Clive James, gurú de la biotecnología.
Frente a los estragos que han traído las sequías al país, los granos genéticamente modificados podrían convertirse en el negocio que garantizaría la seguridad alimentaria en México, asegura en entrevista Clive James, gurú de la biotecnología en el mundo.
Roberto Arteaga / El Financiero
La humanidad enfrenta un desafío que podría poner en peligro su sobrevivencia. Fenómenos como la sequía son parte de los efectos del cambio climático que extingue las cosechas en el campo mexicano.
A pesar de la polémica que ha desatado el uso de los granos genéticamente modificados, la biotecnología puede ser la fórmula para contrarrestar la escasez de alimentos y ofrecer a algunas empresas la oportunidad de hacer un negocio atractivo.
La siembra de maíz y soya mejorada alcanzó una ganancia de 121 millones de dólares (mdd) en los últimos 14 años en el país, mientras que en 2010 arrojaron ingresos por 19 mdd.
Por eso, Clive James, director y fundador del Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés) , se muestra entusiasmado por el futuro de un negocio que podría representar para México la seguridad alimentaria y el fin del problema del hambre.
Maíz para todos
Clive James se ha desempeñado en los últimos 27 años en la investigación y desarrollo agrícolas, así como a la biotecnología aplicada a cultivos en países en desarrollo de Asia, África y América Latina.
Fue director adjunto de investigación en el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo en México (CIMMYT), en donde colaboró con Norman Borlaug, premio Nobel de la paz en 1970, quien es considerado como el padre de la ‘revolución verde’.
Desde su experiencia, nos habla acerca del desarrollo de la biotecnología en México y las posibilidades que tiene el país en este sector.
—¿Cuál es la situación de México en la adopción de las biotecnologías?
—México está utilizando cultivos biotecnológicos el día de hoy, fue uno de los 6 países que en 1996 se convirtió en un pionero en la utilización de la biotecnológica. Durante 2011, el país sembró más de 150,000 hectáreas de algodón biotecnológico y generó aproximadamente 121 mdd en el periodo de 1996 a 2010.
—¿Cuáles son las dificultades que enfrenta el país para desarrollar la biotecnología?
—Es el reto de la innovación, definida como la capacidad para manejar el cambio como una oportunidad y no como una amenaza. México está en una posición muy afortunada, es decir, que puede aprovechar la experiencia de 30 países que ya han empleado esta tecnología.
Es muy importante que cuenten con una estrategia que les permita beneficiarse de los genes modificados, tomando en cuenta la experiencia de 16 años de desarrollos biotecnológicos que como país puede aprovechar.
—¿El sector empresarial ha comprendido el negocio de invertir en la biotecnología?
—Por supuesto, y el sector privado está involucrado en varios niveles: a nivel internacional y nacional. Y lo que hemos visto con el tiempo es que al igual que la electrónica, está tecnología cuesta menos si se hace más. Ahora se ha vuelto factible para compañías más pequeñas utilizarla, entonces se necesita la participación tanto pública como privada para competir y brindar el mejor producto, esto les va a permitir extender los beneficios por todo México.
—¿Cuál es la importancia del gobierno en el apoyo de este tipo de tecnologías?
—Creo que esta tecnología tiene un potencial enorme si vemos los países que han invertido fuertemente en lo que se refiere a los cultivos de biotecnología.
Brasil, en estos momentos, tiene un presupuesto de más de 1,000 mdd, incluyendo operaciones e inversiones en biotecnología. Una inversión de este tipo resultaría en dividendos muy atractivos para el gobierno mexicano. Sería bueno fomentar la inversión porque se tiene que alimentar a 150 millones de personas en México para el año 2050.
— ¿Qué sucede con las inversiones actuales?
—Aún la forma de invertir no es igual en países como Brasil o China, en donde se obtienen buenos dividendos. Una de las inversiones que pueden hacerse en México es en el maíz, un alimento que todos los niños y toda la población tiene que tener todos los días. Las pruebas muestran claramente que mayores inversiones les van a dar rendimientos excelentes y también significa que entre más invierta México, menos de dependiente será de otros países.
Los mexicanos han importado 10 toneladas de maíz y a medida que aumente la población, aumentará el gasto. Si ustedes pueden aumentar la producción nacional de maíz a un nivel óptimo, sería benéfico porque no dependerían de otros para un alimento esencial.
Estómagos vacíos
A pesar del crecimiento de la biotecnología y su promesa de garantizar el abasto de alimentos entre la población, existen algunos sectores de la sociedad que se oponen al uso de granos genéticamente modificados, ya que argumentan que podrían causar daños a la salud, a las tierras y a los cultivos.
Clive James, quien también ha sido asesor agrícola de alto nivel para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), considera que la mayor parte de la oposición se debe en gran medida al desconocimiento de estudios científicos al respecto.
Por eso, insiste, el uso de granos genéticamente modificados debe tomarse en cuenta como un factor decisivo para enfrentar problemas de la peor sequía que ha enfrentado en los últimos 70 años y que ha traído pérdidas por 16,000 millones de pesos.
