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Angela Merkel está sola. Y la canciller alemana ha
comenzado a cambiar su discurso habitual señalando que "la austeridad por
sí sola no resolverá la crisis". Eso sí, ha rechazado más estímulos para
impulsar el crecimiento económico, lo que equivale a dar el pistoletazo de
salida a una nueva negociación en Europa. De hecho, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha
escenificado hoy el cambio político al hablar de crecimiento ante la Eurocámara.
Y es que Merkel ha dicho que respalda la idea de
Draghi de un pacto por el crecimiento y ha avalado su petición de reformas
estructurales en la Eurozona. En un discurso en Berlín ante su partido, la
canciller ha defendido que Europa necesita crecer pero sin olvidar las reformas
estructurales.
De este modo, Alemania respondía a las declaraciones
de hoy del líder del BCE en Bruselas: "Tenemos un pacto fiscal, y lo que
está más presente ahora en mi cabeza es tener un pacto por el
crecimiento".
Pero Merkel no ha sido la única en pronunciarse. El
secretario de estado de Finanzas, Thomas Steffen, dijo que "hablar de
disciplina fiscal no significa que Alemania sea una especie de talibán de la
consolidación". "Nosotros no creemos que todo sea la
consolidación fiscal. Creemos mucho que la Eurozona también necesita más
crecimiento", añadió.
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