Orlando Delgado Selley / La Jornada
En la última reunión
conjunta del Banco Mundial (BM) y el FMI se dio a conocer el crecimiento
logrado por diferentes países el año pasado. Esta información confirmó
que Brasil es la sexta economía del mundo, sólo superada por Estados
Unidos, China, Japón, Alemania y Gran Bretaña. Se trata ya de uno de los
casos exitosos en el desarrollo mundial: la economía brasilera
aprovechó el auge previo a la crisis actual, logrando tasas de
crecimiento altas y en la propia crisis evitó la recesión con políticas
contra cíclicas que resultaron eficaces.
México, en cambio, fue descrito por el BM como un país bien portado,
pero con un crecimiento mediocre. Su posición mundial está en la segunda
fila, no es –y casi nadie piensa que será– un protagonista mundial. La
mayor parte de los mexicanos pensamos, como lo ha documentado el último
Informe Latinobarómetro, que somos un país estancado o en retroceso.
Podría pensarse que estamos en esta situación, porque no sabemos lo que
hay que hacer. En realidad, el diagnóstico sobre nuestras fallas está
hecho. Lo que hace falta es lograr un acuerdo nacional que permita
superarlas, rencaminando nuestra ruta hacia un desarrollo sostenido y,
lo que es fundamental, equitativo.La semana pasada un amplio grupo de grupo de profesores de distintas universidades del país, públicas y privadas, que se ha planteado formular un sistema integral de propuestas de políticas públicas capaces de superar el pobre desempeño de la economía nacional, presentó el resultado de su trabajo. A partir de la constitución de un Consejo Nacional de Universitarios por una Nueva Estrategia para el Desarrollo, se llevaron a cabo en 2011 varias mesas de trabajo centradas en los grandes temas económicos, políticos y sociales. En ellas se presentaron estudios específicos, los que fueron discutidos por pares académicos.
Los materiales se relaboraron y ahora se presentan con el propósito de contribuir a la formación de una conciencia ciudadana que se proponga expresamente una nueva estrategia de desarrollo. Este esfuerzo analítico y propositivo, disponible en consejonacionaldeuniversitarios, ha producido 18 volúmenes que, bajo la denominación general de análisis estratégico para el desarrollo, desmenuza cuidadosamente los grandes problemas nacionales, formulando cambios institucionales que permitan modificar el sentido de la acción gubernamental en beneficio de la nación.
Algunos volúmenes están centrados en aspectos cruciales de la
economía global: la crisis económica mundial y el futuro de la
globalización, en las estrategias exitosas de Argentina, Brasil, China,
Corea del Sur, India y Japón y en la crisis energética mundial y el
futuro de la energía en nuestro país. Se estudia detalladamente en otros
la problemática económica, arrancando con un libro dedicado a los
mercados y la inserción de México en el mundo, para después concentrar
la atención en las políticas macroeconómicas para el desarrollo
sustentable ocupándose de la política de banca central, la
responsabilidad de la hacienda pública, la política cambiaria y los
requerimientos macroeconómicos para un desarrollo sostenido y con
equidad.
Un análisis de particular relevancia, a contracorriente de la ortodoxia gubernamental de los últimos cinco gobiernos, formula un conjunto de propuestas para una nueva estrategia de industrialización. En otro de los materiales de este análisis estratégico para el desarrollo se presentan propuestas decisivas para que en México haya un desarrollo con equidad basado en empleos dignos y en una política salarial para el bienestar y el desarrollo.
En estos tiempos marcados por la contienda electoral por la Presidencia de la República estas propuestas podrían servir para elevar el nivel del debate político. Un debate en el que el centro esté en lo que hace falta hacer, en las decisiones públicas que es indispensable tomar para que salgamos de la mediocridad económica y de la desesperanza social en la que estamos colocando en el centro la manera de superar los grandes problemas nacionales.
Un análisis de particular relevancia, a contracorriente de la ortodoxia gubernamental de los últimos cinco gobiernos, formula un conjunto de propuestas para una nueva estrategia de industrialización. En otro de los materiales de este análisis estratégico para el desarrollo se presentan propuestas decisivas para que en México haya un desarrollo con equidad basado en empleos dignos y en una política salarial para el bienestar y el desarrollo.
En estos tiempos marcados por la contienda electoral por la Presidencia de la República estas propuestas podrían servir para elevar el nivel del debate político. Un debate en el que el centro esté en lo que hace falta hacer, en las decisiones públicas que es indispensable tomar para que salgamos de la mediocridad económica y de la desesperanza social en la que estamos colocando en el centro la manera de superar los grandes problemas nacionales.
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