de “alto nivel”, tras un acuerdo que llevó al levantamiento de la huelga de hambre en el Zócalo capitalino, en medio de declaraciones encontradas sobre los compromisos que se asumieron el viernes pasado y el sigilo por parte de las autoridades federales al respecto.
El líder del SME, Martín Esparza, afirmó que la Segob se comprometió a llevar a cabo la toma de nota a los 26 integrantes de la dirigencia sindical, reafirmándolo como la cabeza de la organización y lo que le permitirá continuar el diálogo con el gobierno.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake, aclaró en breve conferencia que el único acuerdo fue retomar el diálogo el lunes y la conclusión del ayuno que sostuvieron ex trabajadores electricistas durante 80 días.
El secretario del Trabajo, Javier Lozano, dijo que se analizará la documentación que presentó el jueves el SME para revisar si se cumplió con lo establecido en los estatutos del sindicato y la ley para otorgar la toma de nota, pues cabe recordar que el 12 de julio en asamblea electoral, el SME ratificó a los miembros del Comité Central.
Alejandro Muñoz, de la disidencia del SME, dijo tras reunirse con el subsecretario de Gobernación, Roberto Gil Zuarth, que éste le comentó que se ofreció la toma de nota a Esparza a cambio de que los trabajadores levantaran el ayuno. “Él (Gil Zuarth) me manda a llamar y me dice: hay que entender las cosas cómo están pasando en el país. A final de cuentas, Martín no cedía y tenía que decirse; Martín, a lo que venía, la toma de nota a cambio de la huelga”.
Gobernación guardó silencio respecto a si efectivamente el acuerdo fue conceder la toma de nota, con lo cual Esparza y sus compañeros accederían a los bienes del SME y la representación legal, a cambio de que los ayunantes suspendieran su protesta y fueran trasladados a hospitales para recibir atención médica especializada.
Alberto Morales y Julián Sánchez / El Universal
La Secretaría de Gobernación y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) instalarán el lunes una mesa de trabajo de “alto nivel”, tras un acuerdo que llevó al levantamiento de la huelga de hambre en el Zócalo capitalino, en medio de declaraciones encontradas sobre los compromisos que se asumieron el viernes pasado y el sigilo por parte de las autoridades federales al respecto.
El líder del SME, Martín Esparza, afirmó que la Segob se comprometió a llevar a cabo la toma de nota a los 26 integrantes de la dirigencia sindical, reafirmándolo como la cabeza de la organización y lo que le permitirá continuar el diálogo con el gobierno.
El secretario de Gobernación, Francisco Blake, aclaró en breve conferencia que el único acuerdo fue retomar el diálogo el lunes y la conclusión del ayuno que sostuvieron ex trabajadores electricistas durante 80 días.
El secretario del Trabajo, Javier Lozano, dijo que se analizará la documentación que presentó el jueves el SME para revisar si se cumplió con lo establecido en los estatutos del sindicato y la ley para otorgar la toma de nota, pues cabe recordar que el 12 de julio en asamblea electoral, el SME ratificó a los miembros del Comité Central.
Alejandro Muñoz, de la disidencia del SME, dijo tras reunirse con el subsecretario de Gobernación, Roberto Gil Zuarth, que éste le comentó que se ofreció la toma de nota a Esparza a cambio de que los trabajadores levantaran el ayuno. “Él (Gil Zuarth) me manda a llamar y me dice: hay que entender las cosas cómo están pasando en el país. A final de cuentas, Martín no cedía y tenía que decirse; Martín, a lo que venía, la toma de nota a cambio de la huelga”.
Gobernación guardó silencio respecto a si efectivamente el acuerdo fue conceder la toma de nota, con lo cual Esparza y sus compañeros accederían a los bienes del SME y la representación legal, a cambio de que los ayunantes suspendieran su protesta y fueran trasladados a hospitales para recibir atención médica especializada.
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