lunes, 30 de abril de 2012

SE INCREMENTÓ 30% EN 2011 EL NÚMERO DE MENORES QUE TRABAJAN

Son 814 mil 328 y tienen menos de 16 años, explica el Inegi
 
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Más de la tercera parte de los jóvenes se emplean en actividades agrícolas y ganaderas. Foto Notimex
 
Susana González G. / Periódico La Jornada
 
Durante el penúltimo año del gobierno del presidente Felipe Calderón se incrementó 30 por ciento el número de menores de 16 años que trabajan, según registros sobre ocupación y empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A finales de 2010, los mexicanos de menos de 16 años que aseguraron estar ocupados sumaron 625 mil 836, pero para igual periodo de 2011 ascendieron a 814 mil 328.
La diferencia implica que sólo en 12 meses 188 mil 547 niños y adolescentes se incorporaron al mercado laboral, es decir, 516 por día, aunque no necesariamente con un empleo formal, salario y prestaciones sociales.
Los hombres son mayoría frente a las mujeres en este grupo de edad: siete contra tres en cada decena.
Si bien no son mayoría, el número de quienes tienen entre uno y dos hijos se multiplicó siete veces en el periodo mencionado. El Inegi da cuenta de que en el cuarto trimestre de 2010 hubo sólo 381 menores en esa condición, pero 2011 cerró con 2 mil 726, alza de 615 por ciento.
Los que además de trabajar también son jefes de hogar, pues aportan el principal sustento económico para sus familias, se duplicaron en el periodo: eran mil 432 y pasaron a 2 mil 613.
Hay otro grupo de mil 329 adolescentes trabajadores que están catalogados como cónyuges, cuyo número se cuadruplicó desde el último trimestre de 2010.
El Inegi detectó que, pese a ser tan jóvenes para laborar, 48 por ciento del total no reciben ingreso alguno, es decir, 360 mil 690. En segundo lugar se ubica un 30 por ciento que sólo ganan hasta un salario mínimo, que en conjunto suman 244 mil 315 niños y adolescentes. En el otro extremo, el instituto registra 2 mil 423 menores de 16 años que llegaron a percibir más de cinco minisueldos.
El 97 por ciento de esos jóvenes se desempeñan como subordinados, pero existen 26 mil que aseguran trabajar de manera independiente y 73 por ciento del total cuenta con la primaria completa.
Más de la tercera parte (35.5 por ciento) laboran en actividades agrícolas y ganaderas, mientras el segundo grupo en importancia, por su número, son trabajadores industriales, ayudantes y artesanos, que constituyen la quinta parte del total. También se incluyen más de 11 mil que se dicen técnicos, profesionistas y trabajadores del arte, así como otros 2 mil que son conductores de maquinaria móvil y medios de transporte.

CRITICA ASF MARGEN DE RESERVA ELÉCTRICO

En términos de costo-beneficio en 2010 fue 29% más barato para la CFE adquirir la energía eléctrica a los productores independientes que generarla directamente en sus centrales

Luis Carriles | El Universal
 
Las reservas operativas de la Comisión Federal de Electricidad se mantienen muy por encima de los márgenes que fueron establecidos por la junta de gobierno de la paraestatal, lo que incrementa los costos implícitos de la cómpañía en deterioro de su patrimonio, según datos de la empresa y la Auditoría Superior de la Federación.
De acuerdo con la cuenta pública 2010, el margen de reserva operativo de la CFE es de 17% mientras que la recomendación que se hizo desde la junta de gobierno es que no fuera superior a 6%.
Además la capacidad de generación que hoy se tiene implica que 77% de la misma es de propia paraestatal en tanto que 23% son productores independientes. Sin embargo, de la oferta, 64% de la generación es de CFE y la de los particulares es igual a 31% en tanto que en otras modalidades (como puede ser autoabasto) es de 5%.
“Si la tendencia continúa como en los últimos 10 años, los productores independientes de energía superarán la generación de la paraestatal”, dice la ASF.
En términos de costo-beneficio en 2010 fue 29% más barato para la CFE adquirir la energía eléctrica a los productores independientes que generarla directamente en sus centrales.
Además de los resultados presentados por la ASF se tiene que el patrimonio de la paraestatal se mantiene a la baja en 2011 frente a 2010.
De acuerdo con los estados de resultados dictaminados de la paraestatal en 2011 el patrimonio de la entidad fue de 313 mil 183 millones 775 mil pesos, una cifra 11% menor a la de un año antes cuando finalizó con 352 mil 656 millones 762 mil pesos.
La CFE señala en su informe que en el ejercicio de 2011 se determinó un subsidio a los consumidores por 88 mil 168 millones 493 mil pesos, una cifra 8% menor frente a los 95 mil 740 millones 445 mil de 2010, del cual se efectuó el acreditamiento del aprovechamiento a cargo de CFE con la aplicación de una tasa de 9% en los activos fijos netos en operación de un año antes de 57 mil 292 millones 226 mil pesos.
Al 31 de diciembre de 2011 la CFE tiene un compromiso del orden de 194 mil 719 millones de pesos, equivalente a unos 13 mil 918 millones de dólares americanos, con los productores independientes. Estos compromisos incluyen cargo fijo por capacidad que se encuentra en operación.

