lunes, 26 de julio de 2010

EXPERTOS: GRAVES DAÑOS SI ECONOMÍA VALIDA CERTIFICACIONES DE EU Y CANADA

Fabricantes nacionales tendrían que cumplir regímenes distintos
Juan Carlos Miranda / Periódico La Jornada
México se convertirá en comercializador de productos importados y se desalentará la investigación tecnológica si se concreta la intención de la Secretaría de Economía (SE) de reconocer las certificaciones de Estados Unidos y Canadá como único requisito para la entrada de productos tecnológicos, aseguraron especialistas y miembros de esa industria.
Como parte de la “tala regulatoria” emprendida por el gobierno federal, la SE impulsa una serie de acuerdos mediante los cuales el gobierno mexicano aceptaría como equivalentes a las normas oficiales mexicanas (NOM) las certificaciones aplicables en Estados Unidos y Canadá a la calidad de equipos de cómputo y electrodomésticos que se comercializan en esas naciones.
La dependencia federal ha promovido la iniciativa presentándola como medida “de facilitación comercial” que abarataría los costos para las empresas extranjeras que envían productos a esta nación, debido a que sólo se verían obligadas a cumplir las regulaciones de su país, eliminando el costo de tener que volver a certificar en México.
El problema, sostienen especialistas consultados, es que lo que se busca no es homologar las NOM con las certificaciones estadunidenses y canadienses, sino validar las disposiciones aplicables en esas naciones para facilitar el ingreso de sus productos a territorio nacional.
La homologación, explican, supondría un reconocimiento mutuo y facilitaría la entrada de productos mexicanos a esos mercados.
Teóricamente, la simple equivalencia de las normas podría beneficiar a los comercializadores nacionales de productos importados, quienes reducirían sus costos y se verían en posibilidad de abaratar los precios.
Sin embargo, tanto productores nacionales que exportan como los que compiten en el mercado interno se verían afectados, porque tendrían que cumplir dos regímenes jurídicos distintos. Además, se desincentivaría el desarrollo tecnológico y el país caería en dependencia, advierten.
“Aunque sea un doble costo, el hecho de certificar también en México da acceso a información tecnológica. Se desarrollan los laboratorios, que van a ser brazo de apoyo tecnológico para la industria. Sin eso no se da, ya no se tiene esa fuente de información, conocimiento y apoyo tecnológico”, explicaron las fuentes, que solicitaron el anonimato.
“Sería un grave error del gobierno mexicano hacer a un lado la infraestructura de certificación mexicana generada durante años en nuestro país y dar preferencia a los extranjeros”, sostuvo Juan Manuel Chaparro Romero, presidente de fomento industrial de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
Alertó sobre el riesgo que supone adoptar regulaciones aplicables a otros países, debido a que las especificaciones técnicas que son válidas en Estados Unidos o Canadá no necesariamente corresponden a las condiciones que exigen las normas oficiales mexicanas para los mismos productos.
“Si el gobierno mexicano y sus autoridades permiten que productos extranjeros, eléctricos, electrónicos y otros ingresen a nuestro país sin certificación y/o verificación mexicana, la proliferación de productos inseguros se irá a la alza”, advirtió.
No obstante, Chaparro expresó que los industriales mexicanos no se oponen a la apertura, siempre y cuando las condiciones de comercialización o de negocios sean equitativas.

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