Rubén Migueles Tenorio / El Universal
La recuperación económica del país requiere de más motores de los que actualmente existen para darle más solidez. Hasta ahora, la industria ha sido uno de los sectores que más ha contribuido a la reactivación,, en particular, por lo que se refiere a las actividades manufactureras ligadas al mercado estadounidense, como la industria automotriz, que por si sola explica más de la mitad del crecimiento de la producción de bienes manufacturados reportada en los primeros cinco meses del año.
La economía mexicana registró un crecimiento de 4.3% en el primer trimestre del año, es decir, un incremento de 344.5 mil millones de pesos constantes respecto al Producto Interno Bruto (PIB) registrado en el mismo periodo del año anterior. De este aumento, el sector comercio participó con 43.2%, la industria con 38.4% y el sector servicios sólo con 14.8%, toda vez que la agricultura registró un retroceso de 1.5%.
Aún cuando el comercio fue el sector que más contribuyó al repunte del PIB, cabe destacar que la industria tiene un mayor peso y, por tanto, mayor fuerza en la recuperación. El PIB industrial representa del total prácticamente el doble de la participación del PIB comercial (16% contra 32.2%).
Dentro del sector industrial hay una alta concentración por lo que se refiere a la contribución que tiene cada una de las actividades, respecto a la recuperación económica del país. Mientras la industria de la construcción ha registrado un retroceso de 2.4% en los primeros cinco meses del año, respecto al mismo periodo de 2009, la industria manufacturera alcanzó un crecimiento de 11.1% para el mismo periodo, constituyéndose en el sector líder de la reactivación.
Las actividades manufactureras más dinámicas han sido aquellas que buena parte de su producción depende del mercado externo, en particular el estadounidense. Tal es el caso de la industria automotriz, que se ha visto beneficiada de los apoyos y facilidades que ha otorgado el gobierno estadounidense para reactivar las ventas de vehículos en su país, lo que ha traído como consecuencia que el volumen de las exportaciones de las armadoras asentadas en territorio mexicano hayan logrado un incremento anual de 83.2% durante el primer semestre del año y de 77.3% las dirigidas específicamente al vecino país del norte.
Pese a lo anterior, los niveles de producción todavía se encuentran por debajo de los alcanzados antes del entallamiento de la crisis financiera internacional a fines de 2008.
La industria automotriz es,, con mucho, la actividad más dinámica de la economía nacional y en la que hasta ahora esta sustentada buena parte de la recuperación económica.
Si descontáramos el crecimiento de la industria automotriz, el incremento del PIB manufacturero pasaría de 9.9% a 3.6%, es decir, de forma directa es responsable de más de la mitad del dinamismo manufacturero. Si hacemos el mismo ejercicio para el PIB nacional, el crecimiento económico pasaría de 4.3% a 3.2, un punto porcentual menos, lo que da una idea clara del peso específico que tiene la industria automotriz nacional en la recuperación, constituyéndose así en un verdadero motor de la recuperación económica del país.
Otras actividades manufactureras que han logrado crecimientos importantes en los primero cinco meses del año son: la fabricación de maquinaria y equipo (30.3%), fabricación de equipo de computo y electrónico (14.2%), fabricación de prendas de vestir (11.9%), e las denominadas industrias metálicas básicas (11.2%).
Un caso que merece especial atención es la industria alimentaria, que aun cuando el valor acumulado de su producción hasta mayo logró un incremento anual de tan solo 1.8%, es la actividad que tiene mayor peso en el PIB manufacturero (24%) mayor incluso al de la industria automotriz (17.6%), lo anterior ha traído como consecuencia que aun cuando no ha sido muy fuerte su crecimiento a nivel nacional, tenga un papel importante en la reactivación económica lograda hasta ahora, además de que es un sector estrechamente ligado al mercado interno.
Finalmente, esta recuperación de la actividad manufacturera y la industria en general deberá permear al conjunto de la economía nacional, para que la reactivación económica del país sea más sólida.