TEMPORALIDAD Y DEPREDACIÓN

México SA
Banca: capital exportado
El saqueo va: ¿hasta cuándo?
Carlos Fernández-Vega / La Jornada
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Sucursal bancaria en calzada de Tlalpan, Distrito Federal. Foto Alfredo Domínguez
 
Concebida –según la versión oficial– como una medida de capitalización temporal del sistema bancario mexicano, en los albores de 1995 el gobierno de Ernesto Zedillo, junto con sus legisladores, modificó la ley respectiva para liberar las restricciones que impedían la participación del capital extranjero en el sector financiero otrora nacional. La temporalidad de tal disposición provocó que en el sexenio del bienestar de la familia tal participación se incrementara en 2 mil 300 por ciento, para que en la administración subsiguiente se elevara a 8 mil 900 por ciento. Así, a la vuelta de los años –no muchos, por cierto– las trasnacionales del ramo se quedaron con 90 por ciento de las instituciones bancarias y se apropiaron del sistema financiero que temporalmente vinieron a capitalizar.
Tan brillante decisión –de los gobiernos de Zedillo y Fox– y tan heroica acción –de las trasnacionales financieras– provocaron no sólo la pérdida de soberanía financiera, sino que promovieron el asalto a los usuarios de la banca y la permanente exportación de capitales, vía remisión de utilidades –que no son pocas–, por parte de los grandes corporativos bancarios a sus respectivas matrices, entre tantas otras gracias. Todo ello sin olvidar el saqueo de los mexicanos por medio del Fobaproa. Así, con unas cuantas modificaciones legales, México se convirtió en un paraíso para el capital financiero, y en una pesadilla para sus habitantes.
Todo ello fue cocinado y servido en bandeja de plata en un breve periodo (1995-2004): Zedillo lo inició, Fox metió el acelerador a fondo y Calderón lo mantuvo intocado. En el gobierno del cambio se extranjerizaron los grandes bancos otrora mexicanos, Banamex y Bancomer (cuyos dueños, los resultantes de la reprivatización salinista, no pagaron un solo centavo de impuestos; entre ellos Roberto Hernández. Alfredo Harp y Lorenzo Zambrano, en el primer caso; Eugenio Garza Lagüera, en el segundo) y se puso la cereza al pastel: el capital financiero trasnacional se quedó con 90 por ciento del sistema financiero, el cual se convirtió en una afinada máquina de hacer dinero, sin contribuir al crecimiento económico ni al desarrollo nacional.
Ese es el rápido balance de 17 años de historia bancaria en México y sus ingratas consecuencias para el país, su desarrollo y su gente. Como se ha comentado en este espacio, junto con Carlos Salinas y Pedro Aspe, Ernesto Zedillo y Vicente Fox abrieron la puerta a la jauría de especuladores (amigos del régimen, desde luego) que mayoritariamente se quedó con la banca estatizada y la destrozó; Zedillo operó el rescate bancario y al servicio de los barones puso el Fobaproa, y junto con Fox alimentó el monstruo trasnacional que engulló al sistema mexicano de pagos, el mismo que ahora es necesario y urgente regresar a la jaula.
Lo anterior no es novedad, pero sólo hasta ahora es que surgen las quejas de influyentes personajes de la política y las finanzas, en el sentido de que la extranjerización de la banca resultó totalmente contraria a los intereses nacionales; que el negocio bancario en México ha sido increíblemente rentable para las trasnacionales financieras, que los ahorros internos se utilizan para recapitalizar a los bancos extranjeros, privando a México de recursos, en el entendido de que 70 por ciento de las utilidades netas obtenidas aquí por tales consorcios se remite a sus respectivas matrices (españolas y estadunidenses, fundamentalmente).
No es novedad, pues, pero por qué hasta ahora se denuncia todo esto, ya con el puñal clavado hasta el fondo. ¿Por qué no se detuvo a tiempo? Es como el caso de Wal-Mart, por citar un ejemplo: lleva dos décadas saqueando a los consumidores y explotando a sus trabajadores, y sólo a raíz de una denuncia publicada en un medio foráneo se reacciona –de forma más mediática que real– para exigir que se investiguen las tropelías de la trasnacional, mientras el gobierno calderonista no sabe si le corresponde investigarlas o no (procuradora Marisela Morales dixit). Es común que la supuesta autoridad diga esa barbaridad, pero ¿por qué la sociedad mexicana es tan lerda para exigir sus derechos?
El pasado sábado se comentó en este espacio la declaración del director general del Grupo Financiero Banorte, Alejandro Valenzuela, de que los bancos extranjeros con actividades en México están ordeñando al país; el hecho de que esas firmas foráneas pagan a sus accionistas dividendos en proporción tres veces mayor que los bancos de capital nacional, ha significado una reducción en la oferta de financiamiento a la economía mexicana. Las filiales de bancos extranjeros en México pagan a sus accionistas un dividendo por el equivalente, en promedio, a 70 por ciento de las ganancias que obtienen aquí, aunque en algún caso el dividendo equivale a 130 por ciento de las ganancias (La Jornada, Roberto González Amador).
Bien por la advertencia, pero la alerta de Valenzuela llega un tanto tarde: las trasnacionales financieras llevan años saqueando al país. La información se publicó en el México SA del pasado sábado: en el periodo 2001-2011 la totalidad del sistema bancario que opera en México reportó utilidades netas por poco más de 517 mil millones de pesos, de ellos, cerca de 400 mil millones, en números cerrados, se quedaron en la española BBVA-Bancomer (151 mil millones), la estadunidense Citi-Banamex (116 mil millones), la también española Santander (82 mil millones), la canadiense Scotiabank (27 mil millones) y, desde 2003, la británica HSBC (23 mil millones). Si se considera la información aportada por el directivo de Banorte, de esos 400 mil millones de pesos obtenidos en México, alrededor de 280 mil millones (unos 21 mil millones de dólares) fueron remitidos a sus respectivas casas matrices. Y de ellos, el 67 por ciento llevan la firma del BBVA-Bancomer y Citi-Banamex.
En efecto, la banca extranjera en México está ordeñando al país, pero esta terrible situación no se da a partir de 2012. Lleva años, y son muchas las trasnacionales que saquean a la nación, no es actividad exclusiva de la banca. Sólo hay que recordar el caso minero. Pero nadie dice nada, ni reclama nada, ni hace nada. ¿Hasta cuándo?
Las rebanadas del pastel
Mariano, el terminator, Rajoy no quita el dedo del renglón: destrozar a los españoles de a pie para maximizar las ganancias de los barones de su tierra. Contra lo que planteó en su campaña electoral, ahora aumentará el IVA y reducirá las cuotas sociales que por ley deben pagar las empresas. Así que, españoles ¡reaccionen o huyan!... Un enorme beso cumpleañero, con abrazo generoso, para la amadísima dueña de mi sistema cardiaco.

