EE UU pidió explicaciones a México por la alianza con Sacyr
A Washington le preocupan las prospecciones de la española en Cuba
Repsol y Pemex han firmado una alianza estratégica industrial
MIGUEL JIMÉNEZ Madrid / El País
El aumento de participación de la mexicana Pemex en Repsol y su interés en una alianza con la española se deben a su “necesidad crítica” de contar con tecnología de exploración petrolífera en aguas profundas como la que ha desarrollado Repsol. La compañía mexicana lo reconoce así en respuesta a un requerimiento realizado por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés), que pidió explicaciones a Pemex a raíz de su alianza con Sacyr y su aumento de participación en Repsol hasta el 9,8%.
Tras la ruptura del pacto Sacyr-Pemex y la recomposición de las relaciones entre la mexicana y Repsol, ambas compañías firmaron una alianza industrial estratégica por 10 años en diferentes ámbitos cuyos términos han sido validados por sendos informes de los asesores BCG y de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del consejo de Repsol que han sido puestos a disposición de los accionistas ante la próxima junta de accionistas.
A Washington le preocupaba que Pemex usara su alianza con Repsol para invertir conjuntamente en la búsqueda de petróleo en Cuba. Una carta de la Oficina de Riesgo para la Seguridad Global de la SEC enviada a Pemex en octubre de 2011, y desvelada ahora, advertía a la compañía mexicana de que Repsol “tiene operaciones en Cuba, una oficina en Irán y contactos con Siria”. La SEC se hacía eco de informaciones sobre los planes de prospección de crudo de Repsol en Cuba y de informaciones sobre el malestar de algunos congresistas al respecto. En ese sentido, pedía explicaciones a Pemex sobre el posible “daño reputacional” de su relación con Repsol.
En anteriores ocasiones, Repsol ya había sido inquirido por la SEC sobre sus relaciones con lo que EE UU considera países “patrocinadores del terrorismo”. En su respuesta al supervisor de los mercados estadounidenses, firmada por Eduardo Raúl Calvo Barbeau, director adjunto de asuntos financieros y legales, la compañía mexicana se hizo eco de las contestaciones que Repsol había dado a la SEC en su día sobre la falta de importancia cuantitativa y cualitativa de su presencia en Cuba, Irán o Siria en el conjunto del negocio de Repsol.
La conclusión de Pemex es que si para Repsol esa presencia no es relevante, para la compañía mexicana lo es mucho menos dada su participación minoritaria en la española y el hecho de que Pemex no toma parte en las actividades que Repsol planea en Cuba.
Para terminar su respuesta a Washington, Pemex revela su verdadero interés en Repsol: “También queremos señalar que el interés de Pemex en una futura cooperación con Repsol se justifica por la necesidad crítica de Pemex de desarrollar la pericia tecnológica, conocimientos y experiencia en la perforación en aguas profundas, y no por un deseo de invertir recursos en exploración y producción fuera del territorio mexicano”. Y añade que “Repsol ha obtenido una valiosa pericia, conocimiento y experiencia en la perforación en aguas profundas a través de su actividades de exploración y producción en aguas estadounidenses del Golfo de México y en la costa brasileña”.
Pemex, por tanto, concluye que la inversión de Pemex en Repsol es beneficiosa en la medida en que puede conducir a una mayor cooperación con Repsol, como así ha sido, y al desarrollo por parte de Pemex de una mayor experiencia en exploración en aguas profundas que a medio plazo le ayude a desarrollar las reservas de petróleo en aguas mexicanas.
Tras el encontronazo inicial con los gestores de la compañía que supuso la alianza de Pemex y Sacyr, las relaciones entre la mexicana y Repsol pasan por uno de sus mejores momentos. La alianza entre ambas y el apoyo cerrado de México a las posiciones españolas tras la expropiación de YPF lo demuestran.
Tras la ruptura del pacto Sacyr-Pemex y la recomposición de las relaciones entre la mexicana y Repsol, ambas compañías firmaron una alianza industrial estratégica por 10 años en diferentes ámbitos cuyos términos han sido validados por sendos informes de los asesores BCG y de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones del consejo de Repsol que han sido puestos a disposición de los accionistas ante la próxima junta de accionistas.
A Washington le preocupaba que Pemex usara su alianza con Repsol para invertir conjuntamente en la búsqueda de petróleo en Cuba. Una carta de la Oficina de Riesgo para la Seguridad Global de la SEC enviada a Pemex en octubre de 2011, y desvelada ahora, advertía a la compañía mexicana de que Repsol “tiene operaciones en Cuba, una oficina en Irán y contactos con Siria”. La SEC se hacía eco de informaciones sobre los planes de prospección de crudo de Repsol en Cuba y de informaciones sobre el malestar de algunos congresistas al respecto. En ese sentido, pedía explicaciones a Pemex sobre el posible “daño reputacional” de su relación con Repsol.
En anteriores ocasiones, Repsol ya había sido inquirido por la SEC sobre sus relaciones con lo que EE UU considera países “patrocinadores del terrorismo”. En su respuesta al supervisor de los mercados estadounidenses, firmada por Eduardo Raúl Calvo Barbeau, director adjunto de asuntos financieros y legales, la compañía mexicana se hizo eco de las contestaciones que Repsol había dado a la SEC en su día sobre la falta de importancia cuantitativa y cualitativa de su presencia en Cuba, Irán o Siria en el conjunto del negocio de Repsol.
La conclusión de Pemex es que si para Repsol esa presencia no es relevante, para la compañía mexicana lo es mucho menos dada su participación minoritaria en la española y el hecho de que Pemex no toma parte en las actividades que Repsol planea en Cuba.
Para terminar su respuesta a Washington, Pemex revela su verdadero interés en Repsol: “También queremos señalar que el interés de Pemex en una futura cooperación con Repsol se justifica por la necesidad crítica de Pemex de desarrollar la pericia tecnológica, conocimientos y experiencia en la perforación en aguas profundas, y no por un deseo de invertir recursos en exploración y producción fuera del territorio mexicano”. Y añade que “Repsol ha obtenido una valiosa pericia, conocimiento y experiencia en la perforación en aguas profundas a través de su actividades de exploración y producción en aguas estadounidenses del Golfo de México y en la costa brasileña”.
Pemex, por tanto, concluye que la inversión de Pemex en Repsol es beneficiosa en la medida en que puede conducir a una mayor cooperación con Repsol, como así ha sido, y al desarrollo por parte de Pemex de una mayor experiencia en exploración en aguas profundas que a medio plazo le ayude a desarrollar las reservas de petróleo en aguas mexicanas.
Tras el encontronazo inicial con los gestores de la compañía que supuso la alianza de Pemex y Sacyr, las relaciones entre la mexicana y Repsol pasan por uno de sus mejores momentos. La alianza entre ambas y el apoyo cerrado de México a las posiciones españolas tras la expropiación de YPF lo demuestran.
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