La recuperación económica del país requiere de más motores de los que actualmente existen para darle más solidez. Hasta ahora, la industria ha sido uno de los sectores que más ha contribuido a la reactivación,, en particular, por lo que se refiere a las actividades manufactureras ligadas al mercado estadounidense, como la industria automotriz, que por si sola explica más de la mitad del crecimiento de la producción de bienes manufacturados reportada en los primeros cinco meses del año.
La economía mexicana registró un crecimiento de 4.3% en el primer trimestre del año, es decir, un incremento de 344.5 mil millones de pesos constantes respecto al Producto Interno Bruto (PIB) registrado en el mismo periodo del año anterior. De este aumento, el sector comercio participó con 43.2%, la industria con 38.4% y el sector servicios sólo con 14.8%, toda vez que la agricultura registró un retroceso de 1.5%.
Aún cuando el comercio fue el sector que más contribuyó al repunte del PIB, cabe destacar que la industria tiene un mayor peso y, por tanto, mayor fuerza en la recuperación. El PIB industrial representa del total prácticamente el doble de la participación del PIB comercial (16% contra 32.2%).
Dentro del sector industrial hay una alta concentración por lo que se refiere a la contribución que tiene cada una de las actividades, respecto a la recuperación económica del país. Mientras la industria de la construcción ha registrado un retroceso de 2.4% en los primeros cinco meses del año, respecto al mismo periodo de 2009, la industria manufacturera alcanzó un crecimiento de 11.1% para el mismo periodo, constituyéndose en el sector líder de la reactivación.
Las actividades manufactureras más dinámicas han sido aquellas que buena parte de su producción depende del mercado externo, en particular el estadounidense. Tal es el caso de la industria automotriz, que se ha visto beneficiada de los apoyos y facilidades que ha otorgado el gobierno estadounidense para reactivar las ventas de vehículos en su país, lo que ha traído como consecuencia que el volumen de las exportaciones de las armadoras asentadas en territorio mexicano hayan logrado un incremento anual de 83.2% durante el primer semestre del año y de 77.3% las dirigidas específicamente al vecino país del norte.
Pese a lo anterior, los niveles de producción todavía se encuentran por debajo de los alcanzados antes del entallamiento de la crisis financiera internacional a fines de 2008.
La industria automotriz es,, con mucho, la actividad más dinámica de la economía nacional y en la que hasta ahora esta sustentada buena parte de la recuperación económica.
Si descontáramos el crecimiento de la industria automotriz, el incremento del PIB manufacturero pasaría de 9.9% a 3.6%, es decir, de forma directa es responsable de más de la mitad del dinamismo manufacturero. Si hacemos el mismo ejercicio para el PIB nacional, el crecimiento económico pasaría de 4.3% a 3.2, un punto porcentual menos, lo que da una idea clara del peso específico que tiene la industria automotriz nacional en la recuperación, constituyéndose así en un verdadero motor de la recuperación económica del país.
Otras actividades manufactureras que han logrado crecimientos importantes en los primero cinco meses del año son: la fabricación de maquinaria y equipo (30.3%), fabricación de equipo de computo y electrónico (14.2%), fabricación de prendas de vestir (11.9%), e las denominadas industrias metálicas básicas (11.2%).
Un caso que merece especial atención es la industria alimentaria, que aun cuando el valor acumulado de su producción hasta mayo logró un incremento anual de tan solo 1.8%, es la actividad que tiene mayor peso en el PIB manufacturero (24%) mayor incluso al de la industria automotriz (17.6%), lo anterior ha traído como consecuencia que aun cuando no ha sido muy fuerte su crecimiento a nivel nacional, tenga un papel importante en la reactivación económica lograda hasta ahora, además de que es un sector estrechamente ligado al mercado interno.
Finalmente, esta recuperación de la actividad manufacturera y la industria en general deberá permear al conjunto de la economía nacional, para que la reactivación económica del país sea más sólida.
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