PENA AJENA POR DECLARACIONES EN EU

Alguien le dio información errónea al Presidente, cuando salió la noticia de que el flujo neto de migrantes mexicanos a EU había llegado a cero 
Jesús Alberto Cano Vélez / Excelsior 
Una cosa es lo que nos dicen a los mexicanos, aquí en el país, que con frecuencia nadie reta a tan distinguida figura, pero otra cosa es lo que dicen en el exterior, exponiéndose a ser evidenciados, como ocurrió la semana pasada en una conferencia de prensa del presidente Felipe Calderón en Washington, Estados Unidos, después de una reunión con la Cámara de Comercio de ese país. 
 Evidentemente alguien le dio información errónea al Presidente cuando salió la noticia de que el flujo neto de migrantes mexicanos a Estados Unidos había llegado a cero, o sea, que el número de entrantes a Estados Unidos fue equivalente al número de retornos a México. 
Ante ello el Presidente —alegre— interpretó ante los asistentes que lo escuchaban en esa conferencia en Washington, que se debía al éxito de su política económica y social, y a la generación de empleos en México, que había reducido el deseo o necesidad de algunos para abandonar el país en búsqueda de trabajo. 
Se dio el silencio en la sala. Pero poco tardó en que la prensa y las respuestas de diversas figuras oficiales del gobierno federal y de varios gobiernos estatales, así como de migrantes mexicanos, en una reunión del Presidente con ellos, el día siguiente, en Texas, que le presentaran otras razones por ese flujo neto de cero. Le dijeron los migrantes mexicanos en Houston que la problemática económica estadunidense ahora generaba menos empleos para ellos y, también, que la política y las acciones violentas del gobierno de Estados Unidos, en la frontera común, les hacía cada vez más difícil cruzar sin documentos a Estados Unidos. 
Y si algo puede ser peor ocurrió porque los altos funcionarios de diversas instancias gubernamentales le contestaron seco y duro. 
La Secretaría de Seguridad Interna de Estados Unidos, dirigida por Janet Napolitano, emitió un documento que sostenía que “la reducción histórica de la migración ilegal“ a Estados Unidos había llegado a su escala más baja en los últimos 40 años por “el reforzamiento de la vigilancia por aire y tierra de la frontera común; el refuerzo de su arma militar, la “Guardia Nacional” en la frontera; los más de mil kilómetros de cercas instaladas entre nuestros países y el establecimiento de sanciones a empresarios que contrataran a indocumentados. 
¡Seco! 
Y ahora nos toca a nosotros decir que no es correcto negar que la pobreza haya subido en estos años, porque de hecho ha subido, y mucho; que no es correcto hablar del éxito del empleo en los últimos años porque el mercado formal no ha podido dar empleo a los entrantes que lo han requerido, viéndose los trabajadores obligados a recurrir al mercado informal, de menores sueldos y ausencia de protección social; ni sostener que los mexicanos estamos ahora económicamente mejor que antes. 
Son palabras de campaña que no puede ya expresar en el país para no violar las leyes electorales. Pero se inventó un viaje a Estados Unidos para decir lo que dijo. Y la respuesta se la dieron los estadunidenses. ¡Seco! 
*Presidente Nacional del Colegio Nacional de Economistas

