En AL se estancó el desarrollo debido a la recesión, asegura
Ixel Yutzil González / El Universal
La evidencia preliminar en el mundo sugiere un impacto significativo de la crisis sobre la tasa de reducción de la pobreza y el número de pobres en muchos países en el orbe.
En México, uno de los más fuertemente golpeados por la recesión global, el principal efecto se dio en la pobreza, debido a la caída en los ingresos laborales y el repunte de empleos con menores ingresos.
“La crisis financiera global de 2008-2009 redujo la tasa con la que la pobreza se venía reduciendo en el mundo”, coincidieron Otaviano Canuto y Marcelo Giugale, analistas del Banco Mundial.
Estimaron que en México, donde la crisis ha tenido un impacto más fuerte al igual que en Turquía, la tasa de pobreza se incrementó casi 4 puntos porcentuales entre 2008 y 2010. Para la nación turca previeron 4.5 puntos de avance en la pobreza.
El Banco Mundial expuso que en México, 20% de los hogares más pobres pudieron sufrir una caída promedio en su ingreso por persona en cerca de 8%, comparado con la pérdida de 5% que sufrió la población en su conjunto, incluso después de tomar en cuenta las transferencias netas realizadas en forma de seguridad social, de acuerdo con los modelos.
En el estudio “El día después de mañana: Manual sobre el futuro de la política económica en el mundo en desarrollo” explicó que, de acuerdo con algunos modelos econométricos basados en información previa a la crisis, para México, Filipinas y Bangladesh hay múltiples canales potenciales de impacto sobre la pobreza.
En México, al igual que en Filipinas, 90% de la causa de la pobreza fue atribuible a una caída en el ingreso laboral.
El estudio del Banco Mundial refirió que en muchos países en desarrollo, este descenso en las ganancias laborales refleja menos un incremento en el desempleo y más un cambio de empleos con remuneraciones altas a empleos con salarios más bajos, y reducción en horas trabajadas.
Promover “buenos” empleos
El ingreso laboral es la fuente dominante de recursos de los hogares en el mundo, pero los mercados de trabajo son incluso más esenciales en los países en desarrollo con gran pobreza. Debido a que los hogares pobres cuentan con sus trabajo como único activo, las oportunidades de empleo son su única ruta fuera de la pobreza.
Cuando uno analiza el empleo en las naciones en desarrollo es critico observar no sólo el empleo, sino también las características de tal empleo, específicamente, la productividad laboral y los ingresos.
En los países en desarrollo más pobres, las tasas de pobreza tienden a ser mayores para los empleados, porque los mercados de trabajo están dominados empleos de baja paga y baja productividad.
Optimismo en Asia
Los autores permanecieron optimistas respecto a los países en desarrollo, sobre todo en Asia oriental, como en el nuevo motor del crecimiento mundial, que impulsa a economías avanzadas.
Expresaron que como consecuencia de la crisis, el crecimiento en AL se estancó y la pobreza (4 dólares por día) aumentó 8 millones de personas.
Ixel Yutzil González / El Universal
La evidencia preliminar en el mundo sugiere un impacto significativo de la crisis sobre la tasa de reducción de la pobreza y el número de pobres en muchos países en el orbe.
En México, uno de los más fuertemente golpeados por la recesión global, el principal efecto se dio en la pobreza, debido a la caída en los ingresos laborales y el repunte de empleos con menores ingresos.
“La crisis financiera global de 2008-2009 redujo la tasa con la que la pobreza se venía reduciendo en el mundo”, coincidieron Otaviano Canuto y Marcelo Giugale, analistas del Banco Mundial.
Estimaron que en México, donde la crisis ha tenido un impacto más fuerte al igual que en Turquía, la tasa de pobreza se incrementó casi 4 puntos porcentuales entre 2008 y 2010. Para la nación turca previeron 4.5 puntos de avance en la pobreza.
El Banco Mundial expuso que en México, 20% de los hogares más pobres pudieron sufrir una caída promedio en su ingreso por persona en cerca de 8%, comparado con la pérdida de 5% que sufrió la población en su conjunto, incluso después de tomar en cuenta las transferencias netas realizadas en forma de seguridad social, de acuerdo con los modelos.
En el estudio “El día después de mañana: Manual sobre el futuro de la política económica en el mundo en desarrollo” explicó que, de acuerdo con algunos modelos econométricos basados en información previa a la crisis, para México, Filipinas y Bangladesh hay múltiples canales potenciales de impacto sobre la pobreza.
En México, al igual que en Filipinas, 90% de la causa de la pobreza fue atribuible a una caída en el ingreso laboral.
El estudio del Banco Mundial refirió que en muchos países en desarrollo, este descenso en las ganancias laborales refleja menos un incremento en el desempleo y más un cambio de empleos con remuneraciones altas a empleos con salarios más bajos, y reducción en horas trabajadas.
Promover “buenos” empleos
El ingreso laboral es la fuente dominante de recursos de los hogares en el mundo, pero los mercados de trabajo son incluso más esenciales en los países en desarrollo con gran pobreza. Debido a que los hogares pobres cuentan con sus trabajo como único activo, las oportunidades de empleo son su única ruta fuera de la pobreza.
Cuando uno analiza el empleo en las naciones en desarrollo es critico observar no sólo el empleo, sino también las características de tal empleo, específicamente, la productividad laboral y los ingresos.
En los países en desarrollo más pobres, las tasas de pobreza tienden a ser mayores para los empleados, porque los mercados de trabajo están dominados empleos de baja paga y baja productividad.
Optimismo en Asia
Los autores permanecieron optimistas respecto a los países en desarrollo, sobre todo en Asia oriental, como en el nuevo motor del crecimiento mundial, que impulsa a economías avanzadas.
Expresaron que como consecuencia de la crisis, el crecimiento en AL se estancó y la pobreza (4 dólares por día) aumentó 8 millones de personas.
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