—¿Qué opina de los opositores al uso de la biotecnología?
—Debemos respetar el derecho a la elección. Felizmente se pueden cultivar estos productos biotecnológicos de lado a lado con tecnologías convencionales. Se puede responder a las necesidades de las personas que únicamente quieren emplear tecnologías convencionales o que nada más quieren utilizar energía orgánica, pero lo orgánico es costoso, no todo mundo lo puede pagar. Prácticamente con la biotecnología se puede hacer mucho, pero quien renuncia a la biotecnología estará renunciando a mucho.
—¿Cuáles serían las consecuencias para el país si no profundiza en el uso de los granos genéticamente modificados?
—Si México no acepta la biotecnología, estaría en desventaja con otros países porque no va a poder combatir la sequía. El costo, en caso de que el país no ocupe esta tecnología, será muy alto, pero debemos de respetar el derecho de elección de los demás.
—¿Cuál es el futuro del uso de las biotecnologías?
—El futuro luce brillante para esta tecnología porque están en proyectos muchas tecnologías nuevas que van a responder a las prioridades de países como México. Hoy, una nueva tecnología se espera que esté disponible en Estados Unidos para 2013, que consiste en un maíz biotecnológico que sea resistente a la sequía, que es un problema muy grande, particularmente cuando las sequías se vuelvan más frecuentes y severas.
Con más de 27 años de experiencia como asesor en temas relacionados con el desarrollo de la agricultura, Clive James espera que la biotecnología resuelva parte de los problemas en el abasto de alimentos en los países más pobres: “Norman Borlaug solía decir ‘No se puede crear paz con un estómago vacío’”.
QUIÉN ES QUIÉN EN BIOTECNOLOGÍA
• Estados Unidos, Brasil y Argentina encabezan el ranking mundial en la adopción de tecnología, mientras que México se encuentra posición 16 con 200,000 hectáreas ocupadas por cultivos modificados genéticamente.
• En 2011, 16.7 millones de agricultores sembraron cultivos genéticamente modificados, son 1.3 millones más que en 2010.
• En 2011 México sembró 175,500 hectáreas de cultivos genéticamente modificados, 146% más que en 2010.
Principales cultivos biotecnológicos en el mundo:
• Maíz, 32% (51 millones de hectáreas)
• Soya, 47% (75.4 millones de hectáreas)
• Algodón, 15% (24.7 millones de hectáreas)
• Canola, 5% (8.2 millones de hectáreas)
• Papa, alafalfa y papaya, 1%
Frente a los estragos que han traído las sequías al país, los granos genéticamente modificados podrían convertirse en el negocio que garantizaría la seguridad alimentaria en México, asegura en entrevista Clive James, gurú de la biotecnología en el mundo.
Roberto Arteaga / El Financiero
La humanidad enfrenta un desafío que podría poner en peligro su sobrevivencia. Fenómenos como la sequía son parte de los efectos del cambio climático que extingue las cosechas en el campo mexicano.
A pesar de la polémica que ha desatado el uso de los granos genéticamente modificados, la biotecnología puede ser la fórmula para contrarrestar la escasez de alimentos y ofrecer a algunas empresas la oportunidad de hacer un negocio atractivo.
La siembra de maíz y soya mejorada alcanzó una ganancia de 121 millones de dólares (mdd) en los últimos 14 años en el país, mientras que en 2010 arrojaron ingresos por 19 mdd.
Por eso, Clive James, director y fundador del Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por sus siglas en inglés) , se muestra entusiasmado por el futuro de un negocio que podría representar para México la seguridad alimentaria y el fin del problema del hambre.
Maíz para todos
Clive James se ha desempeñado en los últimos 27 años en la investigación y desarrollo agrícolas, así como a la biotecnología aplicada a cultivos en países en desarrollo de Asia, África y América Latina.
Fue director adjunto de investigación en el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo en México (CIMMYT), en donde colaboró con Norman Borlaug, premio Nobel de la paz en 1970, quien es considerado como el padre de la ‘revolución verde’.
Desde su experiencia, nos habla acerca del desarrollo de la biotecnología en México y las posibilidades que tiene el país en este sector.
—¿Cuál es la situación de México en la adopción de las biotecnologías?
—México está utilizando cultivos biotecnológicos el día de hoy, fue uno de los 6 países que en 1996 se convirtió en un pionero en la utilización de la biotecnológica. Durante 2011, el país sembró más de 150,000 hectáreas de algodón biotecnológico y generó aproximadamente 121 mdd en el periodo de 1996 a 2010.
—¿Cuáles son las dificultades que enfrenta el país para desarrollar la biotecnología?
—Es el reto de la innovación, definida como la capacidad para manejar el cambio como una oportunidad y no como una amenaza. México está en una posición muy afortunada, es decir, que puede aprovechar la experiencia de 30 países que ya han empleado esta tecnología.
Es muy importante que cuenten con una estrategia que les permita beneficiarse de los genes modificados, tomando en cuenta la experiencia de 16 años de desarrollos biotecnológicos que como país puede aprovechar.