LA ECONOMÍA MUNDIAL EN 2011 Y PROYECCIONES 2012

Reporte Económico 
David Márquez Ayala 
En Perspectivas de la Economía Mundial, revisión de abril, el Fondo Monetario Internacional ubica el crecimiento del PIB global de 2011 en 3.9% y pronostica un nuevo descenso a 3.5 en 2012 dada la incierta recuperación europea. En la zona del euro en particular, que creció 1.4% en 2011, para 2012 se calcula un decrecimiento de -0.3 (Gráfico 1). Para las economías avanzadas en conjunto, el FMI estima un lento crecimiento de 1.4% en 2012. Por países, sólo dos apuntan a una cierta recuperación: Estados Unidos que avanza del 1.7% de 2011 a 2.1 en 2012 y Japón que de -0.7 en 2011 pasa a 2.0% en 2012; no así el resto que presentan para este año un estancamiento o un franco descenso como Alemania a 0.6%, Francia a 0.5, o España a -1.8%.

CORRUPCIÓN NACIONAL

Jacobo Zabludovsky / El Universal 
Donde aprietes sale pus, decía José Pagés Llergo. 
En un país donde la mordida es parte de su historia, la corrupción nunca había sido tan a la vista, tan evidente, tan extendida y profunda como ahora, gracias no a la providencia a la que tanto le debemos los mexicanos, sino a la denuncia publicada por el “New York Times”. 
 “El caso Walmart me tiene muy indignado”, dijo el presidente Felipe Calderón cuando se dio cuenta, después de un intento de arrojar culpas a autoridades locales, de que su gobierno está metido hasta las manitas en la mugre y se apresuró a que la Secretaría de la Función Pública demostrara su existencia ordenándole investigar el asunto. 
Ya se lo investigaron, don Felipe. El jueves en la primera página de “El Universal”, la reportera Lila Saúl publica: “El Gobierno federal favoreció en seis años a Walmart con más de 200 permisos, concesiones, licencias y autorizaciones, así como con 2 mil contratos. En 2009, la delegación de la Semarnat en Quintana Roo autorizó el cambio de uso de suelo en terrenos forestales de Playa del Carmen, para la construcción de una tienda de la cadena de supermercados. Por la apertura de la sucursal se eliminaron 30 mil metros cuadrados de selva media. De la Comisión Reguladora de Energía, Walmart también ha recibido permisos para poder generar energía eléctrica… ha recibido 206 permisos, licencias y autorizaciones… 2 mil dependencias federales le compran desde objetos de oficina hasta alimentos para empleados… Respecto al Banco Walmart, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores se ha negado a dar información… así como del acta constitutiva de Suburbia, Vips y el Portón”. Servido don Felipe. 
Pero no es eso todo. Este columnista se convierte en el Marqués de Comillas y usted, don Felipe, ahorra tiempo y dinero si corre a sus detectives, miembros de su equipo, y delega el trabajo en periodistas. Juan Carlos Fonseca, reportero de “unomásuno”, publica el jueves una entrevista con el doctor Enrique Bonilla, fundador del, nada menos, Frente Nacional contra Walmart, quien explica cómo además de no pagar sueldo a 27 mil empacadores, 17 mil acomodadores y franeleros pagan 50 pesos diarios de sus propinas y 22 mil lavadores de autos pagan 300 pesos diarios por el derecho a trabajar 11 horas diarias. 
Walmart ha crecido 84% en este sexenio en que la tasa anual de crecimiento ha sido del 2%. Las autoridades laborales permiten estas prácticas… pagan los salarios más bajos del mundo a sus 240 mil trabajadores, el 30% no percibe sueldo ni prestaciones, no está en el seguro social como obliga la Ley Federal del Trabajo… no se pagan horas extras y tiene 60 mil “esclavos”, según el doctor Bonilla. 
El gancho de los precios bajos desvía la atención de los procedimientos para lograrlos: “A los proveedores les exigen que la primera entrega sea gratuita… no pagan los impuestos que deben sino los que quieren… en Alemania el gobierno obligó a la tienda a respetar la normatividad y la tienda se retiró del país porque no alcanzó las ganancias que esperaba”. 
¿Se sabía eso en México? Seguramente, pero los medios de difusión, impresos o electrónicos, están advertidos por Walmart: cualquier ataque significará la pérdida de la publicidad de uno de los más grandes anunciantes del país. 
La corrupción tiene una semejanza con el narcotráfico: ha crecido en los dos últimos gobiernos. Y una diferencia: mientras la guerra contra el narcotráfico fue declarada por el señor Calderón, la lucha contra la corrupción ha sido la basura que se barre debajo del tapete. En ambos casos las consecuencias son catastróficas. 
Más de 100 mil bajas, entre muertos, desaparecidos, heridos y desplazados en el derrotado combate a la delincuencia, mientras que la apatía frente a sobornos, complicidades y tráfico de influencias ha producido fortunas fantásticas cuyos dueños y magnitud empiezan a salir a la luz. 
En los siete meses de vida del actual gobierno poco se puede esperar en cuanto a la contención de esos graves males. Pero en las campañas electorales el compromiso, no solo la promesa, sino el compromiso garantizado de poner fin a una guerra perdida y a una delincuencia que involucra a los poderes públicos será un argumento decisivo para orientar el voto. Ninguno en favor de quien continúe por el mismo camino o pague apoyo con impunidad. 
La lucha contra la corrupción es el tema puesto sobre la mesa por la denuncia del periódico neoyorquino. Cualquier candidato que rehúya o soslaye el asunto, primero que debe ser encarado categóricamente y sin ambigüedades, se hace sospechoso y no merece nuestra confianza. En cualquier programa de gobierno debe ser el propósito inicial.

