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/ Europa Press
Algo puede estar
cambiando en Europa. El presidente del BCE ha vuelto a
alabar el esfuerzo y los progresos de España, pero ha rechazado reactivar la
compra de deuda pública. Con Angela Merkel cada vez más debilitada en su
defensa de la austeridad absoluta, las palabras de
Mario Draghi y la reacción de los mercados sugieren un cambio de estrategia frente a la crisis que prime el
estímulo al crecimiento.
Además, Draghi señaló que "tenemos un pacto fiscal,
y lo que está más presente ahora en mi cabeza es tener un pacto por el
crecimiento".
En una comparecencia ante la comisión de Asuntos
Económicos de la Eurocámara, el eurodiputado del PP, Pablo Zalba, ha planteado
a Draghi si el BCE iba a reactivar el programa de compra de deuda para reducir
los costes de financiación de España mientras las reformas surten efectos. Y la
respuesta del presidente del BCE ha sido que el programa de compra de deuda
"no es eterno ni infinito". "Ha estado ahí, pero no debemos
olvidar que el BCE debe actuar dentro de los límites de su mandato y del
Tratado. Los límites del Tratado prohíben la financiación monetaria", ha
explicado.
Y es que el mercado empieza a descontar un proceso de
"reflación" tras el problable cambio político en Francia y la crisis
de Gobierno de Holanda, acontecimientos que dejan en el alero la agenda de la
austeridad de Alemania, que tendrá que entablar negociaciones con sus socios
para suavizar la consolidación fiscal y promover fórmulas como los eurobonos bajo la atenta
mirada de EEUU y Asia.
De este modo, y visto que Alemania y el Bundesbank
se oponen frontalmente a más quantitative easing en forma de compras de
bonos, la contraprestación en las negociaciones podría ser la relajación de los
objetivos de déficit y una rebaja de tipos al estilo de EEUU por parte del BCE.
Es decir, menos austeridad, menos euro y más eurobonos a cambio de un pacto
fiscal y garantías sobre el actual estatus del BCE.
Según explicó Draghi, mantenerse dentro de dichos
límites ayudará a preservar la credibilidad del BCE, "que es una de las
pocas cosas que quedan". "No haría ningún bien ni al BCE, ni a la
Unión, ni a la credibilidad de nuestro proceso de integración que nos saltemos
los límites establecidos por el Tratado y nuestro mandato", ha añadido.
La credibilidad del BCE, en juego
Hace unos días, fuentes del Gobierno aseguraban que
desde el Ejecutivo se estaban acelerando las presiones para que
el BCE reanudase las compras de bonos, prácticamente paralizadas desde febrero. Las
declaraciones de Benoit Coeure, consejero del Banco Central Europeo (BCE),
quien recordó la existencia del programa de recompra de bonos, alimentaron la
esperanza de que el supervisor pasara a la acción. Aunque poco después el Bundesbank
mandaba un duro mensaje a España replicando que el BCE no estaba para arreglar los
problemas de España.
Además, Draghi ha recordado que los efectos de las dos
operaciones de liquidez a tres años realizadas por el BCE han permitido
estabilizar el sistema financiero de la eurozona, aunque ha dejado claro que
este tipo de actuaciones son "temporales", por lo que ha pedido a todos
los Gobiernos que sigan con los ajustes presupuestarios y las reformas
estructurales.
En este sentido, reiteró sus
alabanzas a los ajustes que está poniendo en marcha el Ejecutivo de Mariano Rajoy. "El
Gobierno español está llevando a cabo un esfuerzo extraordinario y ha logrado y
está logrando progresos notables, porque el esfuerzo de reforma está en marcha
ahora", apuntó.
"No tenemos motivos para dudar del compromiso
absoluto de Gobierno español de llevar a cabo reformas necesarias. Desde este
punto de vista, toda la Unión está al lado de la España y también el BCE",
ha agregado.
Por otra parte, Draghi confía en que la inyección de
liquidez realizada por el BCE a través de las subastas a tres años de diciembre
y marzo se transfiera con rapidez a la economía real. Según destacó, en un par
de meses se conocerá cómo han empleado las entidades estos fondos. "La
operación de febrero atrajo a 800 bancos, la mayoría de ellos pequeñas
entidades, que son los que principalmente prestan a las pequeñas y medianas
empresas. Por eso confiamos en que la liquidez sirva en última instancia a la
economía real", indicó.
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