—¿El sector empresarial ha comprendido el negocio de invertir en la biotecnología?
—Por supuesto, y el sector privado está involucrado en varios niveles: a nivel internacional y nacional. Y lo que hemos visto con el tiempo es que al igual que la electrónica, está tecnología cuesta menos si se hace más. Ahora se ha vuelto factible para compañías más pequeñas utilizarla, entonces se necesita la participación tanto pública como privada para competir y brindar el mejor producto, esto les va a permitir extender los beneficios por todo México.
—¿Cuál es la importancia del gobierno en el apoyo de este tipo de tecnologías?
—Creo que esta tecnología tiene un potencial enorme si vemos los países que han invertido fuertemente en lo que se refiere a los cultivos de biotecnología.
Brasil, en estos momentos, tiene un presupuesto de más de 1,000 mdd, incluyendo operaciones e inversiones en biotecnología. Una inversión de este tipo resultaría en dividendos muy atractivos para el gobierno mexicano. Sería bueno fomentar la inversión porque se tiene que alimentar a 150 millones de personas en México para el año 2050.
— ¿Qué sucede con las inversiones actuales?
—Aún la forma de invertir no es igual en países como Brasil o China, en donde se obtienen buenos dividendos. Una de las inversiones que pueden hacerse en México es en el maíz, un alimento que todos los niños y toda la población tiene que tener todos los días. Las pruebas muestran claramente que mayores inversiones les van a dar rendimientos excelentes y también significa que entre más invierta México, menos de dependiente será de otros países.
Los mexicanos han importado 10 toneladas de maíz y a medida que aumente la población, aumentará el gasto. Si ustedes pueden aumentar la producción nacional de maíz a un nivel óptimo, sería benéfico porque no dependerían de otros para un alimento esencial.
Estómagos vacíos
A pesar del crecimiento de la biotecnología y su promesa de garantizar el abasto de alimentos entre la población, existen algunos sectores de la sociedad que se oponen al uso de granos genéticamente modificados, ya que argumentan que podrían causar daños a la salud, a las tierras y a los cultivos.
Clive James, quien también ha sido asesor agrícola de alto nivel para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), considera que la mayor parte de la oposición se debe en gran medida al desconocimiento de estudios científicos al respecto.
Por eso, insiste, el uso de granos genéticamente modificados debe tomarse en cuenta como un factor decisivo para enfrentar problemas de la peor sequía que ha enfrentado en los últimos 70 años y que ha traído pérdidas por 16,000 millones de pesos.
—¿Qué opina de los opositores al uso de la biotecnología?
—Debemos respetar el derecho a la elección. Felizmente se pueden cultivar estos productos biotecnológicos de lado a lado con tecnologías convencionales. Se puede responder a las necesidades de las personas que únicamente quieren emplear tecnologías convencionales o que nada más quieren utilizar energía orgánica, pero lo orgánico es costoso, no todo mundo lo puede pagar. Prácticamente con la biotecnología se puede hacer mucho, pero quien renuncia a la biotecnología estará renunciando a mucho.
—¿Cuáles serían las consecuencias para el país si no profundiza en el uso de los granos genéticamente modificados?
—Si México no acepta la biotecnología, estaría en desventaja con otros países porque no va a poder combatir la sequía. El costo, en caso de que el país no ocupe esta tecnología, será muy alto, pero debemos de respetar el derecho de elección de los demás.
—¿Cuál es el futuro del uso de las biotecnologías?
—El futuro luce brillante para esta tecnología porque están en proyectos muchas tecnologías nuevas que van a responder a las prioridades de países como México. Hoy, una nueva tecnología se espera que esté disponible en Estados Unidos para 2013, que consiste en un maíz biotecnológico que sea resistente a la sequía, que es un problema muy grande, particularmente cuando las sequías se vuelvan más frecuentes y severas.
Con más de 27 años de experiencia como asesor en temas relacionados con el desarrollo de la agricultura, Clive James espera que la biotecnología resuelva parte de los problemas en el abasto de alimentos en los países más pobres: “Norman Borlaug solía decir ‘No se puede crear paz con un estómago vacío’”.
QUIÉN ES QUIÉN EN BIOTECNOLOGÍA
• Estados Unidos, Brasil y Argentina encabezan el ranking mundial en la adopción de tecnología, mientras que México se encuentra posición 16 con 200,000 hectáreas ocupadas por cultivos modificados genéticamente.
• En 2011, 16.7 millones de agricultores sembraron cultivos genéticamente modificados, son 1.3 millones más que en 2010.
• En 2011 México sembró 175,500 hectáreas de cultivos genéticamente modificados, 146% más que en 2010.
Principales cultivos biotecnológicos en el mundo:
• Maíz, 32% (51 millones de hectáreas)
• Soya, 47% (75.4 millones de hectáreas)
• Algodón, 15% (24.7 millones de hectáreas)
• Canola, 5% (8.2 millones de hectáreas)
• Papa, alafalfa y papaya, 1%
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