PANISMO PROFUNDIZA PRECARIEDAD LABORAL


Autor: Érika Ramírez / Contralínea



Doce años de administraciones panistas han acentuado la precariedad laboral de los mexicanos. Traducida en falta de fuentes de trabajo, empleos informales, autoempleos, subcontrataciones y carencias de seguridad social, entre otras, la clase trabajadora sobrevive en una “violencia laboral de Estado”, opinan expertos

¿SE COMBATE EL NARCOTRÁFICO EN MÉXICO?





Se hizo público recientemente un estudio de la Cámara de Diputados que calcula que el año pasado el narcotráfico blanqueó 10 mil millones de dólares dentro del sistema financiero mexicano.
Desde hace años, quienes criticamos la fallida estrategia contra el narcotráfico del gobierno calderonista, hemos insistido en que le hace falta más inteligencia y menos tanquetas, balazos, muertes, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y torturas.
 Las cifras cada vez lo hacen más evidente. En el quinto informe de labores de la Procuraduría General de la República (PGR) se reportaron las acciones para combatir el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita (tipo penal con el que se designa al lavado o blanqueo de dinero). Ahí se destacaron los “éxitos”: se lograron 17 sentencias condenatorias y se aseguraron unos 154 millones de pesos.
La cifra equivale aproximadamente al 0.1 por ciento de los recursos que el narcotráfico lava anualmente en el país. Podemos decir que gracias al gobierno de Felipe Calderón, el narcotráfico tiene solamente el 99.9 por ciento de su capacidad para comprar armas, corromper funcionarios, infiltrar a las corporaciones militares y policiacas, transportar narcóticos y pagar por sus “trabajos” a los sicarios.
Hay otros datos preocupantes: en el mismo periodo, la PGR concluyó más averiguaciones previas por delitos contra el ambiente(225), que por lavado de dinero (181). Es decir, la PGR se dedicó a trabajar más en “proteger” la naturaleza que en combatir las causas del problema que Felipe Calderón colocó como el tema central de la acción de gobierno durante todo su sexenio.
¿Quién puede creer que el objetivo del gobierno fue combatir el narcotráfico, si nunca se intentó acabar con el negocio que hay detrás de él? Al enfilarnos al final de este sexenio de muerte, ¿no parecen insultantes las mentiras que repetían aquellos promocionales que decían “para que la droga no llegue a tus hijos”?
Hay que recordar que de acuerdo con la última Encuesta nacional de adicciones del gobierno federal, alrededor del 5 por ciento de la población entre los 12 y los 65 años de edad ha consumido drogas ilícitas. El 95 por ciento restante se encontraba ajeno al problema. ¿Estábamos ante un problema de seguridad nacional por el consumo de drogas? Parece evidente que no.
Además, el Departamento de Estado de Estados Unidos señala en el Reporte internacional de estrategia para el control de narcóticos que la producción y consumo de drogas ilegales crece y éstas continúan pasando a través del territorio mexicano.
Es evidente que lo que está ocurriendo en México no es un problema ordinario de seguridad pública. También queda claro que el discurso gubernamental está lleno de retórica vacía, pues es bien sabido que el narcotráfico no va a disminuir mientras continúe siendo un negocio inmensamente rentable. Así, esta guerra no se va a ganar.
Las Fuerzas Armadas están complacidas en cierto grado con Calderón, pues han visto incrementarse varias veces su presupuesto, con lo que también incrementan su poder. Además, su presencia y capacidad de negociación han aumentado sustancialmente durante este sexenio.
 Sin embargo, hay personas preparadas e inteligentes en el Ejército que saben que Calderón los utilizó sabiendo que deterioraría su imagen, que la guerra tendría costos y que ellos tendrían que pagar los platos rotos.

