viernes, 30 de julio de 2010

UN PRESIDENTE PARA EL MÉXICO BRONCO

Luis Soto / El Financiero
La miseria en que sobrevive hoy en día la mitad de la población mexicana es razón suficiente para avizorar un escenario degradado para el futuro inmediato. Sin embargo, hay que agregar otros problemas que golpean al país y para los que no hay solución a la vista: precariedad de las finanzas públicas, economía estancada, desempleo, éxodo masivo de compatriotas que emigran en busca de oportunidades, rezago educativo, inseguridad, narcotráfico, delincuencia organizada y corrupción creciente en la administración pública.
Frente a este panorama de crisis que tiende a empeorar, la designación de un candidato presidencial del PAN, colocará a Felipe Calderón y a la dirigencia de su partido ante la obligación de tomar en cuenta -de manera prioritaria- las brutales condiciones en que asumirá el poder el presidente del sexenio 2012-2018, y en el caso de que consideren que un candidato panista tiene posibilidades serias de ganar las elecciones del domingo 1 de julio de 2012, la primera pregunta que deberán responderse es: ¿quién tiene el perfil necesario para gobernar una nación en crisis?
La pregunta se la han hecho ya la cúpula priista y la dirigencia de las varias izquierdas que ahora existen. Esos partidos creen tener la respuesta: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones Rivera cumplen el perfil, según el Partido Revolucionario Institucional (PRI); Andrés Manuel López Obrador lo cumple, según él y según el movimiento que encabeza, y competirá con el membrete del Partido del Trabajo (PT), que será la llave para registrar su candidatura, y lo cumple también Marcelo Ebrard Casaubón, según el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyos dirigentes actuales suponen que posee el temple para gobernar en tiempos violentos.
¿Quién de sus secretarios de Estado, cree el presidente Calderón, que podrá cumplir estas tres imprescindibles condiciones?:
1) Ser aceptado por los grupos panistas anticalderonistas, sin que su designación provoque turbulencias internas incontrolables.
2) Ganar la elección en julio de 2012, pasando por encima de estos partidos: el PRI que llegará fortalecido por los triunfos electorales de 2010 y 2011; el PT de López Obrador, quien ya es precandidato en campaña desde que fue declarado perdedor de las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2006, y el PRD, de Marcelo Ebrard, que será candidato del sector de la izquierda light y antilopezobradorista.
3) Ejercer el poder en las circunstancias políticas, económicas y sociales más difíciles que haya enfrentado un presidente de la República en los pasados 70 años. Fue Lázaro Cárdenas el último titular del Ejecutivo federal que gobernó en medio de crisis sucesivas, entre ellas el golpe político que propinó al "maximato" de Plutarco Elías Calles; el aplastamiento del intento de rebelión militar de Saturnino Cedillo Grimaldo, en San Luis Potosí; el enfrentamiento con los poderosos latifundistas para iniciar el reparto masivo de tierras ejidales; la organización de las grandes centrales obreras que trajo consigo la pugna con el sector patronal, y la expropiación del petróleo en manos de empresas extranjeras que se pusieron en pie de guerra contra el régimen.
¿Quién es el hombre capaz de unificar a su alrededor a los panistas; ganar las elecciones al PRI, al PT y al PRD, y gobernar en los tiempos revueltos que podrían despertar al México bronco?
Hoy, hoy, hoy, el presidente Felipe Calderón ha perfilado a tres posibles precandidatos a la presidencia de la República que cumplen con algunas de las características mencionadas: Javier Lozano Alarcón, Ernesto Cordero y Alonzo Lujambio. ¿Cuál de los tres podría ser el elegido?
Agenda Previa
A propósito del anuncio oficial del presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador, de que buscará la candidatura presidencial 2012, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, se desgañitó gritando: "¡No es tiempo de destapes!".
Por otro lado, el diputado Francisco Ramírez Acuña se autodestapó para la presidencia del Partido Acción Nacional, que elegirá dirigente en diciembre próximo, y no se descartó para la candidatura presidencial 2012, y de inmediato el senador Gustavo Madero escandalizó: "¡Los madruguetes sólo distraen!".
¡Cínicos desmemoriados!, dice un observador que no padece Alzheimer.
¿López Obrador y Ramírez Acuña?, le preguntan.
¡No, Peña Nieto y Madero!
¿Ya olvidó el gober realmente precioso que él está en campaña presidencial desde el 16 de septiembre de 2005, un día después de que tomó posesión del cargo en el Edomex?
¿Ya olvidó Maderito que el presidente Felipe Calderón fue destapado como precandidato por el mismo Ramírez Acuña el 29 de mayo de 2004, en el rancho Las Palmas, en Jalisco, dos años antes de las elecciones presidenciales de julio de 2006?
¡No somos nada

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