jueves, 30 de septiembre de 2010

EU FINANCIA Y ARMA AL NARCO

La droga deja miles de millones de dólares a los traficantes mexicanos. Las armas dejan miles de millones de dólares a la industria estadounidense. La diferencia es que para el vecino del norte, poseer drogas es malo, muy malo, en tanto que tener armas es “legítimo”. La suma de ambos factores resulta en la creciente violencia en México y mientras esa ecuación no se modifique, tampoco lo hará el baño de sangre en este país.
Ayer, un ex agente de la Policía Antinarcóticos de Oklahoma fue detenido por comerciar armamento hacia México. También ayer fue capturado un comando integrado por treinta individuos, al parecer del Cártel del Golfo, que tenían en su poder dos lanzacohetes, un proyectil antitanques, una metralleta Barret y 43 rifles de asalto. Ambos sucesos son ejemplo del círculo vicioso que el gobierno mexicano no ha podido frenar y que los estadounidenses no han querido enfrentar.
¿Cuántos funcionarios más habrá como el ex agente? Difícil saberlo dado que el compromiso del vecino contra la corrupción no parece mayor que el de México. Aquí tenemos “michoacanazos” fallidos, allá ni al intento llegan. El abastecimiento de armas a los cárteles no ha parado de fluir, así como tampoco ha disminuido la demanda de drogas de los estadounidenses. Por tanto, los narcotraficantes no han tenido problemas para costear sus ejércitos privados.
¿Seguiremos invirtiendo miles de millones de dólares en las mismas políticas? Comprar vehículos artillados y reforzar controles aduanales hará más difícil el paso de la droga pero no detendrá el flujo. Cuatro décadas de experiencia respaldan esa tesis. Lejos de reducirse la demanda, ésta se ha incrementado.
En mayo de este año, el zar antidrogas de la administración Obama, Gil Kerlikowske, reconoció que la guerra lanzada contra las drogas desde los 70 no ha tenido éxito. Anunció entonces un cambio en la estrategia para “romper con el círculo vicioso” de la dependencia y la delincuencia en Estados Unidos. Ha de ser muy pronto para esperar los resultados de ese “golpe de timón”. Lo cierto es que hasta ahora no se ha anunciado acción alguna que demuestre el nuevo giro.
Mientras las drogas sigan siendo ilegales, continuará el comercio subrepticio y con él los miles de muertos. Es una enseñanza no sólo de México, sino de Colombia y del propio Estados Unidos, que en más de 30 años no ha podido ganar la “guerra contra las drogas” iniciada por el presidente Nixon.
En tanto que Estados Unidos se anime a cambiar, México debería indicarle el camino.
Fuente: El universal

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