Hay altos mandos que saben que torturar es imprescriptiblemente un delito y que la práctica de esta atrocidad en los cuarteles militares va a generar un gravísimo problema a largo plazo. También hay militares preparados que conocen perfectamente su misión y están enterados de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le hizo notar a Calderón la ausencia de protocolos para las detenciones, los retenes y los operativos; e incluso le indicó que esa omisión suya generaría muertes entre los civiles y también entre las fuerzas de seguridad (ver Facultad de Investigación 3/2006 SCJN).
Hay generales que ordenaron torturar, desaparecer y ejecutar civiles (caso del general Moreno Aviña). No se puede llamar a esto accidente o error. Alguien va a tener que pagar por estos crímenes y Calderón confiaba en escapar del país, dejando a las fuerzas armadas la responsabilidad de enfrentar los procesos penales que se iniciarían en su contra.
Es urgente recuperar a nuestras Fuerzas Armadas. Recuperar su prestigio y su control. El gigantesco error de Calderón puede tener consecuencias históricas. Tradicionalmente una de las instituciones que no se había subordinado a los deseos y órdenes del embajador de Estados Unidos en México era precisamente la de las Fuerzas Armadas. Pero esto está cambiando y se hace notar, particularmente, en las operaciones a cargo de la Secretaría de Marina.
Sería indispensable someter a las Fuerzas Armadas a controles parlamentarios. La lealtad al gobierno civil debe ser amplia, es decir, a la estructura de gobierno entera y no simplemente al presidente.
 El control parlamentario sobre el despliegue de tropas en México, hacia el interior del país, está dentro de los niveles más bajos en términos del derecho comparado. Esto es verdaderamente preocupante: toda vez que el principio de control democrático sobre las Fuerzas Armadas, se ha convertido incluso en un requisito básico para formar parte de las organizaciones internacionales de Estados democráticos. En estos Estados, el parlamento debe pronunciarse sobre el despliegue militar antes de que ocurra, o por lo menos debe hacerlo una comisión. En otros casos existe al menos la obligación de consultar la opinión del Congreso aunque pueda no ser favorable.
 El Congreso puede comenzar a ejercer este control y comenzar a frenar la crisis humanitaria que vivimos. Es urgente que legisle en torno al fuero militar y deje en manos del fuero civil todos los delitos que no estén estrictamente relacionados con la disciplina militar. Es decir, no solamente los crímenes más graves deben juzgarse por tribunales civiles, sino incluso un simple asalto contra un civil, o cualquier tipo de agresión contra civiles por parte de las Fuerzas Armadas.
 Una vez recuperado el control sobre nuestro Ejército podremos comenzar a pensar en combatir, realmente, el tráfico de drogas en México.
Abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México; posgraduado en administración de justicia

