viernes, 3 de septiembre de 2010

¿FIN DE LOS MONOPOLIOS?

En su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Felipe Calderón generó altas expectativas por los cambios de fondo que proponía, entre ellos, la desarticulación de los monopolios que tanto dañan la economía del país. Nada cambió en ese sentido durante el siguiente año. Ahora, en su Cuarto Informe de Gobierno, el mandatario pasó por fin del discurso a la propuesta con la apertura del sector de las telecomunicaciones, quizá el más necesitado de competencia.
El Presidente tiene a su favor una coyuntura que le permite emprender esta tarea de la manera más tersa posible, con la digitalización. ¿Qué es eso? Se trata de una transformación tecnológica que permite la mejora en la calidad de la imagen y del sonido, el aumento de la oferta de canales de televisión, alta definición y otras características. La digitalización ha hecho posible en otros países la multiplicación de empresas participantes, lo que a la postre beneficia a los consumidores.
Hasta la fecha, en México unos pocos tienen el control de la telefonía mientras otros el de la televisión, y todos ellos pugnan por el mercado de la comunicación de datos. Hacer que esos nichos converjan es lo que se llama triple play. Bajo ese esquema, cualquiera con una concesión para el uso de telefonía puede dedicarse a hacer televisión, en tanto, quien antes sólo incursionaba en el internet ahora puede hacerlo en telefonía o televisión y viceversa. Esto hace que las empresas monopólicas de un área se encuentren de golpe en un mercado amplísimo donde su negocio original termina siendo una pequeña parte de todo el negocio de las telecomunicaciones.
Gracias a esta oportunidad tecnológica, el Estado se encuentra ante una formidable oportunidad para combatir los monopolios a la buena, es decir, creciendo el pastel para que nadie se quede sin la oportunidad de ganar. Los dos grandes actores en televisión y telefonía, quienes concentran, cada uno en su respectivo ramo, más de 80% del marcado, competirán ahora dentro de una misma arena económica. Sin embargo, el segundo posee más recursos que el primero, de tal manera que sin la intervención del Estado la carrera entre ambos sería inequitativa.
Para evitar que siempre prevalezca el más acaudalado, el Presidente ha expedido un decreto para que los participantes de cada sector tengan un acceso similar al mercado. En otras palabras, para hacer competitiva la telefonía o la televisión, el gobierno federal debe poner ventajas a los pequeños empresarios y limitaciones a los dominantes.
Sólo de esa manera se garantizarán las condiciones óptimas para hacer de las Telecomunicaciones uno de los motores del desarrollo del país.
Fuente: El Universal

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