Autor: Álvaro Cepeda Neri * / Contralinea
Sólo la suspensión de las elecciones, con el pretexto de que los delincuentes con los narcotraficantes al frente lograran manipular el proceso electoral y hasta sabotearlo, haría posible lo imposible: que el Partido Acción Nacional (PAN) con su desangelada candidata triunfara en las urnas. Está claro que la auténtica disputa por la sucesión presidencial se da entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con la frágil ventaja de éste en las encuestas, el estancamiento de Vázquez Mota y el pujar de López Obrador para intentar lograr lo que consumó hace seis años con más de 14 millones de votos. No hay margen para suponer que el PAN, tras el pésimo gobierno de Calderón, pueda siquiera mantenerse en el segundo lugar de los sondeos. Así que sus profetas de hoy deberán dejar de hacer buenos deseos, porque para dentro de seis años, los panistas estarán lamiendo sus heridas.
La señora Margarita Zavala y Gómez del Campo es esposa de Felipe Calderón, sobre cuyo matrimonio circulan rumores en todos sentidos, presidenta del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y prima hermana de Matilde Altagracia Gómez del Campo (socia-beneficiaria de la guardería ABC, donde murieron quemados 49 niños y 70 resultaron heridos y con daños de por vida; parentesco que le valió impunidad), no ha sido tan protagonista como Marta Sahagún, pero anda en la pasarela para ser vista. No apareció en las listas para diputada ni senadora… ni nada. Como su cónyuge, se va al exilio para ponerse a buen resguardo fuera del país.
Por la última semana de marzo, en el periódico Reforma, que es bastante proclive a la derecha y por tanto favorable al panismo, una colaboradora de sus páginas editoriales (¿nombre?… Se dice el pecado, pero no la pecadora), al comentar el dicho de Calderón sobre que dejaba un país mejor que hace seis años, o sea refiriéndose a Fox (los dos se traen entre ceja y ceja), ya para finalizar su elogioso análisis, le dio un cebollazo a doña Margarita y la postuló para candidata presidencial, en el entendido de que, tras el triunfo de Josefina, sería la segunda presidenta y el PAN estaría en ese cargo 24 años. Si mi abuelita tuviera ruedas… Pero Vázquez Mota no logrará que Calderón le entregue la banda que representa ese poder, ya que es una candidata “sin ángel” y los calderonistas la odian por haber sacado de la jugada a Cordero.
¿Margarita Zavala para el 2018..? ¡Sí, Chuy! El PAN, con Fox y Calderón enriqueció la maldición de Carlos Castillo y el mismo Calderón de “ganar el poder sin perder el partido”, pues ha perdido ambos. La derecha religiosa del PAN sólo se interesa en salvar el alma de sus dirigentes. Y en política hay que salvar al Estado y a la sociedad. Y no corromperse distrayendo los recursos públicos, a lo que los panistas se dedicaron en cuerpo y alma, dejando a la Nación hundirse en sus problemas. Fox y Calderón no dieron soluciones. Josefina no está preparada. Y Margarita no podrá hacer lo que contestó López Mateos (el ídolo de Peña-PRI), cuando le preguntaron si estaba preparado para ser Presidente: “Primero háganme Presidente”. Su destino es el exilio y regresar en el 2018 como si nada.
*Periodista
Sólo la suspensión de las elecciones, con el pretexto de que los delincuentes con los narcotraficantes al frente lograran manipular el proceso electoral y hasta sabotearlo, haría posible lo imposible: que el Partido Acción Nacional (PAN) con su desangelada candidata triunfara en las urnas. Está claro que la auténtica disputa por la sucesión presidencial se da entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con la frágil ventaja de éste en las encuestas, el estancamiento de Vázquez Mota y el pujar de López Obrador para intentar lograr lo que consumó hace seis años con más de 14 millones de votos. No hay margen para suponer que el PAN, tras el pésimo gobierno de Calderón, pueda siquiera mantenerse en el segundo lugar de los sondeos. Así que sus profetas de hoy deberán dejar de hacer buenos deseos, porque para dentro de seis años, los panistas estarán lamiendo sus heridas.
La señora Margarita Zavala y Gómez del Campo es esposa de Felipe Calderón, sobre cuyo matrimonio circulan rumores en todos sentidos, presidenta del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y prima hermana de Matilde Altagracia Gómez del Campo (socia-beneficiaria de la guardería ABC, donde murieron quemados 49 niños y 70 resultaron heridos y con daños de por vida; parentesco que le valió impunidad), no ha sido tan protagonista como Marta Sahagún, pero anda en la pasarela para ser vista. No apareció en las listas para diputada ni senadora… ni nada. Como su cónyuge, se va al exilio para ponerse a buen resguardo fuera del país.
Por la última semana de marzo, en el periódico Reforma, que es bastante proclive a la derecha y por tanto favorable al panismo, una colaboradora de sus páginas editoriales (¿nombre?… Se dice el pecado, pero no la pecadora), al comentar el dicho de Calderón sobre que dejaba un país mejor que hace seis años, o sea refiriéndose a Fox (los dos se traen entre ceja y ceja), ya para finalizar su elogioso análisis, le dio un cebollazo a doña Margarita y la postuló para candidata presidencial, en el entendido de que, tras el triunfo de Josefina, sería la segunda presidenta y el PAN estaría en ese cargo 24 años. Si mi abuelita tuviera ruedas… Pero Vázquez Mota no logrará que Calderón le entregue la banda que representa ese poder, ya que es una candidata “sin ángel” y los calderonistas la odian por haber sacado de la jugada a Cordero.
¿Margarita Zavala para el 2018..? ¡Sí, Chuy! El PAN, con Fox y Calderón enriqueció la maldición de Carlos Castillo y el mismo Calderón de “ganar el poder sin perder el partido”, pues ha perdido ambos. La derecha religiosa del PAN sólo se interesa en salvar el alma de sus dirigentes. Y en política hay que salvar al Estado y a la sociedad. Y no corromperse distrayendo los recursos públicos, a lo que los panistas se dedicaron en cuerpo y alma, dejando a la Nación hundirse en sus problemas. Fox y Calderón no dieron soluciones. Josefina no está preparada. Y Margarita no podrá hacer lo que contestó López Mateos (el ídolo de Peña-PRI), cuando le preguntaron si estaba preparado para ser Presidente: “Primero háganme Presidente”. Su destino es el exilio y regresar en el 2018 como si nada.
*Periodista
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