LATINOAMÉRICA OPTA POR EL MODELO ESTATAL PARA LA EXPLOTACIÓN PETROLÍFERA


La región se convierte en la segunda potencial mundial de hidrocaburos
Cristina Galindo Madrid / El País
Latinoamérica no es ajena a las privatizaciones y las expropiaciones en la industria del gas y el petróleo. “¡Bolivia la ha nacionalizado ya tres veces!”, recuerda el consultor independiente Roger Tissot. Pero el contexto es ahora diferente. Gracias a los descubrimientos de los últimos años en Brasil, Venezuela y Argentina, la región ha consolidado su posición como segunda potencia petrolera del mundo tras Oriente Medio. Están en juego reservas superiores a los 345.000 millones de barriles, el 20% del total.
Uno de esos hallazgos de crudo, el de Vaca Muerta, en Argentina, está detrás de la abrupta nacionalización de YPF, la hasta ahora filial de Repsol, según afirma la compañía española. “Somos el único país de América Latina que no maneja su petrolera”, se justificó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando anunció la expropiación el 16 de abril.
Pese a que Buenos Aires se ha saltado a la torera los acuerdos suscritos con Repsol cuando privatizó la compañía en los noventa y que la expropiación está considerada en los foros internacionales como un abuso en toda regla que puede penalizar las inversiones en Argentina, lo cierto es que los países de la región con hidrocarburos poseen una empresa estatal.
El avance de petroleras controladas por el Estado que abren la mano al capital privado con un control mayor o menor, con Petrobras a la cabeza, se ha impuesto como modelo. En los últimos campos descubiertos, el gigante brasileño ha decidido reforzar su peso con un sistema de producción compartida, en los que la compañía pública controla la producción, pero comparte los trabajos con empresas privadas. Se trata de un sistema similar al de Venezuela, pero con matices importantes. Mientras Petrobras se ha abierto al capital privado, la venezolana PDVSA, creada en los años setenta, es 100% propiedad del Estado.
Pero lo que más diferencia a Brasilia de Caracas es que los expertos afirman que en el segundo caso hay más riesgo de que cambien las reglas del juego repentinamente (ahora, Argentina ha pasado a formar parte de este grupo).
No sería la primera vez. Poco después de ser reelegido presidente, Hugo Chávez anunció en 2007 la nacionalización total del sector de los hidrocarburos. Forzó a las empresas privadas a convertirse en socias minoritarias en sociedades participadas mayoritariamente por la petrolera estatal. Pero Caracas tuvo que volver a abrir la mano en 2010 y otorgó más contratos a petroleras foráneas (con mayor capacidad tecnológica) para incrementar la producción de crudo y sacar un mejor partido de sus abundantes reservas: casi 1,2 billones de barriles que convirtieron Venezuela en 2011 en el país con mayores reservas del mundo, por delante de Arabia Saudí.
Brasil sigue muy de cerca. En 2020, se calcula que podría convertirse en el cuarto productor de crudo tras Rusia, Arabia Saudí y Estados Unidos. “Petrobras es la única petrolera, junto con las chinas y las rusas, que tiene capacidad tecnológica y de inversión similar a las grandes compañías internacionales”, afirma Gonzalo Escribano, director del programa de Energía del Real Instituto Elcano.
Otra forma de trabajar es la que consiste en hacerse con una concesión para extraer crudo y pagar regalías e impuestos al Estado. Era el caso de la expropiada exfilial de Repsol en Argentina, YPF. También en Colombia han optado por este sistema y la empresa estatal, Ecopetrol, compite como una más por los contratos que adjudica una agencia independiente.
El país ha conseguido duplicar la producción en cinco años, hasta un millón de barriles diarios. Un tercer grupo lo forman Ecuador y México, donde las compañías públicas solo permiten contratos para cubrir determinados servicios con empresas privadas.
“En América Latina no había ejemplos de una compañía extranjera que tuviera tanto nivel de control sobre recursos claves de un país como Repsol en Argentina con YPF”, explica Tissot, experto independiente del sector con amplia experiencia en la región, en una entrevista desde Alberta (Canadá). “El caso más parecido sería Pluspetrol en Perú”, añade. “Lo que siempre es propiedad del Estado son los recursos naturales; otra cosa es cómo se explota”, explica Gonzalo Escribano.
Mientras el aumento de las reservas en el mundo fue del 20% entre 2009 y 2011, en América Latina fue del 40%. Una de las excepciones de este boom es México, donde las reservas han pasado de los 51.300 millones de barriles en 1990 a los 11.400 millones en 2010.
Los expertos afirman que la poca eficiencia de la estatal Pemex en prospección y exploración es la principal razón. A pesar de que la petrolera es uno de los símbolos nacionales, el Gobierno ha tenido que dar entrada a empresas extranjeras en la explotación de varios campos a través de joint ventures. “Los contratos incentivados son un instrumento que ha dado indicios de atraer el interés de compañías”, explica Armando Chacón, experto del Instituto Mexicano para la Competitividad. “Mientras encontramos mejores formas de lograr una mayor participación privada, los contratos pueden ser una solución intermedia”.
Y es que muchas empresas, estatales como la propia YPF o Pemex no tienen tecnología suficiente para explotar yacimientos como los de Vaca Muerta.

UN MUNDO A LA DERIVA


La geopolítica está alejándose decisivamente de un mundo dominado por Europa y EE UU
Jeffrey Sachs  / El País
Las reuniones anuales de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han permitido advertir dos tendencias fundamentales que impulsan la política y la economía mundiales. La geopolítica está alejándose decisivamente de un mundo dominado por Europa y EE UU y hacia otro con muchas potencias regionales, pero sin un dirigente mundial, y se acerca una nueva era de inestabilidad económica debida tanto a los límites físicos del crecimiento como a la agitación financiera.
La crisis económica de Europa ha sido el asunto principal de las reuniones del FMI y del Banco Mundial de este año. El Fondo está intentando crear un mecanismo de rescate de emergencia para el caso de que las economías débiles europeas necesiten otro rescate financiero y se ha dirigido a las más importantes economías en ascenso —Brasil, China, India, los exportadores de petróleo del Golfo y otros— para que contribuyan a aportar los recursos necesarios. Su respuesta es clara: sí, pero solo a cambio de más poder y votos en el FMI. Como Europa necesita un respaldo financiero internacional, tendrá que asentir.
Naturalmente, la petición por parte de las economías en ascenso de más poder es una historia muy conocida. En 2010, cuando el FMI aumentó por última vez sus recursos financieros, las economías en ascenso aceptaron el trato solo si se aumentaba en un 6%, aproximadamente, la proporción de sus votos en el FMI, con lo que Europa perdió un 4% aproximadamente. Ahora los países con mercados en ascenso piden una proporción aún mayor de poder.
No es difícil ver la razón subyacente. Según los propios datos del FMI, los actuales miembros de la Unión Europea representaban el 31% de la economía mundial en 1980 (calculado mediante el PIB de cada uno de ellos, ajustado según la paridad del poder adquisitivo). En 2011, la proporción de la UE bajó al 20%, y, según las proyecciones del Fondo, se reducirá aún más, hasta el 17%, de aquí a 2017.
Ese descenso refleja el lento crecimiento de Europa en población y en producción por persona. La otra cara de la moneda es que la proporción del PIB mundial correspondiente a los países asiáticos en desarrollo, incluidos China e India, se ha disparado, del 8% aproximadamente en 1980 al 25% en 2011, y se espera que alcance el 31% en 2017.
Debemos empezar a remar en la misma dirección, aun cuando no haya un solo capitán al timón
EE UU, como es habitual en ese país en estos tiempos, insiste en que no participará en ningún nuevo fondo de rescate del FMI. El Congreso de EE UU ha adoptado cada vez más políticas económicas aislacionistas, en particular en lo relativo a la ayuda financiera a otros países. También eso refleja la decadencia a largo plazo del poder de EE UU. La proporción del PIB mundial correspondiente a EE UU, que era del 25% aproximadamente en 1980, bajó hasta el 19% en 2011 y se espera que descienda hasta el 18% en 2017, momento en el que, según la previsión del FMI, China habrá superado a la economía de EE UU en términos absolutos (ajustados a la paridad de poder adquisitivo).
Pero la traslación del poder mundial es más complicada que el descenso del Atlántico septentrional (UE y EE UU) y la progresión de las economías en ascenso, en particular los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). También estamos pasando de un mundo unipolar, encabezado principalmente por EE UU, a otro en verdad multipolar, en el que EE UU, los BRICS y potencias menores (como, por ejemplo, Nigeria y Turquía) tienen influencia regional, pero se muestran reacias a asumir posiciones de dirección mundial y en particular a cargar con las consiguientes responsabilidades financieras. La cuestión no es simplemente que ahora haya cinco o seis potencias más importantes, sino también que todas ellas quieren obtener beneficios a expensas de otras.
Ahora los países con mercados en ascenso piden una proporción aún mayor de poder
El paso a semejante mundo multipolar presenta la ventaja de que ningún país o bloque pequeño en particular puede dominar a los otros. Cada una de las regiones puede acabar con margen de maniobra y cierto espacio para encontrar su camino. Sin embargo, un mundo multipolar entraña también grandes riesgos, en particular que no se atiendan los imperativos mundiales más importantes, porque ningún país o región particular pueda o quiera coordinar una reacción mundial ni participar siquiera en ella.
EE UU ha pasado rápidamente de la dirección mundial a esa clase de búsqueda del beneficio sin contrapartida, con lo que parece esquivar la fase de la cooperación mundial. Así, EE UU se abstiene actualmente de participar en la cooperación mundial en materia de cambio climático, los planes de rescate financiero del FMI, las metas de la asistencia mundial al desarrollo y otros aspectos de la colaboración internacional en la aportación de bienes públicos mundiales.
Las deficiencias de la cooperación mundial en materia de políticas son particularmente preocupantes, en vista de la gravedad de las amenazas que se deben afrontar. Naturalmente, la actual agitación financiera mundial es lo primero que nos viene a la cabeza, pero otras son aún más importantes.
De hecho, las reuniones del FMI/Banco Mundial también abordan un segundo cambio fundamental en la economía mundial: los elevados e inestables precios de las materias primas son ahora una importante amenaza para la estabilidad y el crecimiento económicos mundiales.
Desde 2005, aproximadamente, los precios de los más importantes productos básicos se han puesto por las nubes. Los precios del petróleo, del carbón, del cobre, del oro, del trigo, del maíz, del mineral de hierro y de muchos otros productos se han duplicado o triplicado, o han aumentado aún más. También los combustibles, los cereales y los minerales han resultado afectados. Algunos han atribuido el aumento a las burbujas de los precios de las materias primas, a los bajos tipos de interés y al fácil acceso al crédito para la especulación. Sin embargo, la explicación más convincente es casi con toda certeza más básica.
El aumento de la demanda mundial de productos básicos, en particular en China, está reduciendo los suministros físicos de recursos mundiales. Sí, se puede producir más petróleo y más cobre, pero solo con costes de producción marginales mucho mayores.
Pero el problema supera la cuestión de las limitaciones de abastecimiento. El crecimiento económico mundial está causando también una crisis medioambiental que cada vez se agrava más. Actualmente los precios de los alimentos son altos en parte porque las regiones cultivadoras de productos alimentarios de todo el mundo están experimentando los efectos desfavorables del cambio climático inducido por el hombre (como, por ejemplo, más sequías y tormentas extremas) y de la escasez de agua causada por una utilización excesiva de agua potable de los ríos y los acuíferos.
En una palabra, la economía mundial está experimentando una crisis de sostenibilidad en la que las limitaciones de los recursos y las presiones medioambientales están causando alzas repentinas de los precios e inestabilidad ecológica. El desarrollo económico necesita volverse rápidamente sostenible adoptando las tecnologías y los estilos de vida que reducen las peligrosas presiones a los ecosistemas de la Tierra, lo que también requerirá un nivel de cooperación mundial que no se ve por ningún lado.
Las reuniones del FMI/Banco Mundial nos recuerdan una verdad más general: nuestro mundo, muy interconectado y superpoblado, se ha convertido en un navío muy complicado. Para que podamos avanzar, debemos empezar a remar en la misma dirección, aun cuando no haya un solo capitán al timón.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Economía y director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia. También es asesor especial del secretario general de Naciones Unidas sobre los objetivos de desarrollo del milenio.